Pistaches: un puñado de salud
El pistache es el fruto de un árbol llamado alfóncigo, o más comúnmente conocido como pistachero o pistacho (pistacia vera); originario de Asia Central y Asia Menor, el alfóncigo fue llevado a Europa en la era cristiana. Su fruto, el pistache, es uno de los frutos secos más antiguos del planeta; sobre este tema existe una prueba arqueológica en Turquía, que indica que los seres humanos disfrutaban del pistache desde el año 7000 A.C. Irán se ha convertido en el principal productor de pistaches, y es ahí en donde por la forma de su cáscara, son conocidos como “pistacho sonriente”.
Este suculento fruto seco tiene varias leyendas asociadas, por ejemplo, según la musulmana, el fruto seco del pistache fue uno de los alimentos que Adán trajo a la Tierra. Otra leyenda cuenta que la Reina de Saba decretó que los pistaches eran un alimento de consumo exclusivo para la realeza, llegando al extremo de prohibir a los plebeyos que plantaran el fruto para su uso personal. El antiguo Rey de Babilonia, Nabucodonosor, tenía árboles de pistache plantados en sus legendarios jardines colgantes.
¿Por qué se recomienda su consumo? Por los siguientes beneficios:
Es la oleaginosa con el menor aporte calórico.
Una ración de 30 pistaches te aporta solo 100 calorías.
Son ricos en fibra, te pueden llegar a aportar hasta 3 gramos, casi la misma cantidad que tiene una rebanada de pan de trigo integral o tres ciruelas.
Es una excelente opción para antes o después de entrenar, pues una porción te ayuda a recuperar lo que pierdes al sudar: 300 mg de potasio y 130 mg de sodio.
Son realmente bajos en Hidratos de Carbono.
Son fuente de vitamina B6 y otras del complejo B.
Te aportan minerales como magnesio, potasio y fósforo.
Gran fuente de antioxidantes.
Es un alimento considerado saludable para el sistema cardiovascular, por ser libre de grasas trans y alto en grasas mono insaturadas y polinsaturadas.
Tienen menos calorías, menos grasa y puedes consumir mayor número de ellos por ración, por ejemplo: una porción normal corresponde a media taza, que equivale a 49 frutos secos; en comparación, podrías consumir solo 23 almendras, 21 avellanas, 18 nueces de la India y 10 nueces de macadamia.
Por otro lado, el pistache es un alimento muy versátil. Aquí te dejo algunas ideas de cómo puedes integrarlo a tu alimentación diaria, ya que lo puedes combinar con varios alimentos.
En el desayuno: puedes mezclarlo con el yogurt y frutas, o con el cereal y leche descremada.
Como colación a media mañana o a media tarde: es una muy buena opción para saciar el hambre.
Para la hora de comer: los puedes tostar y utilizar en vez de croutones de pan, sobre una ensalada verde combinada con aguacate y queso blanco, aderezada con aceite de oliva extra virgen, para adornar una crema, combinarlos con arroz al vapor, etc. Para sustituir el pan para empanizar, es una muy buena y rica opción.
Pasando al postre: puedes integrarlo a las gelatinas.
Al llegar la cena: una combinación deliciosa es mezclar los pistaches tostados con requesón y pasitas, creando una pasta para untarla en galletas integrales.
Como ves, los pistaches son más que una botana saludable, son un alimento muy completo, versátil, que puede dar vida a todo tipo de platillos. Recuerda que el cuidar la línea no está peleado con el disfrutar la comida, lo único importante es respetar la ración recomendada y no abusar de ellos.
¡Recuerda…tú generas el cambio!
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