Babasónicos despidió el año con el show más convocante de su trayectoria
Babasónicos ofreció su último recital multitudinario del año y fue nada menos que en el Campo Argentino de Polo. A las 21.40, con “Anubis”, incluido en el álbum Trinchera (2022), el grupo comandado por Adrián Dárgelos comenzó a recorrer un repertorio de 30 canciones, que después siguió con “Pijamas”, “Y qué” y “Montañas de agua”, durante un show que se extendió durante más de dos horas.
Solo música. Nunca hubo palabras que mediaran entre las canciones. Apenas algún “gracias” y frases aisladas al momento de los bises. No faltaron los visuales y las luces potentes de todo recital, pero nunca en una posición preponderante. De algún modo, Babasónicos mantiene en alto una premisa de vieja usanza: ser una banda de rock que se sostiene por su actitud sobre el escenario y sus canciones. Simplemente eso, canciones.
Y allí estuvieron sus diferentes épocas y estéticas. La crudeza rockera (”Once”), los riffs de guitarras (”Mimos son mimos” y “Paradoja”) o el rock rutero psicodélico atravesado por lo punkie (”Pendejo”); el tecno dance (”Microdancing”, “Bye Bye”), las cadenciosas (”Vampi”), las baladas tecno pop (”Izquierda de la noche”) y las imbatibles (“Putita”); también los hits a prueba de fallos (”Carismático”, ”Yegua”, “Irresponsables”).
Más temprano, los aislados chaparrones que cayeron sobre Buenos Aires no fueron un buen augurio para esta celebración rockera. Sin embargo, las altas temperaturas de todo el día no amedrentaron a los fans que, cuando la tarde todavía no había caído, comenzaron a acercarse al predio, con entrada en mano (o como se estila actualmente, con código QR impreso o ticket digital en el celular).
Entre el público se vio gente de la misma generación de Babasónicos (cuarentones y cincuentones) y más jóvenes, que siguen encontrando en el rock una identificación fuerte. No fue casual que este mes, mientras Duki llenaba de música urbana los oídos de sus fans adolescentes y veinteañeros en River, Los Fabulosos Cadillacs colmaban Ferro. Y anoche, Babasónicos cerraba 2023 con un recital al aire libre y masivo.
La previa del show fue una especie de gran pic-nic chill en el pasto, frente a un escenario de no mucha altura (para lo que se acostumbra a ver en los recitales al aire libre) con una estructura piramidal, una pantalla triangular y dos verticales a cada lado y una novedad: no tenía techo. La sensación de proximidad fue mucho mas cercana que en otro tipo de espectáculos a cielo abierto. Un punto a favor. En esa situación de tarde de relax se podía ver a gente como Joaquín (21) y Belén (24), que son novios desde hace “casi” un año y muy fans de la banda . Los dos llegaron varias horas antes bien provistos de remeras alusivas al último disco de la banda. “Casi que estamos festejando nuestro primer aniversario”, decía Joaquín, con una sonrisa imposible de rebatir. “Hace dos años que conocí a Babasónicos y desde ese momento no pude parar de escucharlos”, aseguraba. Belén, en cambio, llegó a los discos del grupo por sus primas. Ahora tienen algo más en común. Fueron a ver a la banda a Rosario y al Movistar Arena, en sus últimas presentaciones.
Similar es el caso de Gustavo y Juliana. Fueron al último show porteño y también vieron al grupo en el Hipódromo de Palermo, a pocos pasos de este predio hípico. “¿Hace mucho que escuchan Babasónicos?”, fue la pregunta. Gustavo mostraba sus canas y se reía. Después admitió que desde 2000 escucha a la banda. Juliana, en cambio, tiene la data de los inicios del grupo. Fueron al show en familia, solo faltó el más chico, en viaje de egresados de la primaria. Pero Ciro (16) y Justo (15) no se la quisieron perder. El clan tiene un pacto tácito, cuentan: los grandes escuchan la música de los chicos y los chicos se copan con Los Redondos y Babasónicos . “El último disco me encanta -dice Gustavo, con una remera que reza “Morrissey 1991″, el mismo año en que nació Babasónicos- . Para mí son una banda de vanguardia, moderna, actual. Por eso conecta con los chicos”.
Más de tres décadas
Babasónicos es una banda decana de la tercera generación del rock argentino surgido entre finales de los 80 y principios de los 90. Y, a diferencia de otras, goza de vitalidad, algo que se demuestra en la cantidad de conciertos que vienen dando en los últimos meses. El grupo cumplió tres décadas en 2021 y, desde su primer disco, de 1992, publicó 13 álbumes de estudio . El último es Trinchera avanzada, por el que obtuvo dos nominaciones a los premios Latin Grammy y seis en los Gardel, lo cual la convirtió en la banda más nominada de esta edición (Álbum del año, Canción del Año, Mejor álbum de rock alternativo, Productor del año, Mejor diseño de portada y Mejor colección de catálogo). Hace dos semanas se presentó el single “Tajada”, y si bien no se habla de una nueva producción discográfica, el lanzamiento de un sencillo siempre abre las expectativas del público sobre las novedades que el grupo pueda estar tramando, puertas adentro.
En cuanto a los shows, si bien esta actuación, por sus dimensiones y por estar casi al final del calendario 2023, representa la más importante, no es un hecho aislado . El grupo no se quedó quieto este año: agendó más de 40 shows. Meses atrás ofreció un concierto en el Movistar Arena y, desde abril pasado, programaron actuaciones en Santa Fe, San Juan, La Rioja, La Pampa, Córdoba, Mendoza y varias localidades de la provincia de Buenos Aires. También algunos show en los Estados Unidos, Israel, España, México, Paraguay, Colombia y Chile. Para cerrar el año, solo queda un evento en Punta del Este, el 28 de este mes. “Gracias por estos años y gracias por lo que quede”, lanzó Dárgelos en el tramo final del show en una de las pocas palabras pronunciadas entre canción y canción.