De esto se trata la vacuna que se puso Adamari López, según expertos
El herpes zóster es una enfermedad dolorosa. Toma más de una semana en superarse y puede dejar secuelas de dolor durante un período de tiempo considerable. Además, suele relacionarse con creencias que involucran chamanes e incluso la muerte.
Adamari López decidió vacunarse contra enfermedad que, aunque es común, genera muchas molestias y puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, la conductora y actriz manifestó sentirse muy mal después de haberse inyectado. En un video que publicó en sus redes sociales, manifestó que tenía dolor en el cuerpo, escalofríos y que sentía cierta temperatura. “Es un malestar como si le fuera a dar a uno catarro por el cuerpo cortado y lo que quiero es estar acurrucadita y tranquila”.
Además de mencionar que le pareció costosa, López dijo que decidió aplicarse esta vacuna por precaución. “Dicen que después de los 50 años es recomendable ponerse esa vacuna que también tiene los mismos activos de la varicela que ya la tuve cuando era más joven”, y no se equivoca.
El herpes zóster, conocido popularmente como culebrilla es una infección viral que proviene del mismo virus de la lechina o varicela. El doctor Jorge Padilla, médico dermatólogo explica que una vez que sufrimos varicela, el virus queda dentro de nuestro cuerpo inactivo. Sin embargo hay algunos eventos que pueden reactivarlo.
“Cuando se reactiva no nos vuelve a dar lechina sino herpes zóster, o lo que llaman culebrilla. En este caso, el herpes zóster afecta un trayecto nervioso. Frecuentemente son nervios que están en el tórax y estos no son rectilíneos sino curvados. Si vemos la lesión a lo lejos parece una culebrita, porque luce con ondas, y de allí viene su nombre popular”, explica.
“Al infectarse los nervios se inflaman y eso ocasiona un intenso dolor con una sensación de quemazón. Arde y duele. Además, aparecen pequeñas vesículas que tienen un fondo rojo inflamado, y además se puede sufrir cierto malestar que podría incluir fiebre. Ahora bien, el herpes zóster, al igual que la lechina, es autolimitado. Quiere decir que se quita solo. En promedio la enfermedad dura unos 11 o 12 días y poco a poco las lesiones se van secando”.
En este sentido, el médico explica que los tratamientos que se recetan no son para curar sino para que el nervio se desinflame lo más rápido posible, que no duela ni moleste, además de prevenir que quede dolor posterior, que es lo que se conoce como neuralgia post herpética.
Vacunas seguras
Aunque Adamari presentó efectos secundarios, generalmente estos suelen ser leves o inexistentes en la mayoría de los pacientes. La médico internista e infectólogo Patricia Valenzuela, explica que este tipo de vacunas produce efectos adversos.
“Las vacunas son efectivas y seguras, y en esta específicamente lo que está descrito son efectos adversos leves, como dolor local en el sitio de la inyección, y quizás malestar general. Es muy poco lo que se manifiesta por parte de los pacientes, pero lo más frecuente es el dolor en el sitio de la inyección. Y es que, por lo general las vacunas recombinantes como esta producen pocos efectos adversos”.
Vanezuela explica que la vacuna contra herpes zóster disponible actualmente es recombinante. “La gran ventaja es que no es de virus atenuado, sino que son proteínas o partes del virus que han sido inactivadas, que no se replica, con lo cual puede administrarse también a la población vulnerable, es decir, a aquellas personas comprometidas que tengan el antecedente de haber padecido herpes zóster o que estén en riesgo porque son inmunodeprimidas, reciben quimioterapia o viven con VIH Sida. La vacuna anterior excluía a este tipo de pacientes”, asegura.
Para mayores de 50
La médico infectólogo menciona que, tal como dijo Adamari López, esta vacuna para herpes zóster está recomendada para personas mayores de 50 años. “Incluso las recomendaciones del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP por sus siglas en inglés), plantea que se aplique a partir de los 60 o 65 años. Lo que ocurre es que después de los 50 años el sistema inmunológico se va debilitando por envejecimiento y aparecen adicionalmente las afecciones crónicas”.
Además, es importante destacar que aquellos pacientes que ya tuvieron varicela o lechina son precisamente quienes deben recibir esta vacuna. “Ese es el paciente que a los 50 años tiene que ponerse la vacuna contra varicela zóster recombinante porque ese es a quien puede darle culebrilla, es decir el herpes zóster. De hecho, en Estados Unidos la primera causa de ausentismo laboral es la neuralgia postherpética, el dolor que permanece después de la infección”.
De brujas y pociones
Esta es una infección viral, como el coronavirus o la misma varicela, y como se dijo anteriormente el cuerpo se encarga de combatirlo. De esta manera es innecesario recurrir a tratamientos alternativos con brebajes y hierbas muy populares en estos casos.
En algunos países de Latinoamérica se acostumbran estos procesos curativos alternativos, pero el doctor Padilla asegura que no son efectivos. “La gente dice que hay que tratarlo con un brujo, pero la verdad es que ni lo cura el médico, ni lo cura el brujo. Se cura solo. Nuestro propio organismo se encarga”.
“La clave del supuesto éxito de los brujos está en el número de días que dura la enfermedad: como ya se dijo la enfermedad dura unos 12 días. El paciente recurre al chamán al cabo de unos tres días, cuando aparecen las vesículas que arden. El brujo recomienda rezar un novenario, que son nueve días, o hacer un rezo cada tres días. Al cuarto día después de haber visitado a este especialista, la enfermedad comienza a disminuir, con lo cual se le adjudica la sanación al proceso esotérico”.
Otro mito que menciona el médico es que cuando se unen las dos puntas de la culebrita, el paciente está en riesgo de muerte. Pues esto sí es cierto.
“El herpes zóster generalmente da de un solo lado; no solo en el tórax; puede aparecer en el abdomen, en la cara, en un brazo, en una pierna. Si empiezan a aparecer lesiones del otro lado de donde ya han salido, significa que el paciente no se está defendiendo adecuadamente por alguna razón de tipo inmunológico. Por ejemplo, pacientes inmunosuprimidos o con tratamiento contra el cáncer. Esto quiere decir que la infección podría extenderse y cuando esto pasa se puede producir una infección pulmonar, una neumonitis y se genera un eccema herpético, que son lesiones en todo el cuerpo y esto puede llegar a ser mortal”.
Por último, el doctor señala que, aunque no hay evidencia científica que lo compruebe, llama la atención que tras la infección por coronavirus han reaparecido algunas infecciones virales que estaban retraídas. “He visto en estos dos últimos años muchos casos de herpes zóster y otras enfermedades virales de la piel. Es posible que haya algo relacionado con respecto al covid-19 que podría estar sensibilizando a las personas hacia otros virus”.
Ante este escenario, no cabe duda que bien merece la pena seguir el ejemplo de Adamari si estamos dentro del rango de edad y bajo estricta recomendación médica. Es preferible un día de malestar que sufrir esta enfermedad nada alentadora.
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