Yahoo Estilo Charlize Theron desmorona el irrealismo de belleza hollywoodense con una verdad sobre el envejecimiento
Charlize Theron no quiere que nadie dictamine cómo debe envejecer. Ni la sociedad, ni Hollywood ni el edadismo prejuicioso que tanto comprime a las mujeres desde tiempos inmemorables. Al contrario, quiere hablar de la edad con toda la normalidad del mundo. Porque la sudafricana será una de las mujeres más hermosas del cine, habiéndose labrado una carrera como modelo y embajadora de Dior durante dos décadas. Sin embargo, a la hora de hablar de su experiencia de vida a los 48 años, lo hace con total sinceridad, desmoronando el irrealismo en torno a la perfección de la belleza hollywoodense con una verdad que con frecuencia descubrimos pasados los 40.
"Mi rostro está cambiando, y me encanta que mi rostro esté cambiando y envejeciendo", dijo recientemente a la revista Allure. "La gente piensa que me hice un estiramiento facial", sentenció ante los rumores que la señalan de haberse sometido a una cirugía plástica en secreto. "Dicen, '¿Qué se hizo en la cara?' Y yo reacciono, '¡Perra, solo estoy envejeciendo! No significa que me haya hecho una mala cirugía plástica. Esto es lo que sucede'".
La actriz ganadora del Oscar también señaló su disconformidad con la idea “injusta” de que se diga que “los hombres envejecen como el buen vino” y las mujeres “como flores marchitas”. “Desprecio ese concepto y quiero luchar contra él, pero también creo que las mujeres quieren envejecer de una manera que les parezca correcta. Creo que debemos ser un poco más empáticos con la forma en que todos pasamos por nuestro viaje. Mi viaje de tener que ver mi cara en una valla publicitaria es bastante divertido ahora”.
Theron se refiere a las portadas y publicidades que protagonizó como la chica dorada de Dior, vistiendo de oro, arrojando joyas por el suelo hasta desnudarse por completo o deslizándose con elegancia por una piscina de agua dorada mientras cada comercial se convertía en su propia pasarela. Sin embargo, esa imagen de perfección eterna que lleva perpetrando con su imponente belleza natural durante 20 años, no tienen nada que ver con su realidad física a los 48.
Y cumpliendo con su misión de romper con los prejuicios, se coloca como ejemplo para hablar de una verdad enorme. Una verdad de la que solemos quejarnos cuando pasamos los 40 y de la que ni Hollywood ni el mundo nos advierte con tiempo. Y si algún adulto lo hace cuando somos más jóvenes, directamente no les hacemos caso al estar sumidos en nuestra burbuja de inmortalidad juvenil. Les hablo de la ‘otra cara’ de hacerse grande, cuando descubres de repente que tu cuerpo no es el mismo: que ya no te recuperas de lesiones tan rápidamente como a los 20 o 30. Que ya no pierdes peso con la misma rapidez. Que, prácticamente, la sensación física de juventud (que no mental ni emocional, esa nunca debe perderse) habría desaparecido para siempre.
Así, en la misma entrevista, Theron recuerda cómo aumentó 18 kilos para interpretar a una asesina en serie en Monster (2003), perdiéndolos “de la noche a la mañana” después de terminar el rodaje. Tenía 27 años. "Me perdía tres comidas y volvía a mi peso normal", bromeó la actriz. Sin embargo, cuando repitió la experiencia tiempo después para interpretar a una madre embarazada en Tully (2018),descubrió que su realidad había cambiado a raíz del paso del tiempo.
“Recuerdo que después de un año de tratar de perder peso, llamé a mi médico y le dije: 'Creo que me estoy muriendo porque no puedo perder este peso'". Y él dijo: 'Tienes más de 40 años. Cálmate. Tu metabolismo no es lo que era'”. Theron había aumentado 23 kilos para el papel tomando batidos, comiendo macarrones con queso en mitad de la noche, ingiriendo comidas procesadas y bebiendo más azúcar de la que había tomado en su toda su vida. Sin embargo, la dieta la llevó a caer en depresión, como reveló en 2018 a Entertainment Tonight (vía Insider), viviendo un proceso “infernal” cuando intentó perder los kilos ganados. “Tu cuerpo a los 27 es un poquito diferente a tu cuerpo a los 43”, dijo en aquella ocasión.
De esta manera, tras descubrir las diferencias que imponen los años, Charlize Theron decidió que “nunca más” volverá a hacer una película donde tenga que subir otros 20 kilos. “Nunca más lo haré de nuevo porque no puedes quitártelos de encima”, sentenció a Allure.
Sin embargo, como señalaba anteriormente, no es lo único que Charlize Theron descubrió pasados los 40. La actriz, que en los últimos años demostró sus habilidades para el cine de acción con películas como Mad Max: Furia en el camino (2015), Atómica (2017), La vieja guardia (2020) o la saga de Rápidos y furiosos, también es consciente de los riesgos asociados al género y su edad.
“Lo que realmente me fastidia es que ahora hago películas de acción y si me lastimo, me toma mucho más tiempo curarme que cuando tenía 20 años", dijo a Allure. "Más que mi cara, desearía tener mi cuerpo de 25 años que puedo tirar contra la pared y ni siquiera lastimarme mañana".
Y no creo equivocarme al creer que todos los que pasamos los 40 comprendemos de lo que habla. Porque más allá de las explicaciones clínicas, es una realidad a la que nos enfrentamos los seres humanos cuando, de repente, notamos que el cuerpo no responde de la misma manera a lesiones o dolencias musculares. En realidad, es una de las ingratas sorpresas que nos depara la vida llegados a este ciclo. ¿O me van a decir los lectores que pasan los 40 que nunca hablaron con amigos o familiares sobre esta bofetada del destino compartiendo dolores y tratamientos como si fueran trofeos del paso del tiempo?
Es más, no creo ser la única que descubrió el cambio de repente y sin aviso cuando una mala postura en una clase de yoga (cuando hace tiempo que lo practico) me dejó un mes lidiando con dolor de cintura, yendo al fisioterapeuta y haciendo estiramientos recetados cada noche. Y sabiendo en tus adentros que lo habrías superado en cuestión de días a los 30.
Para los menores de 40, esta realidad que expone Charlize Theron les puede servir de advertencia. A los mayores, nos reivindica en una verdad de la que se suele hablar de puertas para dentro. Por ejemplo, un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Trent en Notthingham en 2023, publicado por Independent,analizó los genes dentro de las células musculares entre pacientes de diferentes edades, descubriendo que las "vías de desarrollo" (las diferentes formas en que los genes trabajan juntos para regenerar el músculo) se debilitan en las células más viejas. “Sabemos que el músculo sano se regenera después de haber tenido una lesión, pero el envejecimiento reduce el potencial de regeneración y la recuperación se vuelve más difícil a medida que envejecemos”, dijo la jefa del equipo, la Dra. Livia Santos.
En resumen, que Charlize Theron exponga esta verdad con naturalidad cuando la magia del cine nos transmite una imagen de belleza eterna y heroína perpetua a la que no le duele nada, sirve para trabajar en la normalización del envejecimiento. Porque podremos verla protagonizando peleas letales, dando golpes bestiales e interpretando secuencias de acción de infarto, pero esa perfección no se refleja en la vida real si una acrobacia sale mal. Por eso, en cierto sentido, que una actriz que simboliza la hermosura del glamur hollywoodense y el estrellato en el cine de acción hable abiertamente de su experiencia con el paso de los años, ayuda a seguir desmoronando prejuicios y tabúes. Porque la vida real no disfruta de la fantasía creada por el séptimo arte. El tiempo pasa y el cuerpo lo sabe.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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