Constantino de Grecia ya ha sido enterrado en Tatoi junto a sus antepasados
La Catedral Metropolitana de Atenas acogió el solemne funeral de Constantino de Grecia, el último monarca de Grecia y hermano de la reina Sofía, que falleció el pasado 10 de enero a los 82 años después de varios años delicado de salud. Representantes de Casas Reales de todo el mundo acudieron al sepelio para despedir al que fuera rey de Grecia durante casi una década- del 6 de marzo de 1964 hasta el 29 de junio 1973- . La despedida de Constantino permitió el reencuentro del rey don Juan Carlos con su esposa doña Sofía y los reyes Felipe VI y Letizia, cuatro meses después de que se reunieran en el funeral de Isabel II en Londres, y la esperada imagen de doña Letizia y Marie-Chantal Miller con la que han puesto fin a los rumores sobre una tensa relación.
Antes del servicio religioso, oficiado en la catedral donde se casaron Constantino y Ana María de Grecia hace 58 años, los restos mortales del último monarca heleno fueron velados en la Capilla de San Eleftherios, que estuvo abierta a todo el público desde las seis de la mañana hasta las once (10:00 hora española). Tras el funeral, poco antes de las dos de la tarde, hora local, el féretro, cubierto con la bandera del país, era trasladado en coche hasta el cementerio del Palacio de Tatoi, la antigua residencia de la familia real, donde miles de ciudadanos se han querido congregar desde primera hora de la mañana para rendir homenaje al hermano de la reina Sofía con banderas griegas, fotos y símbolos de otra época, a pesar de que estaba restringida la entrada al lugar, a excepción de los invitados oficiales.
-La familia real griega, unida y muy emocionada en la despedida a Constantino de Grecia
La familia, así como representantes de otras Casas Reales europeas, esperaban en el recinto palaciego al féretro, que ha sido portado en hombros por los hijos de Constantino- Pablo, Nicolás y Philippos de Grecia- así como sus nietos varones hasta la pequeña capilla, conocida como la Santa Iglesia de la Resurrección, en el cementerio real, a la que solo han entrado sus seres más queridos debido a las pequeñas dimensiones del oratorio. A su llegada, el ataúd ha sido cubierto con el escudo de armas de la casa de Glyksburg, así como las condecoraciones que recibió el monarca a lo largo de su vida y el arzobispo de Atenas ha oficiado un responso por el difunto que apenas ha durado 20 minutos.
Durante este breve oficio religioso hemos visto la emoción reflejada en el rostro de todos sus seres queridos, entre ellos su hija Alexia, que no ha podido evitar las lágimas, así como la esposa de Nicolás de Grecia, Tatiana Blatnik. Uno a uno todos los familiares han ido mostrando sus respetos persinándose o haciendo una genuflexión ante el ataúd de un monarca que fue inmensamente querido, como así ha quedado demostrado en su despedida.
-El rey Juan Carlos, arropado por su familia en el funeral de su cuñado
A continuación el cortejo fúnebre se ha dirigido en completo silencio hacia el lugar donde ha recibido sepultura mientras se escuchaban algunos aplausos en su honor. Sus restos mortales descansan ya para siempre junto a los de sus padres, los reyes Pablo y Federica de Grecia, y otros antepasados. Pese a ser acto religioso de caracter privado, se han mantenido estrictos protocolos para garantizar la seguridad de los miembros de la familia y otras Casas Reales que se han desplazado hasta la última morada de Constantino, como ese era su deseo.
Tatoi, situado a 20 kilómetros al norte de Atenas, es un lugar con mucho signficado para toda la familia, pero sobre todo para la reina Sofía y su hermana Irene de Grecia, porque además de ser la casa familiar donde crecieron junto a su hermano Constantino, es el Palacio donde se encuentran las tumbas de sus padres, el rey Pablo y la reina Federica. Años antes había disfrutado allí de los veranos el príncipe Andrés de Grecia, padre del duque de Edimburgo y abuelo de Carlos III de Inglaterra, ya que este reciento palaciego fue mandado construir en 1870 por Jorge I, abuelo de Felipe de Edimburgo.
Desde el siglo XIX Tatoi ha sido el lugar de enterramiento de reyes y príncipes helenos y un punto de encuentro y homenajes y con la de Constantino de Grecia son ya 23 las tumbas de miembros de la familia real helena, entre ellos el rey Jorge I (1845-1913), primero de la dinastía, y la reina Olga (1851-1926). En el cementerio también se encuentan los restos del padre del duque de Edimburgo y abuelo del rey Carlos III, Andrés de Grecia y Dinamarca. Recordemos que el marido de Isabel II nació en Grecia aunque fue exiliado del país cuando tenía 18 meses. Constantino era primo del duque de Edimburgo y dado que tuvo que vivir durante muchos años en Londres mantuvo muy buena relación con la Familia Real británica, tanto es así que el hermano de doña Sofía fue uno de los padrinos de Guillermo, príncipe de Gales.
-Los nietos españoles de Constantino de Grecia en la despedida de su abuelo en Atenas
Tatoi fue destruido en la Segunda Guerra Mundial y permanece cerrado desde 1967. Desde 1973 hubo una fuerte controversia sobre el estado de semiabandono del recinto y en 2003 paso a manos del Estado. Hace apenas poco más de un año un terrible incendio arrasó parte del bosque que rodea el Palacio, de 2.200 hectáreas de terreno y con un total de 40 edificios construidos de los cuales cinco fueron dañados por el fuego. Actualmente se está remodelando con la idea de convertirlo en un museo y finca eco-friendy y el rey Carlos III asesora al gobierno griego para la remodelación, estimada en unos 14,20 millones de euros.
Días antes del entierro la reina Sofía y los hijos del fallecido se desplazaron hasta el cementerio de Tatoi para supervisar los trabajos de adecuación que se estaban realizando en el camposanto para dejar todo listo para que pudiera ser enterrado.
-La reina Letizia, un gran apoyo para doña Sofía en su día más triste al despedir al rey Constantino