Candela Campos, de GH: del sueño de ganar el reality para abrir un gimnasio al bullying que sufrió de chica y que sobrevoló su paso por la casa

Candela Campos esperaba quedar afuera del reality porque se sabía frágil en la casa de Gran Hermano, que emite Telefe. En diálogo con LA NACIÓN, la participante cuenta que su objetivo era ganar para abrir un gimnasio, y dice que aunque disfrutó del mes que vivió en la casa, hubo momentos en que no la pasó bien porque sintió que le hacían bullying y que eso la transportó una infancia que todavía le duele.

–¿Te sorprendió que votaran para que salieras del reality?

–Todo puede pasar, pero me esperaba salir porque era una votación positiva en una placa difícil y hay gente que es más fuerte. Sabía que yo podía pasar desapercibida. No me sorprendió.

–Haciendo una autocrítica, ¿qué te faltó dar para quedarte?

–Creo que no mostré mi carácter desde el primer momento y fui mucho más tranquila de lo que soy. Admito que la casa me consumió un poco la energía y no di todo lo que podía dar.

–Muchos dijeron que eras una planta en el reality, ¿en algún momento sentiste que no meterte en ninguna polémica te jugó en contra?

–Entré ya sabiendo del concepto planta. No me sentí una planta, aunque quizá de afuera se veía eso porque no estaba tan expuesta y es verdad que no me metía en discusiones ni daba mi idea. En los últimos días me animé a no guardarme nada, pero debería haberlo hecho antes.

–¿Con qué objetivo entraste al reality?

–Quería ganar para abrir mi propio gimnasio y ayudar a mis papás. También admito que me interesa un poco la fama para que me ayude en la visibilidad en redes.

–¿Cómo te ganás la vida?

–Trabajo desde que soy chiquita porque mi familia es humilde y necesito ayudar en casa. Además, hago patín desde chica y es un deporte caro, al menos para nosotros. De los 15 a los 17 años di clases de patín a los grupos de los más chicos, en el club de Villa Luzuriaga, donde trabaja mi hermana. Después trabajé en un local de comidas rápidas y aprendí un montón.

–¿Y antes de entrar a la casa?

–Estaba como personal trainer durante la semana y los fines de semana trabajaba como promotora en automovilismo. Me gusta mucho trabajar.

–¿Y seguís patinando?

–Nunca dejé de patinar, pero sí de competir porque no me daban los horarios en el trabajo. Es muy sacrificado competir, hay que entrenar seis horas de lunes a sábados, y además hay otras disciplinas como psicología, nutrición. Era mucho esfuerzo y no podía dedicarme al cien por ciento porque necesitaba trabajar.

–¿Qué imaginás que va a pasar a partir de ahora?

–Ojalá pueda probar cosas nuevas en la tele.

–¿Vas a volver a entrenar a tus alumnos?

–¡Si! No sabían que yo entraba al reality, pero cuando me vieron en la casa fueron a apoyarme a las galas. Fue muy lindo. Dejé a mi hermana en mi lugar y ella les dijo que me iba de viaje, por trabajo.

–¿Qué fue lo que mas te gustó en la casa?

–No me gusta estar sola, así que lo bueno es que siempre hay gente. No tenía vergüenza ni de llorar ni de nada y pude decir lo que sentía y me contenían. Lo mejor fue la compañía.

–¿Por qué no te gusta estar sola?

-Siempre fue así. Si en casa estoy sola, salgo a pasear. No me gusta estar encerrada ni sola.

–¿Y hubo algo que sufriste en el programa?

–Se formaron grupos y a veces pasaba y me daba cuenta de que bajaban la voz para que yo no escuchara. Sufrí bullying de chica y eso me afecta y me bajonea un poco. Por eso no pude incluirme en grupos que estaban bastante cerrados.

-¿Cuándo sufriste bullying?

-De chica, en la primaria y secundaria. Porque no me sale pronunciar bien la erre, me cuesta un montón. Hoy me tomo eso en chiste, pero me afectaba. Y hubo un momento en el que era más gordita y se burlaban. O porque soy dientona o tengo sonrisa grande...

–Te transportó a un momento triste de tu vida...

–Sí. De chica sufrí eso. Era tímida además, pero ya no. Hoy me río de todo eso. Y en la casa se multiplican las emociones, todo se potencia.