El caso insólito de una lagartija que pone huevos y pare crías al mismo tiempo

Si la naturaleza en general es sorprendente, la que encontramos en Australia suele llevarse la palma. Y un caso que explican en un artículo reciente lo deja claro: una lagartija que pone huevos y da a luz en la misma puesta.

Que hay especies capaces de adaptar su manera de reproducirse, y poner huevos o dar a luz crías vivas dependiendo de las circunstancias ya se sabía. No son muchas especies, pero no es algo inaudito. Lo de que en la misma puesta – o en el mismo parto, según se mire – se den las dos, eso sí que era desconocido.

Y extraño. Extraño porque tiene difícil explicación. En general, en la naturaleza no encontramos mucha versatilidad en casi ningún campo. A fin de cuentas, saber hacer dos cosas suele implicar que no se hace ninguna a la perfección. Y mucho menos si hablamos de estrategias reproductivas.

Porque poner huevos y dejar que se desarrollen en el exterior – oviparía – y poner huevos pero incubarlos en el interior del cuerpo de la madre – ovoviviparía – son dos estrategias que requieren factores distintos.

Algunos muy obvios, como que las especies ovovivíparas necesitan espacio para transportar los huevos hasta que eclosionen mientras que las ovíparas no. Pero algunas que van más allá, y que resultan difícil de compatibilizar: no es lo mismo poner los huevos que tener que proporcionarles calor, más en una especie de “sangre fría”.

Entonces, ¿qué está pasando? Porque algo tiene que estar pasando, algún sentido tiene que tener que una misma hembra haga las dos cosas. Parece, o esa es la hipótesis con la que trabajan los investigadores, que lo que estamos viendo es la evolución en acción.

Porque la especie es capaz de hacer las dos cosas al mismo tiempo, pero también puede hacer sólo una de las dos dependiendo del momento. O mejor dicho, del entorno. Porque hay dos poblaciones de este reptil, y en cada una de ellas se prima una opción.

Una de las poblaciones vive en una zona más fría que la otra. Y es precisamente la población de zonas más frías donde más tendencia hay a la ovoviviparía, a mantener en el interior de la madre los huevos hasta que eclosionan. Algo que cuadra con lo que ya se sabía: que en climas fríos resulta más estratégico que las crías salgan vivas, porque sobreviven más – y mejor, pero eso es otra historia.

Entonces, ¿van camino de convertirse en dos especies distintas, una que ponga huevos y otra que los madure en el interior de la madre? Puede ser, pero los investigadores no descartan otra alternativa aún más interesante: que simplemente nos encontremos frente a una especie capaz de revertir su estrategia reproductiva, y eso sí es poco frecuente e interesante.

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