Los microorganismos como suplementos
Con mayor frecuencia nos estamos encontrando con suplementos a base de microorganismo como el caso de alga espirulina, lactobacilos o levadura de cerveza. Se elaboran con la concentración de un gran número de unidades de estos microorganismos, previamente desecados y convertidos en polvo.
El alga espirulina, es un alga microscópica rica en proteínas, vitaminas y minerales como el hierro, complejo B, principalmente B12, por mencionar los principales.
Los lactobacilos, son los bacterias que se producen por la fermentación acidoláctica de la leche, convirtiéndola en yogur, son necesarias para equilibrar la flora bacteriana del intestino grueso y favorecen su buen funcionamiento, mejoran las defensas anti infecciosas necesarias en el tracto digestivo.
La levadura de cerveza, resultado de deshidratar millones de hongos unicelulares, pertenecientes al género saccharomyces, similares a los encargados de fermentar la masa del pan. Contiene proteínas, vitaminas como el complejo B y vitamina D. Minerales como selenio, conocido por su gran capacidad antioxidante y anti cancerígena. Cromo, una deficiencia puede desencadenar problemas de diabetes y arteriosclerosis. Y ácido alfa-lipoico, potente antioxidante que incluso es usado en algunos tratamientos contra el sida por su acción tonificante y estimulantes del sistema inmune.
Aunque siempre lo más aconsejable antes de utilizar cualquier producto es consultarlo con un especialista, el uso de estos microorganismos es tomado como parte de nuestra alimentación, por el origen natural del que son obtenidos. Misma razón que lo hace un suplemento seguro desde los niños hasta adultos mayores.
Como cualquier alimento, estos suplementos de origen microscópico puede en algunas personas estar contraindicado, especialmente cuando hablamos de la levadura de cerveza, la cual debe evitarse si hay problemas de ácido úrico elevado, si su consumo provoca flatulencia excesiva, diarrea o si se padece de candidiasis.
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