Todo sobre la demanda de Justin Baldoni contra ‘The New York Times’
El actor y director de Romper el círculo, Justin Baldoni, demandó a The New York Times por su cobertura sobre la acusación de acoso sexual realizada por su coprotagonista Blake Lively.
Baldoni, de 40 años, presentó una demanda en Los Ángeles el martes, en la cual puso en duda la cobertura de The New York Times sobre las acusaciones de Blake Lively. La actriz lo acusó de acoso sexual durante el rodaje y de haber organizado una “campaña de desprestigio” en los meses que siguieron.
En la demanda, se afirma que el periódico construyó su narrativa en la versión “no verificada y subjetiva de Lively” e hizo caso omiso de “numerosas pruebas que contradecían sus declaraciones y revelaban sus verdaderos motivos”.
Baldoni, junto con los demás demandantes, entre ellos los estudios Wayfarer y sus ejecutivos de relaciones públicas, reclama $250 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios.
A continuación, todo lo que se conoce hasta el momento sobre la demanda:
Baldoni afirma que The New York Times “seleccionó” las pruebas y presentó una “historia falsa”
En la demanda, Baldoni sostiene que el medio publicó una “historia falsa” y utilizó mensajes privados fuera de contexto y presuntamente “manipulados”, los cuales, según afirma, no estaban destinados a ser divulgados al público.
Baldoni y los demandantes aseguran que el periódico estructuró su reportaje con la intención de “vilipendiarlo” y crear una “percepción de incorrección” donde no existe.
El reportaje de The New York Times se publicó luego de que Lively, de 37 años, acusara a Baldoni de acoso sexual y de haber orquestado una “campaña difamatoria” contra ella tras el rodaje de Romper el círculo.
La película es una adaptación de la novela homónima de Colleen Hoover, publicada en 2016. La trama sigue a la propietaria de una floristería, interpretada por Lively, y su relación tóxica con Ryle Kincaid, el personaje de Baldoni.
Lively acusó a Baldoni y a sus socios de orquestar un plan dirigido a “destruirla” y dañar su reputación en los medios, lo que, según ella, le provocó una “profunda angustia”.
En la demanda, se incluyeron varios extractos de mensajes de texto y correos electrónicos entre Baldoni, la ejecutiva de relaciones públicas Jennifer Abel y la experta en gestión de crisis Melissa Nathan. Estas comunicaciones, presentadas como pruebas, apuntan a una colaboración entre los tres para diseñar un “plan” destinado a abordar las especulaciones en redes sociales y “proteger” a Baldoni.
No obstante, el actor argumenta que tanto Lively como The New York Times distorsionaron el contexto de dichos mensajes.
En la demanda, se afirma que The New York Times, al igual que las acusaciones de Lively, saca deliberadamente de contexto estas comunicaciones para respaldar una historia falsa con el objetivo de desacreditar a los demandantes. Según se expone en el documento legal, cuando se analizan en su contexto completo, estos mensajes “cuidadosamente manipulados” dejan de parecer impropias y desmienten las acusaciones de Lively.
Baldoni asegura que Lively llevó a cabo un “manejo autoritario” de Romper el círculo
En su demanda, Baldoni acusó a Lively de ejercer un “manejo autoritario” sobre la película y afirmó que buscó imponer un “control absoluto” en todos los aspectos de la producción, recurriendo a métodos que describió como “estratégicos y manipuladores”.
También se argumenta que las acciones de la actriz afectaron su propia imagen pública más que cualquier supuesta campaña de desprestigio atribuida a Baldoni y su equipo.
Según se detalla en el documento, “su imagen pública se deterioró por una serie de errores de alto perfil”, los cuales, según se alega, intentó atribuir a los demandantes. El texto califica esta actitud como “una excusa” y argumenta que la fama, aunque puede ser un arma de doble filo, no explica una reacción tan extrema.
En el documento, también se acusa a Lively y The New York Times de orquestar un “ataque malicioso” contra las reputaciones, carreras y vidas personales de los demandantes.
Según se informa, esta no será la única demanda que Baldoni y sus asociados presenten.
La intención de los demandantes es “responsabilizar” a The New York Times por su papel en lo que describen como una “campaña de difamación”. Afirman que este es solo el inicio y aseguran que hay más responsables implicados. “Esta no será la última demanda”, sentenciaron.
¿Cómo han respondido ambas partes ante la demanda?
The New York Times defendió la precisión de su información y aseguró que los periodistas incluyeron en el artículo la respuesta completa de Baldoni a las acusaciones.
“El papel de una organización de noticias independiente es seguir los hechos hasta donde estos conduzcan”, declaró un portavoz del periódico a The Independent. “Nuestra historia resulta de un trabajo meticuloso y responsable. Se basa en el análisis de miles de páginas de documentos originales, que incluyen mensajes de texto y correos electrónicos citados de forma precisa y extensa en el artículo”.
Además, el portavoz señaló que, hasta el momento, ni Wayfarer Studios, ni Baldoni, ni los demás mencionados en el artículo señalaron algún “error” concreto.
Por último, afirmó que enfrentarán la demanda con una defensa sólida y decidida.
Mientras tanto, el abogado Bryan Freedman declaró que Baldoni y los demás demandantes se unirán para “poner fin a las prácticas engañosas de The New York Times” y evitar que sigan engañando al público.
“En esta despiadada campaña de difamación orquestada por Blake Lively y su equipo, The New York Times se sometió a los deseos y caprichos de dos poderosos e ‘intocables’ miembros de la élite de Hollywood. Ignoraron las prácticas y la ética periodísticas que definían a la prestigiosa publicación al utilizar textos alterados y manipulados, mientras omitieron de forma deliberada aquellos que contradecían la narrativa de relaciones públicas elegida”, declaró Freedman en un comunicado.
Según Freedman, las acciones de The New York Times habrían influido en el enfoque de su historia, contribuyendo a una campaña mediática destinada a mejorar la imagen pública de Lively, debilitada por sus propios actos, y a frenar las críticas que crecían entre los usuarios en línea.
The Independent se ha puesto en contacto con el representante de Lively en busca de comentarios.
Con información de Kevin E G Perry
Traducción de Leticia Zampedri