Arreglando el techo de una catedral encontró una botella con un mensaje de… ¡su abuelo!

Cuando era niño, Peter Brandt siempre creyó que su abuelo era muy “reticente y cerrado”. Y mucho tiempo después de su muerte supo la razón… en un mensaje que encontró en el sitio menos pensado.

Todo ocurrió en el territorio de Goslar, una ciudad de Baja Sajonia, en Alemania. Peter tenía apenas 12 años cuando, en una de sus vacaciones escolares, su abuelo Willy le enseñó las técnicas de mantenimiento de techos antiguos.

Con los años, Peter fue aprendiendo más del negocio hasta que se convirtió en un profesional techador. El personal de la catedral de Goslar le llamó para reparar un tejado de aquella construcción, retoma El País.

Mientras trabajaba en el techo de la catedral, Peter encontró una botella escondida entre la construcción. Vio que contenía un mensaje. Y al abrirlo, su contenido lo dejó sorprendido:

“Hemos dejado atrás duros tiempos de guerra. Esperamos que vengan tiempos mejores”. El documento databa del 26 de marzo 1930 y venía firmado por tres hombres. Uno de ellos era Willy Brandt, el abuelo de Peter.

“Ha sido un hallazgo emocionante”, contó el techador, quien ahora tiene 52 años, a The Washington Post. El texto también mencionaba las duras condiciones laborales de la Alemania de aquel tiempo. “Hemos trabajado una semana entera por una libra de mantequilla y una pieza de pan”.

Después de firmar la nota, Willy Brandt participó como soldado durante la Segunda Guerra Mundial y fue capturado y encarcelado por los rusos. A su regreso a Goslar, reanudó su profesión como techador… y nunca más volvió a hablar de la guerra.

“Todos los días, estamos discutiendo por las dificultades que tenemos como ciudad, que supuestamente son muy difíciles. Pero con esta carta de 1930, podemos ver que los muchos conflictos que percibimos no son realmente problemas”, declaró Peter a The Washington Post.

Lo que hicieron con el mensaje

Peter se acercó al alcalde de Goslar, Oliver Junk, para hacerle saber lo que encontró y ambos tomaron una decisión: el mensaje original sería trasladado a un museo local.

Pero una copia se guardaría en aquella botella y volvería a ser colocada en el techo de la catedral, con un mensaje secreto adicional sobre cómo están las condiciones de la ciudad en este momento. Esperan que sea visto dentro de 100 años.

“Si todavía hay paz y las personas lo están haciendo tan bien como hoy, eso es suficiente”, declaró Junk.

¿Qué te parece? ¿Qué opinas de lo que le ocurrió este hombre? ¿Y sobre lo que decidieron hacer con el mensaje? Envíanos tus comentarios.

@braham_MV

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