Para verte (y ahorrar) mejor: claves para aprovechar al máximo tus productos de belleza

Si estás leyendo esto es porque quieres cuidar cada inversión que haces en productos de belleza y exprimir su potencial. Y es que cuando invertimos en cosméticos de calidad, sabemos que en realidad estamos ahorrando en salud, evitando productos que a la larga nos obliguen a visitar la consulta médica. Así, se hacen necesarias todas las claves posibles para conocer a fondo nuestros productos y optimizar su duración y eficiencia.

Las líneas de cosméticos están constituidas por amplias gamas de productos dedicadas a distintos rubros, como piel, cabello y maquillaje. Aquí revisamos cada grupo a grandes rasgos, ofreciendo secretos de expertos, algunos que incluso ellos no quieren que sepas.

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Nuevos hábitos o viejos por redescubrir

En primer lugar es necesario insistir en dos claves fundamentales: conocer nuestro tipo de piel, y leer los prospectos de todos los productos que usamos para la piel y el cabello. La razón es, principalmente, que cada producto está formulado para satisfacer necesidades específicas, con lo cual podrás obtener los mejores resultados. Segundo, las instrucciones existen por algo. Conocer las cantidades correctas, seguir recomendaciones como protegernos del sol por la acción de algunos ingredientes, o la combinación de un producto complementario, nos permite realmente conocer su eficiencia y funcionamiento.

Un segundo consejo básico de ahorro que aplica para skincare y maquillaje es limitar el uso de algodón y esponjas. El algodón absorbe gran cantidad de producto y las esponjitas, si no están húmedas, también. Aprovecha los productos en tu piel, no en el vehículo.

Otra clave general es dedicarnos a atender cada necesidad por separado con la asesoría de un experto. La paciencia siempre tiene recompensas. Y justamente, la paciencia es lo que nos permitirá darle el tiempo adecuado a cada producto para determinar si realmente funciona para nosotros. Si estás usando una antiarrugas y no ves resultados asombrosos en dos semanas, quizás te estés apresurando. Si buscas humectación profunda en el cabello, tal vez no la obtengas en solo una semana. Date la oportunidad de ir con calma.

Básicos de la piel

Ya hemos hablado de la rutina de skincare, pero nunca es suficiente cuando se trata de hacer entender que el orden de los factores, en este caso, sí altera el producto.

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Sean la ultra completa rutina de belleza coreana, o la más sencilla, el orden en que aplicamos los productos es muy importante para lograr resultados. De esta manera, los consejos básicos indican que, en primer lugar, hay que tener el rostro limpio antes de aplicar productos de tratamiento. En la limpieza se incluye no solo jabón y desmaquillarse correctamente, sino también la aplicación de tónicos que calman y preparan la piel para los siguientes pasos.

Luego se recomienda aplicar suero facial, si se usan, siempre antes de la crema hidratante y, cuando esta se haya absorbido completamente, es que aplicamos religiosamente protector solar.

Otra clave de eficiencia y estrategia es tratar una necesidad a la vez. Digamos que tienes el cutis reseco, pero además aparecieron algunos granos y ya tienes tiempo queriendo eliminar las manchas en la piel… De nuevo, vamos con calma. Un paso a la vez. Si bien hay productos que pueden satisfacer más de una necesidad, corres el riesgo de saturar la piel con demasiados tratamientos y termines sin resolver ninguno de los problemas. Lo mejor en este caso será recurrir al especialista quien te dará la orientación precisa sobre qué atacar primero.

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Con respecto a la piel del cuerpo, una clave de éxito es aplicar la crema hidratante justo después de la ducha, cuando la piel aún está húmeda. Así lo asegura Johanna Méndez, cosmetóloga, quien agrega como tip de experto que mezclar la hidratante con aceite corporal al aplicarla ofrecerá mejores resultados.

Cuando la dosis es la clave

La dosis y la aplicación, son también determinantes en el éxito de los productos. A veces exageramos creyendo que nos harán más efecto y no necesariamente es así.

Dana Yegres, experta en cuidado capilar, revela que por lo general sí exageramos un poco en las cantidades de acondicionador o tratamiento intensivo que usamos en el cabello con la idea de que más es mejor, pero realmente no estamos ganando más propiedades, estamos desperdiciando.

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“Al emplear productos de cuidado capilar cargados de complejos activos que actúan en sinergia para lograr hidratación o nutrición -dependiendo del caso de tu cabello-, la fórmula correcta es la del minimalismo: menos es más. Lo recomendable es usar una cantidad similar al tamaño de una nuez en la palma de tu mano y aplicar de medios hacia puntas seccionando tu cabello mechón por mechón. ¿Cómo sabemos si la cantidad aplicada es la correcta? Pues cada sección debe lucir húmeda y brillante, no blanca con exceso de crema, pues recordemos que la cutícula de la fibra capilar al estar húmeda se dilata para que el producto penetre en los gramos necesarios, el resto que ves en la cutícula es malgasto de nuestra parte”.

Para verte (y ahorrar) mejor

El maquillaje no es la excepción en este cúmulo de claves de eficacia y ahorro. Son muchas las formas en que podemos aprovechar al máximo nuestros cosméticos preservando la calidad de los productos e incluso cuando creemos que no son los apropiados para nuestro tono de piel.

Jesús Cedeño, maquillador experto en el área editorial, revela algunos de sus trucos para aprovechar el producto al máximo. El primero de ellos se refiere al gran error que muchas cometemos: comprar el color de base equivocado. ¡No la deseches!

“Si la base es más oscura, puedes convertirla en una hidratante con color cuando vayas a aplicarla. Esto es colocando en un soporte dos partes de base, una de crema hidratante y lo mezclas, la aplicas con la brocha adecuada y luego sellas con polvo compacto que sí sea de tu tono de piel. Así habrás usado tu producto con una suave cobertura”.

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“Si la base es más clara, puedes usarla como primer de sombras. Esto es que luego de haberte maquillado con la base que sí es la adecuada para tu tono de piel, luego, aplicas la más clara en el párpado superior difuminando muy suavemente. Después procedes con tu sombra como acostumbras y tendrás un efecto luminoso en la mirada”.

Otro secreto de experto, en relación a maquillaje para los ojos, es la salvación de las máscaras de pestañas. “Si no son a prueba de agua y se secan antes de tiempo, podemos colocarle tres o cuatro gotitas de lágrimas artificiales para darles un último impulso. Esto te dará tiempo para comprar una nueva. Incluso hay productos diseñados para este fin, que además ayudarán a mantener por más tiempo el color de las sombras e incluso para compactar productos que se han quebrado”.

Finalmente, Cedeño cierra con un consejo para aprovechar el perfume y potenciar su duración. “Siempre es buena idea aplicar crema hidratante en todo el cuerpo, pero hacer énfasis en los puntos estratégicos donde luego colocarás el perfume permitirá acondicionar la piel para que dure mucho más. Además, puedes poner algunas gotas de tu perfume de uso frecuente directamente en la crema hidratante y así permanecerás más tiempo esparciendo tu fragancia favorita”.

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