El Duque de Calabria vuelve a la zona cero de la DANA para repartir comida
El Duque de Calabria y una veintena de voluntarios de la Orden Constantiniana volvían al terreno el pasado fin de semana. A Catarroja y Horno de Alcedo después de realizar en los días previos tareas de limpieza en La Torre y Massanassa.
Son miles y miles de personas, las que lo han perdido todo, cientos las que están en duelo por los fallecidos, y todavía son muchas las familias que no saben nada de sus seres queridos. Y, desde el primer día, los caballeros y damas de la Orden de la delegación valenciana se están organizado para ayudar trabajando con los medios de los que disponen, pero sin descanso.
Durante la semana son menos, pero los fines de semana, uniéndose a la ola de solidaridad, se les suman voluntarios de otras partes de España. Entre ellos, el duque de Calabria, Gran Maestre de esta institución dinástica, que está dedicada a impulsar acciones asistenciales, humanitarias, culturales y patrimoniales acordes con los principios cristianos.
Un voluntario más
Como en otras circunstancias difíciles, don Pedro, Jefe de la Casa Real de las Dos Sicilias, intentó pasar inadvertido y ser un voluntario más, ya porque no desea protagonismo alguno -su máxima siempre es la discreción-, pero se filtró en redes una foto (que se hizo viral) y la noticia, y, finalmente, la Orden Constantiniana compartió algunas imágenes realizadas para su archivo apoyando la idea de que todos tenemos el deber de ayudar en la medida que podamos y que “ojalá pudiéremos hacer más”.
Entre el rastro de devastación, don Pedro limpió calles, recogió basura, escuchó historias dramáticas y dio apoyo alimentario a los vecinos entregando más de 1.000 raciones de comida caliente, gracias a la generosidad del empresario, Antonio Sánchez de León y Cotoner, caballero de la Orden, que le acompañó en todo momento.
Asimismo, previamente, el Duque de Calabria también emitió un mensaje de apoyo y cariño, expresando su "más sentido pésame" y pidiendo a los santos patronos de la Orden “que los afectados tengan fortaleza y esperanza”.
Es un combate colosal
La guerra contra el barro continúa. Es un combate colosal en los pueblos afectados. Entre ellos, Catarroja, que con sus casi 30.000 habitantes es uno de los municipios más perjudicados por las riadas del 29 de octubre. Allí se tomaron las fotos. Don Pedro, como uno más, con guantes, mascarilla, ropa manchada completamente de barro, y botas de agua para moverse por las calles anegadas de lodo ayudando en las labores humanitarias.
La Fundación Orden Constantiniana de San Jorge está poniendo todo su esfuerzo en apoyar a las personas que más lo necesitan y pidiendo colaboración en ayuda directa de donativos a través de su web. Es “una orden de personas para personas “que durante la COVID repartió miles de litros de leche y aceite a través de Cruz Roja; y en los últimos años también ha estado presente en países en conflicto. Entre ellos, en la región de Transcarpatia, en plena guerra ruso-ucraniana; y, más recientemente en el Líbano, con Don Pedro siempre a la cabeza. Porque sea “Poca o mucha, la ayuda tiene que llegar al beneficiario final”, y esa es la manera de comprobar que se entrega sobre el terreno paliando necesidades.