Dejemos de juzgar a Tara Reid por su delgadez: los trastornos alimentarios no se pueden diagnosticar a simple vista
No es la primera vez que la actriz Tara Reid tiene que dar explicaciones acerca de su apariencia. La discusión es frecuente en su vida e incluso ha declarado que es doloroso estar siendo constantemente juzgada por su cuerpo. Recientemente, la actriz compartió unas imágenes en blanco y negro diciendo que eran fotos artísticas calientes tomadas por una amiga.
Los comentarios -y la polémica- no se ha hecho esperar. Palabras hirientes como "no es nada caliente, estás enferma. Por favor busca ayuda" o "tu cuerpo demacrado no se ve bien", fluyeron en la zona de comentarios, a lo cual la actriz de 45 años respondió con una frase emotiva: "Deja de odiar, comienza a amar. Nadie necesita avergonzarse del cuerpo. No está bien, no está bien y duele…"
No deja de impresionar cómo, en lugar de crecer colectivamente en empatía, el público parece ser cada vez más cruel. La actriz ha dicho innumerables veces que está bien, que se alimenta correctamente y que simplemente es delgada, pero qué tal si realmente sufre de un trastorno de conducta alimentaria, ¿acaso está obligada a hablar de ello? ¿Es necesario que cientos de personas que ni siquiera la conocen concluyan que tiene una enfermedad? ¿Está obligada a mantener una figura que a los opinadores de redes les parezca perfecta? La respuesta en todos los casos es no.
Si bien Tara Reid está delgada, la única manera de saber si tiene un problema de salud es con la evaluación de un especialista. Lo sentimos mucho por quienes creían que con un solo vistazo podían diagnosticar y juzgar.
Estar ante una persona delgada o muy delgada nos hace pensar inmediatamente en que tiene un problema, pero no siempre es así. Rossana De Jongh, médico nutriólogo, especialista en dietética psicocomportamental, explica que los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) no se pueden diagnosticar a simple vista.
Comencemos por el principio
Delgadez no necesariamente es sinónimo de trastornos como la anorexia nerviosa o la bulimia, y estos diagnósticos no corresponden exclusivamente a personas flacas. "Muchas veces vemos a una persona muy delgada y decimos 'esta persona puede ser anoréxica’, pero anorexia en general es un término que significa falta de apetito. Como trastorno de conducta alimentaria no está limitada al peso, sino caracterizada por el comportamiento alimentario: cuando, por ejemplo, esa persona pierde peso en forma voluntaria, rechaza esa pérdida de peso y también rechaza aumentar de peso para estar saludable".
"Incluso, en las primeras etapas de la anorexia, si la persona parte de un sobrepeso puede tener un índice de masa corporal normal, criterio que se obtiene al dividir el peso entre el cuadrado de la talla, y se usa para determinar un peso bajo o sobrepeso. Una persona con un índice de masa corporal por debajo de 18,5 es considerada de peso bajo, pero antes de arrojar un diagnóstico al aire, hay que revisar sus antecedentes y evaluar su comportamiento alimentario".
De Jongh aclara que hay otras razones por las cuales una persona puede verse muy delgada: la delgadez constitucional es una de ellas. Suelen ser personas con patrones familiares de delgadez, comen bien, pero simplemente no engordan. En otros casos el bajo peso puede estar ligado a desnutrición por carencias; y en otros casos sí puede responder a una anorexia.
Las evidencias para diagnosticar
Hay características evidentes, que se observan con la cercanía y en la cotidianidad, no en un post de redes sociales. "Si la persona rechaza los alimentos, o come porciones muy pequeñas, si tiene una distorsión de su propio cuerpo, que a pesar de tener un peso bajo se siente gorda, o evita comer en familia, o busca excusas para no comer, es muy posible que sufra de anorexia. También muestran conductas purgativas, con la cual observamos a la persona, por ejemplo, haciendo ejercicios extremos después de comer", explica De Jongh.
Por otra parte, en el caso de la bulimia es diferente, porque las crisis ocurren a puerta cerrada, con lo cual entre los signos señalados por la especialista encontramos que la persona se ausenta después de las comidas para hacer una purga y se pueden encontrar paquetes de laxantes o diuréticos en su casa o en su baño.
"Indistintamente del peso, y lo vemos más cuando la persona es muy delgada, hay signos que nos hablan de una desnutrición: vemos pérdida de masa muscular notoria, sobre todo en las piernas; también pudiera haber pérdida de cabello, cansancio en el esfuerzo físico; y en algunos casos palpitaciones. Todas estas características nos indican que algo no está bien".
Asimismo, el portal de la Clínica Mayo enumera algunas características adicionales que vale tener en cuenta, y confirman que podría ser difícil advertir los signos y síntomas debido a que la noción de peso corporal bajo es diferente para cada quien, además de que las personas con anorexia suelen esconder su delgadez y sus hábitos alimentarios.
Entre los síntomas físicos están la pigmentación azulada en los dedos de la mano, cabello fino o quebradizo, vello suave como pelusa que cubre el cuerpo, piel seca o amarillenta, intolerancia al frío y erosión dental, entre otros.
La doctora De Jongh enfatiza en que, más que el médico, es la gente que tiene alrededor la que nota que la persona puede tener un problema. De allí la importancia de la comunicación, la cual juega un papel fundamental. "Esto es un tema que hay que hablar de manera bondadosa, compasiva y comprensiva. No podemos hacerlo como una acotación hiriente o una remarca brutal como lo vemos en las redes sociales, donde el público ve a una persona flaca o gorda e inmediatamente la juzga o la ataca. Debemos comprender que un trastorno de conducta alimentaria no se limita al peso".
Así, la especialista sugiere buscar estrategias para que la persona no se sienta sola ni juzgada, sino que se atreva a comunicarse y a apoyarse en su familia o en su pareja para encontrar una solución, que en este caso, necesariamente debe tratarse de un especialista.