La otra boda, una comedia de enredos que le da nueva vida al género

La otra boda (You’re Cordially Invited, EE.UU./2025). Dirección y guion: Nick Stoller. Fotografía: John Guleserian. Edición: Daniel Gabbe y Hugh Ross. Música: Michael Andrews. Elenco: Reese Witherspoon, Will Ferrell, Meredith Hagner, Geraldine Viswanathan, Celia Weston, Leanne Morgan, Rory Scovel y Jack McBrayer. Disponible en: Prime Video. Duración: 109 minutos. Nuestra opinión: buena.

Hubo un tiempo, que ahora parece muy lejano, en el que Hollywood producía comedias con estrellas convocantes, guiones efectivos y presupuestos medios y las estrenaba en salas con éxito de moderado a enorme. Sin embargo, esa sana costumbre está prácticamente extinta para la producción cinematográfica que abandonó a las comedias y a sus muchos subgéneros en favor de lanzar películas de gran producción y dramas caza premios a repetición. Así, el espacio del género que dejaron vacantes los estudios de cine fue ocupado por las plataformas de streaming que le dieron nuevas oportunidades a las comedias con muy buenos resultados de público aunque la calidad de sus propuestas muchas veces no estuviera a la altura de las mejores épocas de los largometrajes cómicos incluso si contaban con elencos destacados. Así, si bien la comedia está viviendo una segunda primavera gracias al streaming, hay que decir que su nuevo espacio tiende a aplanar sus capacidades y a optar por proyectos convencionales que no aportan demasiado al canon del género en Hollywood.

Con esos antecedentes, la posibilidad de que La otra boda, el film que está disponible desde el jueves pasado en Prime Video fuera una decepción, a pesar de estar protagonizada por los talentosos Will Ferrell y Reese Witherspoon, era elevada. Sin embargo, la comedia escrita y dirigida por Nicholas Stoller, realizador de las excelentes Cómo sobrevivir a mi novia y su secuela Cómo sobrevivir a un rockero (títulos anodinos que no inspiran demasiado ni representan lo graciosas e inteligentes que son ambas películas) se destaca de la media con una historia por momentos desopilante y absurda -pero nunca ridícula- y por momentos sensible-, pero nunca sensiblera. Además de un guion ajustado, el film cuenta con un elenco sin eslabones débiles. Desde los personajes secundarios a los protagónicos, todos tienen su momento para brillar e integrar sus diferentes estilos de interpretación para hacer que el cuento funcione. En principio, la dupla de Witherspoon y Ferrell no resulta la más obvia y, sin embargo, la química se percibe desde el primer cruce de miradas entre sus personajes, más parecidos de lo que aparentan ser a primera vista.

La premisa de La otra boda es la de una comedia de enredos clásica: Jim (Ferrell) un viudo dedicado a proteger y mimar a su única hija decide hacerse cargo de la organización de la fiesta de casamiento de la chica en el mismo hotelito sureño, donde décadas antes se había casado él con su esposa y a pesar de que hace la reserva correspondiente un imprevisto hace que su solicitud no quede agendada. Lo que permite que poco después el lugar sea alquilado, para la misma fecha, por Margot (Witherspoon), una productora televisiva decidida a darle a su hermana menor la boda de sus sueños.

Lo que sucede a continuación sigue los preceptos del género: la confusión inicial lleva primero al enojo y luego al frágil acuerdo entre las partes de compartir el reducido espacio para celebrar los dos matrimonios en tándem. La paz, por supuesto, es efímera con el intenso Jim dispuesto a todo para hacer feliz a su hija, incluso contra la voluntad de ella, y con Margot confundiendo sus antiguos traumas familiares con los deseos de su hermanita Neve, interpretada por Meredith Hagner (Search Party), una brillante elección de casting de la que la película se beneficia desde el comienzo. Es que sin el vínculo cercano y amoroso entre las hermanas, el personaje de Witherspoon podría haber transmitido un exceso de amargura que la actriz apenas insinúa. Así, la trama evita repetir viejas y perimidas formas de retratar a mujeres con carreras exitosas poco interesadas en el matrimonio y la maternidad.

Por el otro lado, el dúo que forman Ferrell y Geraldine Viswanathan, encargada de interpretar a su hija Jenni, también logra mantener el equilibrio entre las situaciones más exageradas que atraviesan sus personajes y la emoción que implica que su cercana relación esté en pleno proceso de cambio. El estilo de comedia en la que Ferrell brilla, esa acumulación de gestos absurdos y de movimientos maníacos que bordea lo bizarro que lo hizo famoso en films como Elf, Ricky Bobby - Loco por la velocidad y El reportero: La leyenda de Ron Burgundy, entre otros, se despliega en la película sin abrumar ni entorpecer el desarrollo de la narración, que sí tropieza cuando el circuito de mezquindades y pequeñas revanchas empieza a repetirse demasiado. Aun así, La otra boda divierte y advierte que la comedia, no importa dónde se exhiba, tiene todavía mucho para ofrecer.