Tacos de canasta: una tradición con instrucciones precisas

Suelen ser de papa, frijol, chicharrón prensado o carne adobada, y los identificamos no solo por la canasta, que les da su nombre, sino también por la bicicleta que generalmente los transporta a destino (afuera de escuelas, oficinas o el metro). Y aunque son pequeños, casi de ‘a mordida’, los tacos de canasta, o sudados, son una tradición cuyo origen pocos cuestionamos.

Los tacos de canasta como los conocemos habrían nacido en Tlaxcala. Foto: carlosrojas20 / iStockphoto
Los tacos de canasta como los conocemos habrían nacido en Tlaxcala. Foto: carlosrojas20 / iStockphoto

Dónde nacen los tacos de canasta

Se dice, aunque no se confirma del todo, que esta peculiar forma de preparar tacos nació en el municipio de San Vicente, en el estado de Tlaxcala. Y es tan específico pues se calcula que hasta el 80% de la población de este lugar se dedica al negocio de los tacos, y desde hace 13 años celebran la Feria del taco de San Vicente Xiloxochitla.

El cómo terminaron siendo lo que son, parece ser simplemente fruto de la necesidad. Preparar tacos para vender, colocarlos en una canasta, que se amarra en una bicicleta, y así llega al destino de sus clientes favoritos. Ahora sí que el envoltorio de la canasta surgiría para mantener el interior caliente, y aprovechando la situación, agregar un adobo para dar más sabor a cada taco.

Hoy en día, no siempre vemos la tradicional bicicleta, pero la canasta no puede faltar.

El secreto está en el adobo

Además de preparar bien los guisos con los que se rellenan los tacos (ya quedamos que suelen ser de papa, frijol, chicharrón y carne de res adobada), los tacos van cubiertos con un adobo, secreto de cada quien. Este es el que le da el distintivo color rojizo a las tortillas.

La mayoría de las recetas en Internet lo hacen a base de chile guajillo, como en el caso del portal Cocina Delirante. Ellos proponen asar, en una sartén profunda, una cebolla grande en mitades junto con 4 dientes de ajo y 4 chiles guajillo.

Se agrega media taza de aceite y se deja freír unos 5 minutos. Después se licúa todo, hasta que tenga una consistencia homogénea, y se vuelve a poner al fuego hasta que hierva. Se reserva.

Pero también se podría hacer con chile cascabel, como propone el portal Taco Gurú. Esta receta lleva 100 gramos de chile cascabel, que se guisan junto con un diente de ajo y media cebolla grande en 2 cucharadas de aceite vegetal. Después de guisar todo junto, se muele la mezcla, y se agrega agua en caso de que haga falta hasta conseguir la consistencia adecuada.

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Instrucciones para armar la canasta

El chiste de los tacos de canasta es que ‘suden’ y estén calientes, o ya de perdida tibios, y para que además se impregnen con el adobo. Para eso es importante saber armar la canasta.

Y el proceso es sencillo: cubres el interior de la canasta con uno o varios trapos de algodón, luego con una capa de papel de estraza, y después con una bolsa de plástico. Después puedes poner otra capa de papel.

Ahora sí, toca meter los tacos a la canasta, y aquí suele haber dos formas de hacerlo, dependiendo de cómo se quieran adobar los tacos. ¿Cuál es mejor que otra? Dependerá del gusto de cada quien:

  1. Antes de hacer cada taco, remojas la tortilla en el adobo, la rellenas del guisado y, dobladas por la mitad, la colocas en la canasta. Entre cada capa colocas un poco de cebolla.

  2. Se arma cada taco con el guisado, y doblados por la mitad se colocan en la canasta. Cada capa se cubre con un poco del adobo, como bañándola, y un poco de cebolla.

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Los guisados que rellenan cada taco se preparan desde el día anterior, y se les da una calentadita para el armado, ayudando así a que suden bien.

¿Y la salsa? Esa va aparte, y no puede faltar, a gusto de cada taquero. Verde, roja, o de las dos, dependiendo de cada quien.

@travesabarros