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Cuidadoras de las guarderías confiesan lo que más odian de los padres

Debido a diversos compromisos de trabajo, muchos padres se ven en la necesidad de dejar a sus bebés en alguna guardería. Las personas que trabajan en estos lugares reciben a los niños y se encargan de cuidarlos y, por supuesto, jugar con ellos.

Como suele ocurrir en las empresas que prestan un servicio, existen clientes de todo tipo: desde algunos padres con requerimientos muy puntuales sobre sus hijos, hasta aquellos que son desconsiderados o ponen cualquier tipo de pretexto para no liquidar la factura total por los servicios prestados hacia sus bebés.

Recientemente, el sitio Redbook reunió los testimonios anónimos de varias cuidadoras de las guarderías. La idea era mostrar aquellas cosas que los padres de los niños hacían y que ellas más odiaban. Aquí algunos ejemplos:

1. “Una mamá llegó a pedirme si podría descontarle de la factura el tiempo que su hijo estaba dormido, porque técnicamente durante esas horas yo no estoy cuidándolo. No es que me vaya a hacer mis cosas mientras el niño duerme. Puedo apostar a que si algo le pasa al bebé durante la siesta, su madre diría que yo sería la responsable”.

2. “Los padres no aprecian que lo que hacemos es un trabajo. Un día, un padre me informó que saldría tarde de la oficina (por lo menos dos horas), lo que significa que llegaría hasta las 9 pm. Nuestra guardería no tiene horas extendidas y yo tenía planes para esa noche. ¿Qué se suponía que debía hacer? Según nuestra política oficial, si un padre tiene más de media hora de retraso, debemos llamar a la policía.

3. “Apoyo la lactancia materna. Pero si dejas a tu bebé conmigo durante más de tres horas, es mejor que también me dejes una manera de alimentarlo. Los niños necesitan comida más frecuentemente que los adultos”.

4. “A veces es inevitable, pero prefiero que los padres me entreguen a sus hijos despiertos, ya que les permite decir adiós y hacer la transición a la guardería. Algunos suelen entregarnos a sus hijos dormidos para evitar una despedida con llanto. Para los pequeños, despertarse en algún otro lugar que no sea donde se quedaron dormidos puede confundirlos. Simplemente porque sea más fácil para los padres no significa que sea una buena idea (y en realidad lo están haciendo más difícil para sus hijos)”.

Toma nota de las quejas de las cuidadoras de las guarderías. Foto: Ariel Skelley / Getty Images
Toma nota de las quejas de las cuidadoras de las guarderías. Foto: Ariel Skelley / Getty Images

5. “Debido a que nos ocupamos de niños pequeños, a menudo estamos involucrados en algunos aspectos de su vida en el hogar, como el entrenamiento para el baño o preparándonos para un gran evento como un nuevo hermano o un divorcio. ¡Pero eso no significa que somos parte de la familia! Tuve una mamá que estaba pasando un momento muy duro y nos pidió que compareciéramos en la audiencia de la Corte para testificar que su novio era un buen padre (no lo era)”.

6. “Me encanta escuchar lo que está pasando en la vida de los padres de los niños, pero hasta cierto límite. Básicamente, solo estoy interesada en lo que está afectando al pequeño, para que pueda ayudarlo durante el día. Es decir, de los padres no nos interesa escuchar (y se los hemos dicho): cuánto sexo tienen, cuánto sexo no están teniendo, cuentas bancarias secretas, peleas con los suegros o política. Incluso, una mamá me habló de su esquema de evasión fiscal”.

7. “Un niño no solo debe permanecer en casa si tiene fiebre, diarrea, vómitos, piojos u otros signos de alguna enfermedad contagiosa, sino que debe quedarse ahí hasta que se sienta mejor. Recientemente, una niña me dijo: ‘Vomité esta mañana, pero mi mamá me pidió que no te lo dijera’”.

8. “Trabajo en una guardería de horario extendido, por lo que estoy alimentando a los niños dos o tres veces al día, además de darles bocadillos. Entiendo que los padres tienen ideas firmes sobre lo que comen sus hijos, pero algunos lo llevan al extremo, como en la restricción al gluten, al azúcar, a los lácteos, a los granos y básicamente todo lo que a los niños les gusta. Si es por una verdadera razón médica, como una alergia, lo entiendo. Pero a menudo parece que los padres exageran, especialmente cuando en la guardería tenemos hay un regalo especial como cupcakes para un cumpleaños y algún padre dijo que su niño no puede comer gluten (y además olvidó entregar un alimento sustituto). Sigo las reglas que me dan los padres, pero déjame decirte que nada es más desgarrador que ver a un niño de tres años observando a todos los demás comer pastel mientras él se sienta con un plato vacío”.

9. “Los padres tardan semanas buscando al mejor cuidador para su hijo e incluso pasan tiempo en nuestra lista de espera, pero una vez que están aquí, es como si se olvidaran de nosotros. Un simple ‘Gracias’ al recoger y dejar a su niño siempre es apreciado, pero también es agradable cuando se nos recuerda de otras maneras. Por ejemplo, muchos dejan propina a quien los atiende en la peluquería o al barista durante las vacaciones, pero ¿cuánto más importante son sus hijos que su cabello? Mi favorito, sin embargo, es cuando los niños me escriben notas. Yo las guardo para siempre”.

¿Qué te parece? ¿Habías pensado en lo que confesaron estas cuidadoras? ¿Qué otra cosa agregarías? Envíanos tus comentarios.

@braham_MV

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