Cómo quitar las migrañas de forma natural
Por Paula Halperín
El dolor de cabeza es uno de los padecimientos usuales más insoportables que le pueden ocurrir a un ser humano. Y parece que por el simple hecho de ser mujeres estamos condenadas a sufrir más; tanto estrés, una mala postura o esos molestos cambios hormonales, son algunos de los factores que influyen.
Las migrañas pueden darse por diferentes motivos, y antes de saber cómo calmarlas es imprescindible saber la raíz de su origen.
La idea de esta nota es acudir lo menos posible a los medicamentos químicos, por eso te ofrecemos algunas fórmulas naturales. Pero si los dolores son demasiado recurrentes, es indispensable la previa consulta con un profesional.
Como un garrotazo
Tensiones: en estos tiempos de vida sedentaria en que se usa tanto la computadora es muy usual tener algunos problemas en las vértebras cervicales, lo que puede traer bastantes migrañas. En este caso es recomendable hacer un pequeño intervalo cada tanto para practicar ejercicios que descontracturen el cuello.
Acá, algunos ejemplos:
Se pueden hacer sobre la silla o sentadas en el suelo con las piernas cruzadas.
Los brazos deben estar relajados a los costados y la espalda recta. Inhalo en 4 tiempos llevando muy lentamente la cabeza hacia atrás (el movimiento no debe ser forzado ni producir dolor). Luego, exhalo el aire en 4 tiempos con el movimiento contrario; es decir, acercando el mentón hacia el esternón. Repetir unas 10 veces.
Vuelvo a la posición inicial con la cabeza hacia el frente y comienzo a girarla como diciendo “no” para un lado y el otro, tratando de que las orejas lleguen lo más lejos posible, sin girar la espalda. Inhalo desde el centro y exhalo mientras voy a los costados. Siempre en 4 tiempos y repitiendo también unas cuantas veces.
Luego, en posición inicial, inhalo, llevo la oreja izquierda hacia el hombro del mismo lado y con la mano izquierda, muy suavemente, empujo la cabeza hacia abajo para estirar el cuello. No hay que hacer fuerza sino dejar que el peso del brazo sea el que va relajando y estirando la zona. Vuelvo muy despacio, exhalo y repito para el otro lado. Asimismo, una ducha bastante caliente que masajee la parte superior de la columna, hombros y cuello, es muy reconfortante.
Cambios hormonales: aquellos días previos a la menstruación nuestra cabeza parece que va a estallar en cualquier momento. Otras mujeres también padecen este dolor durante la ovulación. Dicen que tiene que ver con la bajada de estrógenos que se produce durante los cambios del ciclo. ¿Qué hacer entonces? Dicen que el aroma de una manzana verde con la cáscara puede traer bienestar. Es bueno comerla lentamente de manera que su aroma penetre bien por la nariz. Asimismo, una fórmula un poco más segura es mojar los pies hasta los tobillos en una palangana con agua caliente, durante 15 minutos, mientras colocamos paños húmedos bien fríos en la cabeza.
De esta manera, se dilatan los vasos sanguíneos de los pies mientras se contraen los de la cabeza, la sangre comienza a circular y disminuye la presión en el cerebro. También hay algunas plantas que ayudan, pero siempre con el consejo médico: la cimicifuga (que tiene efectos similares a los estrógenos) y la packera aurea, aunque son tratamientos a largo plazo.
Problemas digestivos: existen estudios que dicen que tomar lecitina de soja durante un tiempo reduce la cantidad de episodios de migraña. Pero muchas veces, si el origen de ellas es por inconvenientes en el aparato digestivo, es necesario eliminar de nuestro menú estos alimentos que irritan el sistema nervioso: quesos picantes, cítricos, grasas de origen animal, bebidas alcohólicas, chocolate, productos en lata o deshidratados (porque tienen muchos aditivos). Para calmar las molestias se puede hacer un té de manzanilla o marrubio negro.
Estrés: entre otros males, el estrés también puede traer dolor de cabeza. La recomendación obvia es tratar de tener una vida más tranquila, hacer actividades que nos relajen como, por ejemplo, yoga o natación. Pero también hay infusiones que pueden ayudar, como por ejemplo, las de ginseng. Otro recurso es embeber un paño con unas gotas de aceite esencial de lavanda y aspirarlo relajadas sobre una cama, en un ambiente oscuro y con música suave.
No todo el mundo se beneficia con las mismas fórmulas. Lo ideal es ir probando diferentes recursos para descubrir cuál es el que mejor resultados te da.
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