Madres solteras

La madre soltera asume las funciones que en el marco de una pareja estarían distribuidas. / Thinkstockphotos
La madre soltera asume las funciones que en el marco de una pareja estarían distribuidas. / Thinkstockphotos

Son numerosas las mujeres que enfrentan el embarazo y el nacimiento de sus hijos solas, sin la compañía de un hombre para compartir la emoción de la llegada del bebé, los temores y angustias que suelen acompañar esta experiencia y todo lo que implica el cuidado del mismo. La tarea puede ser agotadora, pero también de una gran satisfacción frente al logro de la misma.

Las causas que explican que una mujer enfrente esta situación son variadas: desde la elección de hacerlo de esta manera, hasta circunstancias de la vida: viudez, separación, abandono.

Si esto sucede desde el nacimiento del bebé, estarán transitando además el puerperio. El puerperio de la mayoría de las mujeres, suele ser un período de sensaciones ambiguas, felicidad y angustia aparecen en una combinación por lo menos rara. Sabemos de la incidencia emocional en este tiempo posterior al nacimiento del bebé: un nuevo rol del cual hacerse responsable, los ideales que se juegan en torno al ser madre y ser mujer, los temores en relación a la articulación posible entre ambos, la añoranza por la vida anterior a la llegada del bebé...

En el caso de las mamás que están solas en este período, además de todo lo que incluye el puerperio, debemos sumar el duelo por la pareja que no fue, por el fallecimiento o el abandono; cualquiera de estas situaciones podemos enmarcarla en el duelo por la caída de algún ideal, ya sea ideal de pareja, ideal de familia, etc.

¿Cuáles son los problemas más frecuentes de las madres solteras?

Sobreexigencia y soledad:

La madre soltera asume las funciones que en el marco de una pareja estarían distribuidas: tareas domésticas, crianza, educación de los hijos, obligaciones económicas, responsabilidades en relación a la salud; frecuentemente esta sobreexigencia recae en desmedro de la vida personal y social, no dedicándole tiempo ni espacio a las relaciones, llegando en muchos casos a vivir en soledad.

Dependencia económica y afectiva:

Frente a las responsabilidades que implica asumir la maternidad a solas y los problemas de empleo a los que las madres solteras se enfrentan, muchas familias de origen se proponen en colaborar ofreciendo un espacio en sus hogares. El riesgo de ello es la pérdida de la autonomía, que los abuelos asuman roles protagónicos en el desarrollo de los niños, no permitiendo a la madre tomar las decisiones que la crianza implica.

La tarea puede ser agotadora, pero también de una gran satisfacción. / Thinkstockphotos
La tarea puede ser agotadora, pero también de una gran satisfacción. / Thinkstockphotos

Algunas sugerencias


Acepta la situación: Lo que en un primer momento puede parecer terrible, en la cotidianeidad de la situación y en la hermosa relación que puedas lograr con tu hijo, verás que "se puede" y disfrutarás de tu condición de madre.

Detecta personas que te apoyan: Rodéate de ellas, permitiendo su acercamiento. Esto es importante, ya que estarás en contacto con otros adultos y hará que te sientas menos sola al resolver y decidir distintas cuestiones. Asimismo, beneficiará la socialización de tu hijo, enriqueciendo sus posibilidades de relacionarse con otros, enfrentando la situación de compartirte y compartir su espacio, sus objetos.

Acepta ayuda: Se trata de pedir y recibir ayuda tanto emocional como económica. No se trata de "poder todo sola", sino de poder enfrentar cada día haciendo uso de todos los recursos que estén a tu alcance: la colaboración de amigos y familiares puede aliviar la enorme tarea. La ayuda profesional es otra herramienta que puede facilitar tu estabilidad emocional despejando angustias, culpas y temores, orientándote hacia el bienestar y la salud tuya y de tu hijo.

Logra independencia de espacio y dinero: De esta manera podrás tomar tus propias decisiones y construir un hogar creado especialmente para tu hijo y tú. Recuerda que las cosas materiales son necesarias para el desarrollo de tu hijo, pero algunas de ellas no son imprescindibles, como sí lo es todo el amor que puedas brindarle.

Contacta a otras mujeres que hayan vivido esta experiencia: Hay instituciones gratuitas y privadas que organizan estas reuniones para compartir experiencias, aceptar sugerencias, sentirse contenidas, entendidas y respetadas.

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