Cómo responder a comentarios dañinos como el de Alicia Machado sobre la delgadez de Gaby Espino
Cuando una persona te ataca es porque de alguna manera estás moviendo algo en sí misma que le produce un profundo malestar. Quizás la delgadez de Gaby Espino le ha recordado a Alicia Machado el haber sido duramente criticada por su peso en muchas oportunidades.
La más recordada, cuando en 1997 fue obligada a hacer ejercicios frente a los medios, en una acción que la ridiculizó porque tenía casi 20 kilos de más, algo que podría haberle ocurrido a cualquier mujer en el mundo. Esa acción de Donald Trump, por entonces presidente de la organización Miss Universo, fue considerada una humillación y una falta de respeto, e incluso hasta sirvió de material de campaña electoral para Hillary Clinton en 2016.
Es, probablemente, esta lucha interna contra su propia apariencia lo que ocasiona que frecuentemente caiga en la vergonzosa situación de criticar a los demás. Muchos opinan que actúa así por ganar palestra, que es la polémica lo que la mantiene en los medios, pero la verdad es que es lamentable que recurra a estas acciones cuando ella misma ha superado mil dificultades, y ha afrontado muchas situaciones para hacerse respetar.
Sin duda, su palabra suelta y sin filtro la ha metido en problemas en más de una ocasión, también le ha merecido aplausos, por supuesto, pero bajo ninguna circunstancia puede ameritar respeto si dirige sus ataques a otra mujer que, de paso, es su coterránea.
El asunto es que, en un episodio reciente de La casa de los famosos, la exMiss Universo dijo, escudándose en la frase “mi humilde opinión”, que Gaby Espino parecía enferma. Aseguró que se hizo un bypass gástrico y que estaba obsesionada con ser anoréxica. "Qué flaca se veía la Espino. No me parece que se ve bien, ya se ve enferma, en mi humilde opinión, no me gusta”, declaró entre otras cosas.
Parece un comentario de vecinas chismosas, pero no. Es un comentario que hace una actriz a quien ven cientos de personas en las pantallas y que tiene una hija que podría pasar por lo mismo en el futuro, porque esto que Alicia Machado dijo en el programa de Telemundo se llama body shaming y ni todo el rating de la televisión hispana en Estados Unidos justifica esa acción que ella misma sufrió.
Según se explica en el portal especializado Siquia, el body shaming se refiere a la práctica de humillar a alguien por su físico, y fomenta el culto a una imagen perfecta, irreal e inalcanzable. "Puede afectar a cualquier persona: a las mujeres y a los hombres, a los altos y a los bajos, a los calvos y a las que no se depilan… pero especialmente a las mujeres".
En una época en que inclusive las famosas alzan su voz para defenderse desde sus plataformas, y cuando hasta los más jóvenes están enseñando a los adultos a ser más empáticos y respetuosos evitando estos comentarios anticuados y crueles, parece insólito que las mismas mujeres incurran en esta práctica, y en la medida que no la afrontemos será difícil superarla. Hay que insistir en que nuestro valor no radica en la percepción que tienen los demás sobre nuestra apariencia.
Cómo responder a un ataque
Hace unos meses Gaby Espino fue criticada en redes sociales por lo mismo, estar demasiado flaca. En aquel entonces, la actriz manifestó que estaba muy bien de salud y que le gustaba verse así, que se sentía saludable y consideraba que está en su mejor momento. No pareció afectarle la lluvia de ataques contra su apariencia. ¿Pero qué ocurre con las personas a las que sí les afectan este tipo de comentarios que incitan a la competencia entre mujeres y a los juicios de valor con relación a la apariencia?
"Estos son comentarios que se traducen como violencia, más aún si la persona que lo recibe es vulnerable, pero lo cierto es que todas las personas nos afectan de alguna manera", asegura la psicóloga especialista en imagen corporal y trastornos de conducta alimentaria María Teresa Valero, quien agrega que para afrontar estas situaciones, lo primero es entender que no hay nada malo con nuestro cuerpo, sea como sea; y si nos sentimos afectados por este tipo de comentarios, tampoco pasa nada. Es normal.
Si estamos frente a la persona que nos ataca, también podemos actuar asertivamente. Para ello, la psicóloga Maria Elena Badillo recomienda, en primer lugar, evitar tres errores fundamentales. El primero es responder con otro ataque, pues cuando respondemos una ofensa o crítica con otra causamos una bola de nieve sin sentido de la que saldremos seguramente heridos.
Luego, defendernos. "No te defiendas, el que no la debe no la teme. Al defendernos damos la razón a quien ataca y abrimos una puerta para que este tipo de comentarios sigan ocurriendo". Y tercero, quedarnos en silencio ante el comentario. Cuando callamos, porque pensamos que es la mejor manera de restarle importancia a lo ocurrido, no estamos marcando diferencia. Si siguen fluyendo los comentarios despectivos es porque guardar silencio no está surtiendo efecto.
En su canal de YouTube, la experta recomienda responder directamente sorprendiendo al atacante sin demostrar inseguridad. Una sugerencia es decir "¿En serio? ¿Qué te molesta de mi apariencia? Yo me siento bien como me veo", y agregar: "En mi lugar ¿qué cambiarías?". La experta explica que si decimos algo contundente, seguro desarmamos al malintencionado. No está esperando esta respuesta y por consiguiente se quedará callado.
Otra opción es sacar a la persona de contexto con un comentario positivo. Cuando te digan "Te ves gorda" o “Estás demasiado flaca”, respondemos “¿Sabes? Yo a ti te veo muy bien…” Cuando respondes a la persona con un comentario positivo, algo que realmente sientes, la confrontas con su propia actitud malintencionada.
"Podemos agregar algo como ‘Gracias por tu comentario, pero siempre será mucho más fácil atacar lo que no nos gusta en otros, en vez de ver lo que no nos gusta en nosotros mismos’. Las personas no te ven como eres, sino como ellas son. Somos espejos unos de otros… Si vives criticando a los demás, si estás todo el tiempo a la defensiva, si estás viendo lo negativo en otro, ¿qué dice eso de ti mismo y de la forma en que te relacionas contigo mismo?”, asegura Badillo y agrega que "si alguien tiene una insatisfacción, no se siente conforme con lo que es, siempre será más fácil proyectar ese malestar en otros".
Nos alegramos del éxito de Alicia Machado, que sea reconocida como actriz, cantante, estrella, o lo que ella sueñe, pero si este éxito surge a costillas de la crítica descarnada a otra mujer por su apariencia física, habiendo sido ella misma víctima de esto, es totalmente deleznable.