Daniela Berriel y la denuncia de violación que Televisa no atendió durante un año
Las redes sociales han estallado en un incendio fuera de lo común desde el pasado fin de semana, cuando la joven actriz mexicana Daniela 'Dani' Berriel usó su cuenta de Instagram para hacer del conocimiento del público que en 2020 había sido objeto de una violación y que esta había sido presenciada y de hecho, animada, por su expareja, el actor español Gonzalo Peña, quien es parte del elenco de '¿Qué le pasa a mi familia?', la exitosa producción de Juan Osorio para Televisa.
"Hemos escuchado la grave acusación que ha hecho Daniela Berriel en redes sociales, misma que, luego de una detención, han validado la Fiscalía General del Estado de Guerrero y un juez local", señala el comunicado de Televisa a los medios. "Ante ello, y a efecto de conocer a fondo lo sucedido, estamos suspendiendo temporalmente las grabaciones con Gonzalo "N" en una de nuestras producciones”, dicta el comunicado.
Extraoficialmente, ha trascendido que Juan Osorio está furioso y que hizo patente su enojo con el actor que interpreta a Mariano Rueda, un rol antagónico en el proyecto que fue estrenado el 22 de febrero. Su personaje es el del primogénito de Luz Rueda, interpretado por Diana Bracho, y hermano de Regina, que encarna Eva Cedeño.
Aunque ningún miembro del reparto, que también encabezan Mane de la Parra y Emilio Osorio, ha hecho declaraciones, se sabe que Osorio ordenó la suspensión de manera inmediata y que giró orden a los guionistas para que busquen la manera de sacar al personaje de la trama central, lo que parece indicar que Peña no regresará a los foros, ya que existe una averiguación previa en su contra y una orden de presentación ante la Fiscalía de Guerrero. La violación, perpetrada por Eduardo "N", quien ha sido arrestado, tuvo lugar en Acapulco el 14 de marzo de 2020 (sí, leyó usted bien: durante un año, estos sujetos estuvieron en libertad impunemente).
Lo que impacta es que aún cuando Berriel presentó la denuncia formal por violación en primer grado ante dicha Fiscalía casi inmediatamente después de los hechos, como consta en las actas, es que los acontecimientos no hubieran trascendido antes y que no fuera, hasta que la joven publicó el video en el que detalla los hechos, en los que emerge Peña como cómplice y partícipe externo del acto, nadie de Televisa (ni de ningún otro medio) hubiera hecho algo por dar a conocer su historia, ni que las autoridades actuaran para detener al agresor.
¿Es acaso ahora necesario - o casi mandatorio- que una víctima tenga que recurrir a la denuncia en la arena de la opinión pública y exponerse de este modo para que actúen las empresas privadas o las instituciones públicas? Del interior de la producción de la telenovela se sabe que Osorio, que no ha sido ajeno a las controversias y polémicas, pero que siempre se ha distinguido por buscar la justicia en sus producciones, ha declarado una tolerancia cero al abuso, acoso y mal comportamiento de orden sexual, bajo la consigna de que todo aquél, sin importar género o posición en su producción, que incurra en ello será despedido inmediatamente y en caso de haber violado la ley, denunciado a las autoridades.
Esto, al igual que la posición pública que adopta la empresa, está muy bien, pero no deja de ser criticable y objeto de cuestionamiento que se tardaran un año en tomar acciones, porque hasta ahora no habían hecho nada, pero al hacerlo público la víctima, la empresa manifestó una solidaridad tardía y un temor (y vergüenza) palpables.
La cultura machista que somete a abusos y humillaciones a cambio de una promesa de trabajo no es cosa de hoy. De hecho es algo casi tradicional en el mundo de la farándula, y más en un país como México, que es sexista por antonomasia en todos los aspectos profesionales, y donde el abuso sexual se ha normalizado a niveles ignominiosos e indignantes.
¿Será que las grandes empresas productoras harán una limpia de sus filas antes de ser sometidas a un escrache generalizado, después de este, el más nuevo pero enésimo caso de violación relacionado con ellas? Ha habido quienes apuntan que esto podría tratarse de una vendetta personal de Berriel contra Peña, ya que estos fueron pareja en 2018, cuando él trabajaba en la teleserie 'Amar a muerte'; asegurando que si él no participó activamente en la violación, no es culpable. Pero haber sido testigo sin intervenir en socorro de la víctima, y haber azuzado la situación equivalen a complicidad de un delito e incluso, podría calificarse como autoría intelectual, por lo que el futuro de Peña no es muy halagador.
La televisora ha actuado de manera correcta, aunque tarde: esto debió haberse contenido en un primer momento, y Peña, que fue notificado desde 2020, debió comunicarlo a la producción, que corre el riesgo de verse implicada en el delito de complicidad y ocultamiento, aún desconociendo los hechos. Las acciones que tomen deberán sentar un precedente muy firme para evitar que algo como esto los vuelva a dejar al aire y desprevenidos.
¿Y qué hay de Daniela Berriel? ¿Esto cómo la afecta, al exponerla a una nueva victimización por parte de los medios y de una opinión pública insensible a su caso? Ella se expuso para dejar en evidencia a sus agresores y a quienes los protegieron o guardaron silencio (alguien en alguna parte tenía que haber sabido esto y lo ocultó), y para que, al fin, se hiciera justicia.
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