El ídolo de los ‘90s que fundó un movimiento espiritual gastando miles de dólares

Andrew Keegan fundó la organización, lo tildaron de "culto" y ahora su carrera ya no es lo que era

Andrew Keegan pasó de rompecorazones hollywoodense en los '90 a rellenar titulares como fundador de un supuesto movimiento espiritual. (Foto de L. Cohen/WireImage)
Andrew Keegan pasó de rompecorazones hollywoodense en los '90 a rellenar titulares como fundador de un supuesto movimiento espiritual. (Foto de L. Cohen/WireImage)

Pocos espectadores probablemente recuerdan el nombre de Andrew Keegan aunque su rostro quedó grabado en la memoria colectiva a través de emblemas culturales de los ’90. En la actualidad tiene 45 años, es padre de una niña y transita por Hollywood con una carrera diferente a la que tuvo un día. Porque hace tres décadas vivía una realidad que se antoja diferente. Antes de cumplir la mayoría de edad se encontraba entre los galanes adolescentes de la industria gracias al éxito de la serie católica y familiar El séptimo cielo (la misma que dio a conocer a Jessica Biel) y el clásico romántico de 1999, 10 cosas que odio de ti, donde compartió los focos del negocio con figuras como Heath Ledger. Su carrera parecía mantenerse en constante movimiento… hasta que decidió fundar un movimiento espiritual.

Al menos así lo definieron los medios de la época tras descubrir su aventura paralela con artículos que lo señalaban como “gurú”, “líder de un culto” y “fundador de una religión”. El movimiento se llamaba ‘Full Circle’ y estuvo activo entre 2014 y 2017 en un viejo templo de Hare Krishna en Venice Beach, California.

A lo largo de esos años, Andrew Keegan logró convocar a muchos seguidores mientras invertía miles de dólares en la organización. Sin embargo, en el proceso se habría alejado tanto del lugar que se labró en Hollywood que todavía no ha vuelto a recuperarlo.

Andrew Keegan en sus años de constante movimiento en Hollywood junto a LeAnn Rimes y Heath Ledger (Foto de Ron Galella/Ron Galella Collection via Getty Images)
Andrew Keegan en sus años de constante movimiento en Hollywood junto a LeAnn Rimes y Heath Ledger (Foto de Ron Galella/Ron Galella Collection via Getty Images)

La llamada espiritual

Andrew Keegan recordó su aventura “espiritual” en un episodio reciente del podcast Boy Meets World, explicando que nunca fue un culto como sugirieron los medios. “Me mudé a Venice cuando tenía poco más de veinte años y me sumergí realmente en la cultura y la comunidad”, explicó mientras añadía que simplemente “había un grupo interesante de tipos hippies” en el barrio. “Había un antiguo templo Hare Krishna, estaba vacío y pensamos: 'Oye, ¿por qué no reunimos a algunas personas y abrimos este lugar?'”

Y así lo hizo. “Mirando hacia atrás, fue una locura”, dijo. “Estaba invirtiendo miles y decenas de miles de dólares, y cuando lo abrimos, pasamos tres años y realmente construimos un grupo de amigos increíble”.

“Para todos los efectos, fue simplemente un centro comunitario realmente genial para la gente de Venice durante tres años”, admitía. Sin embargo, viendo que sus palabras tuvieron repercusión en medios estadounidenses, decidió responder a través de Instagram añadiendo que la prensa "no conoce ni la mitad de la historia".

Explicó que esas "decenas de miles de dólares" que invirtió se convirtieron en "cientos de miles a lo largo de tres años" y que su organización era "un espacio para eventos comunitarios de inspiración espiritual" donde practicaban "yoga, meditación, bodas, homenajes, cenas, sonidos sanadores y hasta campañas presidenciales". No obstante, aunque Andrew Keegan ahora quiera explicarse mejor y arremeta contra el sensacionalismo que provoca la historia, lo cierto es que tendría parte de culpa.

Porque si nos remontamos en el tiempo y observamos los artículos, entrevistas y visitas al centro publicadas, descubrimos que si no supo desligarse de las referencias mediáticas que definieron a su movimiento como un culto, fue porque él mismo no supo despejar el camino.

Andrew Keegan se labró una carrera en constante movimiento entre los 90 y 2000s. (Foto de Ron Galella/Ron Galella Collection via Getty Images)
Andrew Keegan se labró una carrera en constante movimiento entre los 90 y 2000s. (Foto de Ron Galella/Ron Galella Collection via Getty Images)

Full Circle: un templo 'new age'

Que un actor de Hollywood funde un movimiento espiritual no es algo que pase todos los días. Por lo tanto, no debería extrañarle a nadie que la historia llamara la atención de los medios en 2014.

Vice lo visitó y publicó un artículo revelador que lo definía como “un templo new age” donde en la puerta te recibía un hombre que se hacía llamar “Tercer Ojo” y un “loro parlante” llamado Krishna. A su vez, explicaba que la organización estaba compuesta por “ocho miembros principales” liderados por el actor y que los nuevos integrantes llegaban al lugar “a través del vórtice creado por la energía de Keegan”.

Sus miembros lo describían como un movimiento de “espiritualismo avanzado”. ¿Qué quiere decir esto? Ni el reportero lo sabía, citando explicaciones de energía cósmica y ayahuasca que no terminó de comprender. Keegan, por su parte, decía en aquel artículo que su propósito era “promover la conversión verdadera del individuo fuera de los límites definidos”.

El actor, que solía codearse con figuras del estrellato noventero como Heath Legder, Nick Carter, Adam Levine o Melissa Joan Hart, contaba que había descubierto su “llamada” después de sufrir un ataque callejero el 11 de marzo de 2011, el mismo día del tsunami que golpeó las costas de Japón. Según su entendimiento, ambos eventos estaban relacionados con otras ocurrencias extrañas que le sucedieron -por ejemplo, una lámpara explotó cuando la miraba y vio un cristal de cuarzo con forma de corazón saltar desde un altar- derivando en una “sincronización” que lo llevó a comprender su “misión”.

Desde la perspectiva externa parecía la definición de un culto en potencia, lo que sin dudas alimentaba la curiosidad mediática. Tenían una especie de misa los domingos con sesiones de meditación entre cristales y, según otro artículo de Vulture de 2015, los miembros recibían a Keegan gritándole “¡Te amamos Andrew!” mientras él respondía demostrando el mismo cariño y colocando las manos en forma de plegaria.

En otras palabras, las definiciones y demostraciones que hicieron ante los medios durante aquellos años eran más profundas y llamativas, exponiendo una especie de jerarquía y prácticas propias, que se diferencian del resumen que Andrew Keegan hace ahora.

Andrew Keegan en una de las prácticas de cultivación de la energía en Full Circle en 2015. (Foto de Allen J. Schaben/Los Angeles Times via Getty Images)
Andrew Keegan en una de las prácticas de cultivación de la energía en Full Circle en 2015. (Foto de Allen J. Schaben/Los Angeles Times via Getty Images)

Aunque no todo era armonioso. Ese mismo año, Full Circle rellenó titulares tras un allanamiento policial por consumo de kombucha. Según explicó el director de comunicaciones del movimiento a Vice, beber kombucha era “parte de la práctica espiritual” del movimiento, definiéndolo como “un té sagrado para muchas personas que vienen a nuestro templo”. Sin embargo, al tratarse de una bebida a base de té fermentado que posee 0.5% de alcohol, no podían etiquetarla como no-alcohólica. “No sabíamos que necesitábamos ningún tipo de licencia especial para vender kombucha”, dijo Jason Dilts.

El tropiezo aparente de Andrew Keegan

Full Circle cerró en 2017 después de problemas económicos derivados por el aumento del mercado inmobiliario a raíz de las instalaciones de oficinas de Google y Snapchat en el mismo barrio (The Cut). Sin embargo, mientras el movimiento estuvo activo, Andrew Keegan prácticamente no apareció por Hollywood. Si observamos su perfil en Imdb podemos comprobar que después de mantenerse activo desde el inicio de su carrera en 1993 a los 14 años, hubo un parón evidente entre 2014 y 2018. Solo apareció en dos producciones pequeñas en esos cuatro años de liderazgo espiritual.

Desde entonces, y aunque la organización haya cerrado hace siete años, su carrera está lejos de la productividad de antaño. En todo este tiempo apenas apareció en tres largometrajes desconocidos y dos episodios de series igualmente invisibles.

Andrew Keegan quizás tendría una carrera diferente si se hubiera explicado a tiempo. (Foto de Paul Archuleta/FilmMagic)
Andrew Keegan quizás tendría una carrera diferente si se hubiera explicado a tiempo. (Foto de Paul Archuleta/FilmMagic)

Tal vez las cosas serían distintas si Andrew Keegan se hubiera explicado y lidiado con el asunto en aquellos años, aclarando como hace ahora lo que se cocía en su movimiento, en lugar de alimentar la conversación mediática con declaraciones propias o de sus miembros que despertaban preguntas, curiosidad y dudas.

Por ejemplo, cuando surgieron las historias sobre su organización, llamándolo gurú, líder espiritual o definiendo a su movimiento como culto religioso, Keegan no salió a aclararlo con vehemencia. “Debería haber tenido un poco más de entrenamiento de medios en aquel momento”, admite ahora en el podcast mencionado. “Yo solo reaccioné con un ‘sí, todo es grandioso, hay un montón de cosas salvajes y sagradas que están sucediendo’”. Sin embargo, cuando analizamos los artículos mencionados, las visitas de medios a sus instalaciones, las explicaciones de sus miembros y el mismo Andrew, queda en evidencia que, tal vez, el asunto se les fue de las manos.

Ahora, años más tarde, el actor aclara que la organización era una “fuerza positiva en la comunidad”, que se reunían cada domingo y celebraron "casi mil eventos en tres años". “Fue realmente duro y muy beneficioso para muchas personas. Fue un tiempo grandioso. Es lo opuesto a lo que supongo que se imaginan, no había una doctrina”.

“No conozco a nadie más a quien llamen líder de una secta, así que es como una insignia de honor”, dijo en tono irónico. Sin embargo, aunque bromee con su pasado, lo cierto es que su carrera no parece que haya vuelto a ser la misma.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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