Inyecciones para adelgazar, ¿funcionan?

Texto: Verónica Ortega

Las inyecciones para bajar de peso tienen cada vez seguidores. Mientras que algunos cuestionan su efectividad, otros se dejan llevar por la promesa de deshacerse de la grasa no deseada en la figura. Al tratarse de procedimientos no invasivos, y de un recurso “sin esfuerzo” para adelgazar, suenan tentadoras, pero ¿son efectivas?

En la búsqueda por estilizar la silueta, algunas personas están dispuestas a todo: pasar hambre, entrar al quirófano o someterse a tratamientos cosméticos. Aunque los especialistas en la materia insisten que la fórmula acertada para perder libras y mantener la línea, es llevar una dieta balanceada y realizar actividad física, “una ayudadita” para facilitar el proceso, resulta irresistible para muchos.

Así, las más diversas propuestas indundan el mercado y, aunque lucen prometedoras, vale más averiguar qué evidencia científica avala sus resultados, para no mal gastar tu dinero o exponer tu salud.

En este segmento, las inyecciones hormonales y vitamínicas, figuran como las más populares. Entérate qué opinan los expertos respecto a su efectividad y posibles consecuencias.

Inyecciones de hormonas

Los tratamientos con GCH (Gonadotropina Coriónica Humana) o HCG en inglés, encabezan la categoría, pero ¿qué es?. Se trata de una hormona producida en la placenta durante el embarazo, que regula el desarrollo del embrión e influencia los niveles de otras hormonas.

El Dr. David L. Katz, Director del Centro de Investigación para la Prevención, de la Universidad de Yale, comenta para el portal de Oprah que: “Algunos centros para bajar de peso, afirman que las inyecciones de GCH, tienen un efecto inhibidor del apetito, lo que permite seguir una dieta muy baja en calorías, sin embargo, no hay evidencia de que esto sea cierto”.

Edgardo Ridner, Médico Especialista en Nutrición coincide, y se declara en contra del empleo de hormonas para el control de peso: “El uso de una sustancia con efectos múltiples no es seguro”, y enfatiza en la falta de evidencia acerca de los posibles efectos adversos en el corto y largo plazo.

Por su parte, César Casávola, Médico y Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, expone que: “Pretender utilizar una hormona sin que altere los niveles de otras, es imposible”.

Y ello puede ser más peligroso de lo que imaginas. De acuerdo con Katz, la GCH estimula los ovarios y puede provocar fluctuaciones en el estrógeno y la progesterona, dando lugar a la formación de quistes.

Además, la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU (FDA, por sus siglas en inglés), declara que en dicho país, no hay productos aprobados con GCH para bajar de peso, y advierte que solamente se ha autorizado su uso para tratamientos de fertilidad femenina o ciertos casos de alteraciones hormonales en los hombres. La entidad remarca que requiere de prescripción médica.

A las posibles consecuencias de las inyecciones de GCH y la ausencia de trabajos científicos que comprueben sus resultados, hay que sumar las desventajas de llevar un régimen con un aporte calórico mínimo.

La Dra. Kristie Leong explica para el portal del Hospital General del Condado de Waldo en Maine, que, una dieta por debajo de las 1200 calorías diarias, puede provocar una mala nutrición, afectar la salud y hacernos más propensos a contraer enfermedades.

Por si fuera poco, la Academia de Nutrición y Dietética de EE.UU. señala que, bajar de peso demasiado rápido o de forma desbalanceada, puede implicar la pérdida de masa muscular y, cuando ésta decrece, se alenta el metabolismo.

Inyecciones de vitaminas

Dentro de esta categoría, la vitamina B12 es la protagonista. Algunas clínicas para la reducción de peso, argumentan que las inyecciones de la misma, aportan energía y estimulan el metabolismo, promoviendo la quema calórica.

La dietista Katherine Zeratsky explica para la Clínica Mayo que: “A menos que se tenga una deficiencia de esta vitamina, inyectarla no incrementará la energía”. La Academia de Nutrición y Dietética concuerda y puntualiza en la falta de evidencia científica que demuestre que acelera el metabolismo.

Medline Plus, portal de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., señala que las inyecciones de vitamina B12 pueden tener efectos secundarios serios, como debilidad, calambres, mucha sed, dolor de piernas, confusión, dificultad para respirar y ritmo cardiaco acelerado, entre otros. Ante los mismos, es esencial acudir al médico de inmediato.

El veredicto

Los expertos coinciden en que a la fecha, no existen pruebas científicas que avalen la efectividad de las inyecciones de GCH y vitamina B12, para adelgazar. Lo que sí prevalece, es una inquietud en la comunidad médica por las posibles consecuencias de las mismas.

Muchos de estos “tratamientos” se acompañan de dietas estrictas, un aumento de actividad física, o ambos. La dietista Kathleen Zelman, Directora de Nutrición de Web MD, portal especializado en salud, puntualiza que pueden ser éstos los responsables de la reducción de tallas, más no las inyecciones en sí.

Tómalo en cuenta antes de considerarlas y recuerda siempre consultar al médico si planeas hacer cambios en tu alimentación o recurrir a tratamientos para bajar de peso.

Fuentes: Adminsitración de Drogas y Alimentos de EE.UU, Portal de Oprah, Hospital General del Condado de Waldo, Academia de Nutrición y Dietética, Clínica Mayo, Medline Plus y Web MD

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