Ejercicios para mejorar tus habilidades sociales

Las habilidades sociales no tienen una única definición. Se trata de un concepto amplio que hace referencia a las capacidades y conductas aprendidas que nos ayudar a resolver situaciones con el resto de personas de forma efectiva. Es decir, nos permiten expresar nuestros sentimientos, actitudes, deseos y opiniones de modo adecuado y son imprescindibles en cualquier ambiente que nos podamos encontrar. No obstante, aunque son fundamentales en nuestro día a día para vivir en sociedad, como seres sociales que somos, no todo el mundo tiene un dominio sobre estas.

Asertividad, capacidad de escucha, empatía, capacidad de definir un problema y evaluar soluciones, de comunicar sentimientos y emociones… Las habilidades sociales son necesarias para conseguir unas relaciones sociales óptimas y evitar conflictos. Mejorar estas habilidades es un proceso de adquisición de hábitos que requiere entrenamiento y repetición de la conducta y, aunque en la edad adulta suele requerir mayor esfuerzo y constancia, es posible desarrollarlas.

VER GALERÍA

amigas
amigas

Leer: ¿Sabes en qué consiste la decodificación personal?

'Role play'

La empatía, la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, es esencial para desarrollar relaciones sanas. Sin embargo, no siempre resulta sencillo ponerse en la piel de otro. El role play, también conocido como técnica de dramatización, simulación o juego de roles, es una técnica de dinámica de grupo para trabajar la empatía. Consiste en hacer una escenificación con un intercambio de roles y actuar según el papel asignado. Los 'actores' tienen que trasmitir al grupo la sensación de estar viviendo el hecho como si fuera en la realidad. Este juego nos ayuda a experimentar nuevos comportamientos y entender a todas las partes implicadas, así como a estudiar nuestra reacción ante determinadas situaciones y controlar nuestra tolerancia al estrés y el nerviosismo.

Leer: El arte de moverse en la incertidumbre con resiliencia

Escucha activa

Oír no es lo mismo que escuchar. La escucha activa es una de las claves para comunicarse con los demás y puede ser adquirida y desarrollada con la práctica. Debemos ser conscientes de que es tan importante saber emitir bien los mensajes cómo dominar el rol de receptor de los mensajes de los demás.

  • Mantener el contacto visual con la otra persona: Esto demuestra que realmente nos está interesando lo que nos están diciendo y que estamos prestando atención. Evita distraerte por factores ambientales y 'escucha' el lenguaje corporal del hablante

  • Mantener una postura correcta: Inclinarse ligeramente hacia adelante es un signo de atención. Una sonrisa y otras expresiones faciales hacen sentir a la persona que habla que la información está siendo bien recibida y anima al orador a continuar

  • Reforzar el discurso del hablante: Reflexiona sobre lo que se ha dicho, haz preguntas para aclarar determinados puntos y realiza comentarios con palabras positivas. Estas frases demuestran atención por parte de la persona que escucha

  • Evitar hacer juicios: Interrumpir puede 'frustrar' a la persona que está hablando y puede dar lugar a malentendidos. Permite que el orador termine de hablar para hacer preguntas y trata de no interrumpir con argumentos en contra

Leer: Si te gusta la psicología, no te puedes perder estas series