Ana Blandiana, la autora de culto en toda Europa que creaba poesía sin saber leer y escribir
Cuando a comienzos de semana Ana Blandiana llegó al hotel La Reconquista de Oviedo, sus gestos de ilusión y simpatía (con el sonido de las gaitas como telón de fondo) dejaron claro que recibir el Premio Princesa de Asturias de las Letras es uno de los grandes regalos de su destacada trayectoria. "Me resulta difícil expresar mi emoción y gratitud por el gran honor que representa para mí la concesión. Gracias por el eco que su prestigioso premio dará a mis ideas y mis poemas y que lo amplificará en la conciencia de los lectores españoles de todo el mundo", aseguraba la poetisa, ensayista y política.
Coincidiendo con el 60º aniversario de la publicación de su primer libro de poemas, la fundación la ha reconocido por ser "heredera de las más brillantes tradiciones literarias, al tiempo que una creadora radicalmente singular". De Otilia Valeria Coman (así se llama realmente), han dicho: "Su escritura, que aúna transparencia y complejidad, plantea preguntas fundamentales sobre la existencia del ser humano, en soledad y sociedad, ante la naturaleza y la historia. Ha mostrado con su poesía indómita una capacidad extraordinaria de resistencia frente a la censura". Del jurado ha formado parte Juan Mayorga, dramaturgo que recibió este mismo galardón en 2022.
A los 82 años, es una autora de culto en toda Europa, pero curiosamente sus primeros pasos en el universo de las letras llegaron de una forma casi inconsciente. Y es que ella misma ha contado en El País que comenzó a hacer rimas cuando ni siquiera sabía leer o escribir. Curiosamente, considera que se convirtió en escritora por la prosa, teniendo ya en el mercado varios libros en verso: "He dicho que me convertí en escritora profesional solo escribiendo prosa, porque solo en prosa mi página depende enteramente de mí, sé cuándo la empiezo, cuándo la acabo y qué viene después. Cuando escribo un poema nunca sé si es el último porque tengo la sensación de que no depende de mí".
Autora de libros como El talón vulnerable y El tercer sacramento, y conocida por su poesía a favor de la libertad y la dignidad humana, para Ana Blandiana la escritura tiene un poder terapéutico. Su trabajo fue a la vez su refugio para afrontar la muerte del escritor rumano Romulus Rusan, con el que compartió su vida entre 1960 y 2016. A raíz de esta pérdida que, según sus palabras, le produjo una conmoción, escribió para defenderse e intentar comprender qué le pasaba. Aquellos apuntes a lápiz los pasó al ordenador años después y creó Variaciones sobre un tema, poemario en el que pone palabras a su duelo.
Ana Blandiana no pudo estudiar en la universidad porque se lo prohibieron tras aparecer su primer poema en una revista en 1959 y a finales de los 80 se adentró en la vida política fomentando una sociedad abierta. Presidenta de honor del PEN de Rumanía, es miembro de la Academia Europea de Poesía, de la Academia de Poesía Mallarmé, de la Academia Mundial de Poesía (Unesco) y de la Unión de Escritores de Rumanía. Desde 1994 es miembro fundador y presidenta de la Fundación La Alianza Cívica, un movimiento apolítico cuyo propósito es aliviar las consecuencias de más de cincuenta años de comunismo en el país. Entre sus reconocimientos, es doctora honoris causa por las universidades de Salamanca y Sofía.
Su recorrido por Asturias
En el programa de actividades de Ana Blandiana durante su estancia en Asturias, donde recogerá su premio el viernes en la ceremonia celebrada en el Teatro Campoamor, destcan actividades como un encuentro de clubes de lectura en el Teatro Jovellanos de Gijón, un encuentro con estudiantes en la Facultad de Filosofía y Letra de Oviedo, un recital en la librería Cercantes y la proyección del documental Entre el silencio y el pecado en los Cines Embajadores.