¿Quién debería tomar la píldora, él o ella?
En estos días la píldora anticonceptiva para hombres ha vuelto a ser noticia. De acuerdo con la información de varios diarios, un grupo de científicos estadounidenses descubrió que el compuesto de moléculas denominado JQ1 (utilizado en investigaciones para la cura del cáncer), tendría la capacidad de disminuir la producción de espermatozoides. Al penetrar en la sangre de los testículos, el compuesto altera la espermatogénesis, proceso a través del cual maduran los espermatozoides.
La buena noticia es que el tratamiento es reversible, es decir que al suspender el consumo de JQ1, el proceso de producción de espermatozoides vuelve a la normalidad sin alterar la producción de la hormona testosterona, la calidad de los hijos o la vida reproductiva. La mala noticia es que el experimento sólo ha sido experimentado en ratones, por lo que habrá que esperar un periodo de prueba para conocer sus efectos en la salud y la libido del hombre.
Este descubrimiento se complementa con el que hicieron investigadores de la Universidad de Edimburgo hace varios meses. Los científicos escoceses hallaron el gen "Katnal 1", responsable de la producción de espermatozoides "sanos", es decir, aquellos capaces de fecundar el óvulo. Ahora se enfocan en desarrollar tratamiento anticonceptivo que sea reversible y sin consecuencias negativas a largo plazo.
Como he dicho en otras ocasiones, una píldora anticonceptiva para hombres representaría un avance enorme en cuestión de equidad de género. El hecho de que ellos se hagan cargo de su fecundidad permitiría evitar los "accidentes" que derivan en una paternidad forzada —y sus consecuencias a nivel emocional, familiar y social—. También haría más equitativa la responsabilidad del embarazo, que como lo muestra un sondeo realizado por la revista marieclaire.fr , aún está depositada en la mujer. La revista salió a la calle y le preguntó a los hombres si estarían dispuestos a tomar la píldora anticonceptiva. Varios respondieron que no porque, en primer lugar, "la anticoncepción es un asunto de la mujer", y en segundo, porque tienen miedo de "poner en riesgo su virilidad".
Estas afirmaciones nos recuerdan que mientras la ciencia avanza a pasos agigantados, los patrones de pensamiento se mueven muy lentamente. Ello no significa que sea imposible cambiarlos, sino que va a tomar un tiempo entender que la procreación es asunto de dos y que la virilidad no está centrada en el desempeño sexual.
El otro problema es el de la confianza. En general, cuando no asumimos la responsabilidad sobre algo, lo tomamos a la ligera. En el estado actual de las cosas, muchas mujeres considerarían arriesgado que el hombre asumiera el control de la reproducción a través de la píldora. Muchas dicen al respecto que "si se le olvida a él, la que se embaraza soy yo".
Mientras se hace realidad la píldora anticonceptiva para hombres, podemos ir preparando el terreno de las ideas y trabajando en el concepto de responsabilidad reproductiva. Aquí dejo una idea para comenzar: pienso que la decisión no tiene que ser excluyente, es decir, no tiene que ser él o ella quien tome la píldora, sino que podrían ser ambos, él y ella.
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