Un dolor lo llevó a estudiar teatro, tiene un millón de seguidores en las redes y fue “elegido” por Luis Miguel
MAR DEL PLATA.- Para el diccionario de la Real Academia Española, “purrete” es una acepción coloquial que significa “niño, crío, criatura, muchacho, nene, chico, pibe, chango, gurí, pebete, guacho, botija”. En la primera mitad del siglo pasado, el vocablo “purrete” era cotidiano en los usos y costumbres de una sociedad con clima de sainete, lunfardo y cocoliche impuestos por la inmigración.
A José Giménez Zapiola lo apodaron “El Purre”, pero no por ser el menor de once hermanos, sino que fueron las amigas de una novia con la que salió a los diecisiete y que le llevaba unos seis años. Con ese mote se hizo conocido y estableció el vínculo con el millón de seguidores que le da “likes” a sus posteos .
Está claro que su llegada a ese público nutrido lo convirtió en un “influencer”, pero, lejos de ser un caparazón vacío, es actor y cantante y, actualmente, uno de los protagonistas del musical Mamma Mia!, encabezado por Florencia Peña , donde también comparte el escenario con Malena Ratner, su novia artista. “Me gusta cantar y actuar, pero no había hecho musicales de este tipo”, explica Zapiola, de ahora en más, “El Purre”.
El artista, formado en el mundo del canto y la actuación, había sido parte de propuestas dirigidas al público infanto-juvenil como Kally´s Mashup, Once, Go! Vive a tu manera y Entrelazados, varias de ellas en el marco de la factoría Disney. “También nos presentábamos en vivo, pero no eran comedias musicales, sino shows con música que implicaba salir a defender las canciones”, reconoce el actor, muy entusiasmado con formar parte de Mamma Mia!, el músical basado en el repertorio de la recordada banda sueca ABBA.
La versión actual del espectáculo que se ofrece en el Teatro Mar del Plata, se estrenó el verano pasado en Villa Carlos Paz y realizó temporada invernal en Buenos Aires. La propuesta, que cuenta con dirección de Ricky Pashkus, comenzó a transitar su tramo final ya que la protagonista y el director se embarcarán en Pretty Woman, el nuevo proyecto que subirán a escena desde el 21 de mayo en el Teatro Astral porteño .
“Cuando me convocó Ricky Pashkus para Mamma Mia!, lo primero que le aclaré era que no bailaba, pero me dijo que mi rol no tenía una gran exigencia al respecto, sin embargo, cuando comenzamos a ensayar, me quería tirar debajo de un tren, ya que tenía que bailar un montón. El tiempo de ensayos fue durísimo”. Pasó más de un año y “El Purre” reconoce que ya se siente a la par de sus compañeros bailarines.
![El actor disfruta de la temporada en Mar del Plata antes de abocarse a nuevos proyectos teatrales y la grabación de un segundo disco](https://s.yimg.com/ny/api/res/1.2/MiVBhoqdukThM6Hkl8zAEA--/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTY0MA--/https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/EA3GBRPY4JF2XMWVKWY2NXKXBM.jpg?auth=3c23350ea332489bf0e69f8955f65d73aea3784b1cb69489a086dc2acd8583c2&smart=true&width=768&height=512)
“Mi personaje es un chico con ganas de vivir, simpático, al que nada asusta; en eso me parezco mucho”. Igual criterio sostuvo Pashkus a la hora de convocarlo para Mamma Mia!
-Además, la obra propone una recorrida por el repertorio de ABBA.
-Creía que conocía pocas canciones, pero, cuando me metí de lleno, me di cuenta que me las sabía casi todas. Era una banda de hits. Para la gente es como ir a misa, arranca cada canción y todo el mundo la conoce, el teatro se convierte en una fiesta.
El sol de México
En diciembre pasado, Luis Miguel cerró su tour internacional en el Campo de Polo de Palermo. Previamente, como “telonero” se presentó “El Purre” con su música, un privilegio no menor.
-¿Lo conociste?
-No, Luis Miguel es de película, me pasó a diez metros, pero estaba muy escoltado . Llega con cinco camionetas negras iguales, no sabés de cuál va a bajar, y va directo al escenario.
-¿Cómo te llegó la propuesta?
-Abrí el show el martes 17 de diciembre y la proposición me llegó el domingo previo a la medianoche. Estaba manejando desde Mar del Plata a Buenos Aires cuando recibí el llamado de la discográfica.
La oferta incluía también el segundo concierto que ofreció el cantante mexicano en Buenos Aires. “Solo podía ir con dos músicos más, así que armamos un trío de guitarra, piano y voz”. El set de “El Purre” contó con diez temas ya que la exigencia es que la presentación del artista “telonero” tenga una duración mínima de treinta y cinco minutos. “Estuvo buenísimo”.
-¿Cuál fue el criterio por el que te eligieron?
-Nunca sabés bien cómo surgen esas cosas, pero entiendo que las bandas que llegan al país tienen el compromiso de incluir a un artista local o, de lo contrario, deben pagar un impuesto. Además, hubo una propuesta formal a Fenix, que fue la productora que trajo a Luis Miguel a la Argentina.
-Luis Miguel, ¿escuchó tu música?
-No lo sé, pero su equipo es el que dio el visto bueno final para que yo pudiera ser el artista que abriera los shows.
-¿Lo pasaste bien o el estrés pudo más?
-Lo pasé genial, a pesar que la prueba de sonido es vertiginosa y no dura más de dos minutos. Para mí fue un desafío enorme, es una gran responsabilidad tener que cantar para un público que no me había ido a ver a mí, sino a un ídolo impresionante como Luis Miguel . Si de todo ese público, hubo cincuenta personas que fueron a Spotify a escuchar mis canciones, ya estoy feliz.
El año pasado fue un período de desafíos, ya que se editó su primer disco a través de Pirca, la discográfica que también maneja a Chano, entre otros artistas: “Fue encarar un concepto y no canciones aisladas. Grabamos en Chile, en un estudio en el medio de la montaña. Fue un hermoso capricho”.
-¿Componés mucho?
-Siempre estoy con ganas de componer una canción nueva.
En el último tiempo, además de su participación en la serie Cromañón (Prime Video), el actor también se abocó a las grabaciones de Envidiosa , la exitosa producción de Netflix que transita su segunda temporada y está protagonizada por Griselda Siciliani. “El Purre” lograr balancearse muy bien entre el mundo audiovisual, el teatro y la música.
Vende o alquila
José Giménez Zapiola es el único artista profesional de la familia. Ni sus diez hermanos ni sus padres se han dedicado al arte. El apellido Giménez Zapiola, en cambio, está ligado a una reconocida empresa del rubro inmobiliario: “La inmobiliaria tiene cerca de 105 años, la fundó mi bisabuelo y hoy sigue trabajando allí mi papá que tiene 83 años”.
-¿Nunca tuviste inclinación por esa actividad?
-Sí, hay algo que me gusta, sé mucho del tema ya que mi mamá también se dedicaba a eso, entonces las charlas familiares tenían que ver con los bienes raíces. De hecho, de chico pensaba que iba a hacer inmobiliario .
A pesar de dedicarse profesionalmente a otra cosa, su padre toca la guitarra y canta de manera amateur. Sin embargo, cuando José terminó sus estudios secundarios se anotó en la carrera de arquitectura. “Ese verano, antes de empezar a cursar me di cuenta que no era mi vocación y desistí antes de arrancar”. Fue su madre quien lo conminó a estudiar o trabajar. “Venía estudiando teatro con Nora Moseinco, pero me anoté en producción de radio y televisión”.
-¿Por qué elegiste esa carrera?
-Porque ya había hecho muestras de fin de curso en la escuela de teatro y me había gustado mucho, entonces me pareció que producción de medios era algo cercano a lo artístico.
En realidad, su primer paso fue anotarse en el Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires. En ese espacio volvió a notar que lo suyo no pasaba por ahí, había otras vocaciones que seguían latiendo fuerte: “Estaba en una clase de Pensamiento Científico cuando le dije a mi compañero de asiento ´no vengo más´”.
No había sido una decisión predeterminada, pero, sus estudios de actuación habían germinado fuerte. “La llamé a mi vieja, me fui a tomar unos mates con ella y le confesé que quería cantar y actuar”. No hubo resistencias. “La vida me fue llevando”. A esa altura ya era un joven emancipado que vivía solo.
-¿No se opusieron tus padres?
-No, incluso me podría haber anotado antes en la UNA (Universidad Nacional de Artes), pero no tenía aún la determinación por lo artístico tomada. Mis viejos me apoyaron mucho, pero solo me dieron una indicación.
-¿Cuál fue?
-”No te queremos todo el día en casa al pedo”.
-Clarito.
-Incluso, mi viejo me dijo “hacé lo que quieras, pero estudiá y esforzate para ser el mejor”, fue una gran enseñanza. Después la vida me cruzó con un montón de gente y oportunidades. De hecho, en Mamma Mía! trabajo con Leo Bosio que me dirigió en mis tres primeras obras.
Influencer
-¿Cuántos seguidores tenés en tu cuenta de Instagram?
-Un millón.
-¿Cómo se vive eso?
-No tomo dimensión, es un montón de gente.
-Te lo pregunto porque puede ser bastante desestabilizador.
-Soy súper consciente que influencio a un montón de gente y que, mucha de esa gente, son chicos, por eso me cuido mucho en qué comunico y qué no . Por supuesto, trato de mostrarme cómo soy, aunque ya no muestro todo.
-¿Antes, sí?
-Sí, era de exponer más mi vida personal.
-¿Qué no mostrás?
-Antes me levantaba y ya posteaba qué estaba haciendo, ahora no hago eso. Evito sobrecomunicar . Entiendo que nuestro laburo hace que mucha gente piense que somos inalcanzables, pero, todo aquel que me encuentra en la calle y me saluda, rápidamente se da cuenta que soy uno más.
-Con un millón de seguidores, ¿se gana mucho dinero?
-Sí, aunque podría ganar más plata de la que gano , pero hay cosas que prefiero no hacer.
-No promocionás todo tipo de productos.
-Exacto. Sé que influencio gente, pero no quiero ser un influencer.
-¿Por qué?
-Me parece fascinante lo que hacen los youtubers o los streamers, pero no tengo esa habilidad, a mí me gusta actuar. De hecho, para comunicarme con mis seguidores, casi no hablo a cámara.
-¿Qué tipo de producto o servicio no promocionarías?
-Las apuestas y los casinos online. Me han llegado a ofrecer mil dólares en efectivo por solo promocionar una historia que se borra en veinticuatro horas . Te genera dudas, es un montón de plata por algo que hacés desde tu casa.
Tiene 27 años, pero, siendo más chico, evitaba promocionar marcas de bebidas alcohólicas. “No está mal si hoy promociono una cerveza, porque con eso no estaría fomentando el alcoholismo, pero, cada vez que me llega la propuesta de una marca, me pregunto si deseo que me asocien a ese producto”.
-Son decisiones difíciles.
-Sobre todo, cuando se está sin trabajo.
Con todo, detrás hay también un trasfondo que esgrime con coherencia: “No quiero trascender por las redes, sino porque se reconozcan mis canciones o por ser un buen actor”.
Reconocimiento
El pasado lunes 3 de febrero se entregaron los premios Estrella de Mar, el galardón que reconoce la actividad teatral de cada temporada marplatense. En el rubro Revelación, el actor resultó elegido por el jurado , reconociendo su labor en el musical que se ofrece en una de las salas de Carlos Rottemberg: “Fue la frutilla del postre, un lindo reconocimiento. Dicen que los premios no importan y, en un punto, siento lo mismo, ya que el mejor regalo que hemos recibido en Mamma Mia! es una platea llena durante un año, pero el reconocimiento me pone muy contento, es una buena forma de cerrar esta etapa”.
En una isla griega se centra la trama del musical. Allí aparecen encuentros y desencuentros, amoríos e historias truncas. Y siempre la posibilidad de la reincidencia en la confianza de los vínculos. “Por momentos, es un gran show, y, en otras escenas, la gente termina muy emocionada”.
-Florencia Peña es una artista muy experimentada en el género del musical. ¿Cuál es tu balance de compartir escenario con ella?
-No me canso de resaltar lo gran cabeza de compañía que es, generosa y buena compañera con todo el mundo. Tengo 27 años y ella cumplió 50, pero es la que más pilas tiene, la garra de Flor es una locura. Durante el año ha tenido quilombos, ha llegado a la función luego de grabar dos programas del Cantando, pero, sin embargo, nada de eso se notó. La chabona jamás se quejó, siempre tiró para adelante. Es una grosa. Es una gran actriz, pero, además, tiene un oficio increíble, es un reloj. No hay función donde se mida, trabaje regulando las energías. Lo pone todo cada noche y potencia el material.
-¿Te da consejos?
-Es muy respetuosa, pero, me ha pasado que, cuando agregué algo de manera improvisada, me dijera “´Purre´ seguilo haciendo porque funciona”.
El actor también reconoce que el buen vínculo con la cabeza de compañía se extiende más allá de lo laboral: “Invitó a todo el elenco a pasar fin de año en su casa, eso no lo hace todo el mundo”.
-Con tu pareja Malena Ratner ya habían compartido otros proyectos.
-Sí, pero, en este caso, es compartir una obra comercial de miércoles a domingo. Nosotros bromeamos y decimos que, “sin en 2024 no nos separamos, ya no nos separamos más”. Por suerte, no somos una pareja que se pelee mucho y, en el trabajo, nos acompañamos mucho. Además, agradecemos estar los dos con laburo, lo disfrutamos.
-¿A quién convocaron primero?
-Casi fue en simultáneo, aunque nos lo propusieron por separado.
-Tengo entendido que conviven desde la pandemia.
-Nuestra relación fue siempre con convivencia.
Ya barajaron la idea de la descendencia: “Nunca me había pasado experimentar el deseo de tener un hijo con una novia, ahora sí me sucede. Lo charlamos mucho y me veo padre , aunque sentimos que aún no es el momento”.
En menos de dos horas comenzará una nueva función de Mamma Mia! Es hora de terminar la charla. Antes, “El Purre” vuelve sobre su vida personal y recuerda: “Cuando se separaron mis padres, sentí que se acababa el mundo” . Aquel dolor lo llevó a hacer catarsis en el arte: “Jugaba al rugby en Hindú Club y una amiga que me vio mal me sugirió hacer teatro”.
-No se equivocó.
-Me acuerdo que no dejaba de llorar por la separación de mis viejos, aunque, con los años, entendí que no era tan grave. Sin embargo, eso me llevó al teatro.
Para agendar:
Mamma Mia! de martes a domingos a las 21.30 en el Teatro Mar del Plata (Av. Pedro Luro 2335, Mar del Plata)