Cadenas de favores

Es un fenómeno curioso la proliferación de espacios online en los que la gente intercambia favores y objetos.

En Facebook ya hay muchos que se unen con este propósito. Alguien tiene??... Yo tengo... cuenta con 14 mil miembros, pero aclaran: "En este grupo SOLO pedimos y damos. No hay trueques, ni canjes, ni ventas." También han establecido una serie de normas legales para pertener a este grupo cerrado, en la que deslindan responsabilidades por cualquier acto indebido de sus miembros.

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Otro grupo en Facebook es Cadena de Favores, con 12.500 miembros. La filosofía de este grupo, inspirada en la película y novela del mismo nombre, queda clara y por escrito: "Cadena de favores es un grupo de ayuda a personas de forma gratuita y desinteresada, sin pedir nada para nosotros, a cambio de que cada persona que recibe ayuda a su vez ayude a otras 3 personas más, activando así una cadena de favores que hagan la vida algo mejor. Esto quiere decir, que este grupo no tiene como objetivo el trueque ni pedir favores para nosotros (los miembros del grupo). Nuestra filosofía se centra en ayudar entre nuestros familiares, amigos, vecinos, ciudadanos, etcétera. Seguro que alguien cercano a ti necesita ayuda y no la pide, Ayúdale y no le pidas nada para ti, tan sólo háblale de la posibilidad de que esa persona continúe una cadena de favores a otras 3 personas que también necesiten ayuda."

Y aclaran, para que no quepan dudas: "Los miembros de nuestro grupo ayudan porque les gusta, porque es bueno ayudar, sin más. No pensamos que debamos ser recompensados por ello ni que nos eleve espiritualmente. Simplemente creemos que ayudar forma parte de una sociedad más justa".

En Italia nació una propuesta que se llama Cafés Pendientes, y que ha tenido rebote en otros países de Iberoamérica y de Europa.

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La historia de esta idea, contada por ellos mismos:
"Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres “pendientes”.
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés – pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobremente y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún “café pendiente”?"

Este tipo de caridad apareció por primera vez en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejan en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.

En Argentina, el sitio que reúne a estas personas se llama Un café pendiente. En México se juntan en un grupo de Facebook. La movida ya cuenta hasta con logotipo: una simpática tacita de café.

Estos son algunos ejemplos de muestra de lo que está sucediendo y extendiéndose por todos lados.

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En una nueva red social, solo se unen con este propósito. Se llama Posibl y allí a las personas se las denomina como Dreamers.Pero también existen los Dream Makers: ONG's, empresas, organizaciones, todos dispuestos a cumplir los sueños de los usuarios.

Hay que registrarse, y puedes hacerlo a través de Facebook, Twitter o de la página, y publicar tu sueño: "Debes enfatizar tu meta. Subir fotos, videos y todo aquello que represente tu sueño, que incremente tus posibilidades de recibir ayuda de otros usuarios." Pero el trato no es solo de ida, así que también hay que aclarar qué tipo de ayuda estás dispuesto a prestarles a otros."

En Twitter @aleherren