Como si faltaran razones... La contaminación incrementaría el riesgo de psicosis

Cuidar el planeta es responsabilidad de todos. Las consecuencias de no hacerlo están afectando nuestra manera de vivir, el entorno en donde nos desenvolvemos y, por supuesto, nuestra salud. Un reciente estudio acaba de dar a conocer un dato preocupante al respecto.

Los adolescentes que viven en áreas con una mala calidad en el aire podrían presentar un mayor riesgo de psicosis. Así lo publicó un equipo de investigadores en la revista científica JAMA Psychiatry en marzo de 2019.

Se trata de un hallazgo alarmante dado que, para 2050, se calcula que casi 70% de la población mundial vivirá en un entorno urbano.

Para 2050, se calcula que 70% de la población mundial viviría en un entorno urbano. Foto: Jun / iStock
Para 2050, se calcula que 70% de la población mundial viviría en un entorno urbano. Foto: Jun / iStock

El estudio de 2019, trabajó con más de 2 mil 200 niños nacidos entre enero de 1994 y diciembre de 1995, en Inglaterra y Gales (Reino Unido). Les dieron seguimiento desde su nacimiento y hasta los 18 años de edad, y encontraron que 2 mil 63 de ellos habían presentado episodios psicóticos en su adolescencia.

A decir de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, estas son algunas de las características de los trastornos psicóticos:

  • Trastornos mentales graves que causan ideas y percepciones anormales.

  • Las personas con psicosis pierden el contacto con la realidad.

  • Dos de los síntomas principales son delirios y alucinaciones. Los delirios son falsas creencias, tales como la idea de que alguien está en su contra o que la televisión les envía mensajes secretos. Las alucinaciones son percepciones falsas, como escuchar, ver o sentir algo que no existe.

  • La esquizofrenia es un tipo de trastorno psicótico.

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¿Cómo se relacionaría la contaminación con la psicosis?

Según el estudio, en el aire contaminado de las grandes urbes suelen estar presentes dos compuestos químicos: dióxido de nitrógeno (NO2) y óxidos de nitrógeno (NOx), entre muchos otros. Según los testimonios analizados de los jóvenes que participaron en la investigación, la asociación entre estas sustancias y las experiencias psicóticas que presentaron estuvo presente en un 60% de los casos.

En cuanto al sexo de los jóvenes analizados, 52.5% resultaron ser mujeres. Y del total, 623 participantes presentaron al menos una experiencia psicótica entre los 12 y los 18 años. Los resultados, señalan los investigadores, fueron independientes de otros aspectos relacionados con el contexto de estos jóvenes, como su estado socioeconómico familiar, historia psiquiátrica familiar, psicosis materna, síntomas psicóticos infantiles, tabaquismo, dependencia de sustancias o el estado socioeconómico del vecindario donde viven.

¿Qué hacer?

A decir de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire exterior en zonas urbanas sería responsable de 3.1 millones de muertes prematuras en todo el mundo cada año.

Por ello, señala que se necesitan aplicar políticas relacionadas con la calidad del aire y el transporte, regular la contaminación en las ciudades, así como controlar las emisiones a nivel industrial y, por supuesto, promover fuentes de energía limpia y renovable.

Pero, ¿cómo poner tu granito de arena? Greenpeace hace las siguientes recomendaciones:

No quemar material al aire libre (juegos pirotécnicos, basura, llantas, madera o cualquier material).
– No encender fogatas y evitar chimeneas domésticas.
Reducir al mínimo el uso del automóvil. Actualmente, refiere Greenpeace, la mitad de los desplazamientos en coche se realizan a distancias menores a 3 kilómetros; incluso, 10% son trayectos de menos de 500 metros.
– Revisar el estado de tu vehículo y asegurarte de que se encuentre en las mejores condiciones mecánicas, por seguridad y para que emita menos contaminantes.
– En caso de que usar calentadores, mantenerlos a una ventilación adecuada y apagarlos antes de dormir o salir de casa.
– En Navidad, evitar incendios en el hogar provocados por adornos, revisando que los cables no estén dañados, no sobrecargando los tomacorrientes, y vigilando que estén apagados cuando no estés en casa.
Revisar la instalación doméstica de gas y asegurarse de que no haya fugas (los compuestos que conforman el gas para combustión también son contaminantes).

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Como ves, la contaminación podría afectarnos más de lo que parece. Y si cuidar el planeta no fuera razón suficiente, las consecuencias de la mala calidad del aire ahora están afectando el desarrollo mental de nuestros jóvenes. Hay que hacer algo… y hay que hacerlo ya.

@braham_MV