La influencia de la dieta en la fertilidad
Por: Victoria Villaamil
Seguir la dieta mediterránea y asumir hábitos saludables, como hacer ejercicio moderado de forma regular, dejar el tabaco y el alcohol y evitar el estrés, influyen de forma positiva en la mejora de la capacidad reproductiva.
Los dicen expertos del Centro Médico de Reproducción Asistida (CREA). La codirectora de CREA, la Dra. Carmen Calatayud, ha explicado que diversos estudios confirman que una dieta rica en verduras, legumbres, aceite y pescado está relacionada con una disminución de los problemas disovulatorios, una mejora en el desarrollo embrionario y fetal, y un aumento, por tanto, de la tasa de gestación en los ciclos de reproducción asistida.
Además, ha advertido de que el estrés, las dietas desequilibradas, los hábitos tóxicos y la vida sedentaria son factores negativos para la fertilidad, mientras que el consumo moderado de café "no parece que altere la capacidad reproductiva, si bien la mayoría de las sociedades aconsejan limitar el consumo de cafeína en las mujeres embarazadas o que estén intentando conseguir gestación".
El estrés también tiene sus efectos nocivos sobre la fertilidad, ya esté relacionado con la situación personal o profesional del individuo o con el diagnóstico y tratamiento de la esterilidad. Se ha observado que el pronóstico de los tratamientos de reproducción asistida es peor en mujeres sometidas a altos niveles de estrés.
En el caso del hombre, el estrés puede alterar la calidad seminal y se erige como la principal causa de abandono de los tratamientos de reproducción asistida.
"Por estas razones, es importante que las parejas puedan tener un adecuado asesoramiento psicológico en relación a las alteraciones emocionales ligadas a la esterilidad", añade la Dra.
Asimismo los expertos alertan de los efectos nocivos del tabaco sobre la fertilidad e invitan "a abandonar su consumo, desmontando la extendida y falsa creencia de que en caso de embarazo, es peor la ansiedad provocada por no poder fumar, que el hábito tabáquico moderado".
En concreto, el tabaco afecta negativamente a nivel de ovario, trompa, útero, embrión, feto y recién nacido. También hay evidencias de un efecto nocivo sobre la espermatogénesis en el hombre.
En cuanto al alcohol, su consumo se ha relacionado en el caso de la mujer con retraso del crecimiento folicular, alteración de la maduración del ovocito, disminución de la fertilidad, menor tasa de fecundación e implantación y aumento de abortos.
Respecto al hombre, beber alcohol reduce la cantidad y movilidad de los espermatozoides, y provoca un aumento de espermatozoides anormales.
Asimismo, la actividad física moderada practicada de forma regular puede ser beneficiosa para la salud reproductiva por el efecto que tiene en el control del peso, en la disminución del estrés y en el aumento de la autoestima.
Por el contrario, la Dra. Calatayud advierte de que "el exceso de actividad física puede aumentar el riesgo de infertilidad, debido a alteraciones en el eje hipotálamo-hipofisario, responsable del equilibrio y funcionalidad hormonal".
Por último, se confirma que la obesidad puede afectar negativamente a las funciones del ovario, a la calidad ovocitaria y endometrial, y a la ovulación, mientras que la mujer con bajo peso puede presentar retraso en la menarquia, anovulación y alteración de los ciclos menstruales.
Fuente: Yahoo! España
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