Danica McKellar y el genio que se escondía en el papel más entrañable de ‘Los años maravillosos’

Tener éxito como actor infantil puede ser un arma de doble filo. Mientras los aplausos, el reconocimiento y la creación de un personaje pueden dar lugar a una aventura inolvidable, también existe una cara petrificante cuando todo se termina. Desde crisis de identidad tras años siendo venerado por interpretar a alguien ficticio a dudas profesionales cuando Hollywood se olvida de tocar a sus puertas. Este golpe de realidad lo sintieron cientos de niños a lo largo de la historia del cine como, por ejemplo, Danica McKellar, la entrañable Winnie Cooper de Los años maravillosos (1988-1993). La diferencia es que ella supo hacer frente a esa crisis –que también le tocó vivir– el día que la exitosa serie llegó a su fin, apostando por su inteligencia.

Pocas actrices infantiles lograron entrar en los hogares del mundo con el mismo carisma que transmitía Danica McKellar. No solo por su naturalidad ante la cámara sino porque la serie creaba una ilusión nostálgica que nos arropaba a diferentes generaciones a través de una historia que transcurría entre finales de los 60s’ y principios de los ‘70s, siendo Winnie Cooper la visión perfecta del primer amor apoyada en la emotiva narración de Kevin, el apasionado protagonista interpretado por Fred Savage. Winnie era la representación de la nostalgia romántica, de esas historias de la infancia que nos impactan y moldean, creando recuerdos que quedan grabados a fuego para siempre en la memoria. Danica interpretó a Winnie desde los 12 a los 17 años, alcanzando cotas de reconocimiento brutales de la noche a la mañana.

Sin embargo, pasó toda su adolescencia a la sombra de Winnie Cooper y cuando la serie terminó le tocó enfrentarse a la cruda realidad.

Nacida hace 49 años en California, Danica McKellar había tomado clases de actuación desde pequeña cuando obtuvo el personaje de Winnie a pocos días de comenzar las grabaciones. Los responsables de la serie habían visto a muchas niñas en el proceso de casting y finalmente se decantaron por Danica cuando la decisión final quedó entre ella y su propia hermana, Crystal (que más tarde apareció en la serie como Becky, la rival de Winnie por el amor de Kevin) (Los Angeles Times). No solo no tenía idea de que la serie sería un éxito o que sería recordada todavía, más de tres décadas más tarde, tampoco sabía que su primer beso quedaría inmortalizado ante las cámaras. Lo descubrió después de ser elegida cuando leyó el guion completo. Es decir, Fred Savage fue su primer beso y el de su personaje (The Wonder Years).

El camino de Danica McKellar cuando el éxito se apagó

Mientras la serie triunfaba, Danica pudo seguir explorando esta faceta profesional apareciendo en otros programas de televisión, videos musicales o largometrajes, aunque nada tuvo la repercusión de Los años maravillosos. Durante aquella etapa trabajando en la serie se mantuvo al día con sus labores escolares, aunque fue el “mayor desafío” de la experiencia. Estaba tan ocupada que el tiempo libre que tenía lo dedicaba a sus estudios. Sin embargo, tenía algo a su favor: le gustaba la escuela, especialmente las matemáticas.

Cuando Los años maravillosos terminó con uno de los finales más redondos y entrañables de la historia de la televisión, Danica McKellar tuvo que enfrentarse a comprensibles preguntas existenciales en su situación. “Las estrellas infantiles pueden tener dificultades porque nuestra identidad suele depender del personaje que interpretamos. Cuando dejamos ese rol, nos preguntamos ‘¿Qué tengo para ofrecer ahora?’”, explicaba en una entrevista.

Intentó continuar con la actuación pero los personajes interesantes no llegaban. Se tenía que conformar con apariciones esporádicas en otras series como Walker, Texas Ranger o El crucero del amor y películas sin repercusión. Incluso posó en lencería en 2005 para la revista Stuff con el único propósito de demostrar que ya no era la adolescente que el mundo y Hollywood había inmortalizado y, así, conseguir personajes más adultos (Paramount Comedy).

Pero, mientras esperaba, no se durmió en los laureles. Siguió buscando oportunidades en Hollywood pero también escuchó a su propia intuición, dejando florecer su inteligencia natural, amor por los estudios y las matemáticas. Así, se inscribió en la universidad pensando en graduarse en cine pero, después de tomar una clase de Cálculo, se quedó enganchada.

Al principio no estaba segura si las matemáticas serían su lugar. “Pensé que no podría manejar las matemáticas universitarias porque no tenía el aspecto adecuado. No encajaba en mi propia noción preconcebida de quién sería bueno en matemáticas en la universidad, porque la clase estaba compuesta principalmente por chicos. Sin embargo, terminé recibiendo la puntuación más alta de la clase en mi primer examen parcial. Después de eso, me enganché y me estaba redefiniendo”, explicó a Future of Business and Tech.

Estudió en la Universidad de California y mientras sus compañeros le hacían bromas por su éxito como Winnie Cooper y le recordaban su pasado en Los años maravillosos constantemente, se centró en redefinir su identidad lejos de la interpretación y seguir adelante bajo sus propios términos. Obtuvo una licenciatura en Ciencias Matemáticas en 1998 y se graduó con honores. Su inteligencia y maestría en las matemáticas la llevó a crear su propio teorema denominado “Teorema de Chayes-McKellear-Winn” que empezó a hacer resonar su nombre en las altas esferas del mundo de la ciencia.

No solo eso. Escribió varios libros de matemáticas, la mayoría dedicados al público juvenil y femenino. Y es que su objetivo principal como autora es intentar atraer mujeres al ámbito científico y potenciar la presencia femenina en el sector, aunque también publicó libros infantiles. “Las matemáticas llenaron ese vacío. Volví a actuar y al mismo tiempo escribí libros de matemáticas. Equilibrar mis dos pasiones me demuestra que realmente puedes hacerlo todo”, dijo en la mencionada entrevista.

Y es que Danica McKellar nunca dejó la actuación. Mientras escribía y seguía su pasión matemática, también continuaba con su primera profesión apareciendo en series de éxito como The West Wing y creando un legado curioso como estrella de películas navideñas.

En resumen, por mucho que su primer trabajo profesional dejara una huella imborrable en el recuerdo del mundo, Danica logró expandir su potencial apostando por sus pasiones internas, demostrando que la fama y el éxito infantil no deberían ser el pico vital de aquellos actores que comienzan pronto en sus vidas.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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