Maite Alberdi, cuarta nominación a los Goya: "lo celebro como la primera vez"

Madrid, 24 ene (EFE).- La chilena Maite Alberdi tiene una larga experiencia en los Goya a mejor película iberoamericana. Empezó hace diez años con 'La Once', a la que siguieron las de 'El agente topo' (2020) y 'La memoria infinita', con la que se llevó el premio el año pasado. Y asegura a EFE que no se cansa: "lo celebro como la primera vez".

"Me llena de orgullo", afirma con rotundidad Alberdi en una entrevista por vídeo mientras viaja en un coche en medio de la preproducción de su nuevo trabajo, que será una mezcla de documental y ficción.

Porque la carrera de la realizadora chilena está marcada por sus documentales, con los que se adentra en historias a veces tiernas y a veces duras pero que siempre tienen un tono muy especial que le permite conectar muy bien con el público y con la crítica. Además de sus cuatro nominaciones a los Goya, ha optado dos veces al Óscar a mejor documental por 'El agente topo' y 'La memoria infinita'.

"Cuando presentaron 'La Once' a los Goya, todos me decía que un documental nunca sería nominado como mejor película iberoamericana, pero he sido nominada con tres documentales", recordó orgullosa la realizadora.

Ahora opta al premio del cine español con su primer largometraje de ficción, una historia que está basada en un libro de no ficción sobre cuatro mujeres chilenas que cometieron asesinatos y que fueron perdonadas solo por el hecho de ser mujeres.

Alberdi se centra en uno de esos casos, el de Carolina Geel, que mató a su amante en el hotel Crillón de Santiago de Chile en 1955. Pasó tres años en la cárcel y fue indultada por el presidente chileno, Carlos Ibáñez del Campo, a petición de Gabriela Mistral.

Pero Mistral ni siquiera conocía a Geel ni había leído sus libros porque su figura se hizo más popular tras el asesinato y tras la publicación del libro 'Carcel de mujeres', que escribió mientras cumplía condena.

"Fue un juicio de clases", afirma la directora, que explica que en aquella época, en los años cincuenta, no se podía permitir que una mujer de esa clase social alta a la que pertenecía la asesina, estuviera en la cárcel. "La Justicia no funcionaba igual para todos", lamenta.

Por eso, en su película quiso incluir mucha de la información que aparece en el libro 'Las homicidas', de Alia Trabuco, que está construido alrededor de una profunda investigación de los hechos.

"Me interesaba mucho ver cómo a las mujeres, al condenarlas, las visibilizaban, las sacaban de su rol de mujeres" y eso es algo que se ve claramente en el juicio, rodado con información "cien por cien real".

Ha sido "un gran aprendizaje" para la realizador rodar esta ficción que tenía la complejidad añadida de ser una película de época y de no saber lo que motivó a Geel a matar a su amante.

Por eso tuvo que cambiar el punto de vista del filme. "Lo lógico habría sido pensar que la asesina era la protagonista, pero no podía hacerlo así porque ella nunca habló, nunca dio su versión, lo que me obligaba a mí, como directora, a dar una versión".

Y lo hizo a través de la mirada de la secretaria del juzgado, Mercedes (interpretada por Elisa Zulueta), que de alguna manera se siente seducida por Geel y por la vida que lleva.

Lo que además traza un paralelismo con la obra 'Una habitación propia', de Virginia Woolf, por esa imposibilidad de las mujeres de tener un espacio propio, algo que sigue ocurriendo en la actualidad.

La realizadora chilena se enfrentará el próximo 8 de febrero por el Goya con películas como 'El Jockey', de Luis Ortega -"me encanta su propuesta visual"- o 'Aún no estoy aquí', de Walter Salles, que acaba de ser nominada a tres Óscar.

"La película de Salles la tengo en mi corazón, es una película importante que cuenta la historia política desde lo íntimo", reflexiona emocionada por las conquistas de un filme que podría quitarle su segundo Goya.

Alicia García de Francisco

(c) Agencia EFE