'Halston': la serie que se quedó corta mostrando solo la arrogancia, el abuso de drogas y la vida sexual de un legendario diseñador

Para hablar de la nueva miniserie de Netflix sobre el icónico diseñador de moda estadounidense Halston, habría que empezar con algunos datos que le faltan a la presentación general de esta producción de Ryan Murphy ('American Horror Story', 'Glee', 'Pose', 'Ratched', 'Hollywood', etcétera).

El tema es que los espectadores de estos cinco episodios están un par de generaciones alejados de la cultura que Halston representó a través de sus diseños, que revolucionaron la moda en los 60, 70 y 80. Y a menos que el target sea un estudiante de moda o un entusiasta ávido de la cultura homosexual del New York de esa era, es seguro asumir que el público en general no está familiarizado con la figura ni con su trabajo, aunque haya escuchado el nombre.

FILE - Women's clothing designer Halston poses among his designs at his showroom in New York on June 25, 1975. A new series about the fashion designer,
Halston en 1975. (AP Photo/Marty Lederhandler, File)

Roy Halston Frowick fue el primer diseñador destacado en crear para una tienda departamental (JC Penney's), algo que en ese momento se consideró polémico (aunque ahora son cosa frecuente las "colaboraciones" entre, por ejemplo, la cadena H&M y Madonna). Posiblemente fue el único diseñador de moda estadounidense que fue admirado en Europa a pesar de que no provenía del pedigrí de haber ayudado a los modistos franceses en su juventud (como lo hizo el dominicano Oscar de la Renta).

Más allá de eso, continuó diseñando y aprobando diseños para todos los acuerdos de licencia que firmó, a diferencia de otros que simplemente firmaron sus licencias a los productores para perseguir la expansión (el diseñador francés Pierre Cardin es citado a menudo como el ejemplo más desastroso de tal cosa).

Entonces, ¿qué sucede cuando una generación que no tiene un vínculo directo con Halston o su legado de diseño ve una serie de Netflix de cinco episodios que centra selectivamente la arrogancia, el abuso de drogas y la vida sexual de Halston? Pues que es fácil creerse lo que se ve, pero no necesariamente tiene que ser auténtico.

De manera brillante Ewan McGregor interpreta a un Halston emocionalmente torturado y volátil que ya está en el camino de la autodestrucción desde el episodio inicial. Y si se es el tipo de espectador que disfruta de una reivindicación de corta duración, la serie no defrauda. Drogas, sexo con prostitutos, relaciones fallidas, algunos puntos altos y luego la inmersión definitiva en una muerte relacionada con el SIDA. Es más predecible que una telenovela, y eso es una lástima.

Además, la serie ignora casi por completo la historia personal y factual de Halston, limitándola a flashbacks de su madre siendo maltratada por su padre, y no se le da tanta importancia a su descubrimiento de la tela Ultrasuede en 1971, un hecho que la serie omite por completo.

También ignora el hecho de que posiblemente era el único diseñador estadounidense que tenía un grupo de modelos racialmente inclusivos en ese momento, mucho antes de que la representación se convirtiera en una palabra de moda. Incluso se extraña la presencia del artista estadounidense Andy Warhol, que era un amigo cercano. Todo esto fue enormemente importante en su vida, pero existen aquí solo para resaltar su narcisismo, abuso de drogas, sexo y fiestas.

Liza Minnelli with designer Halston shown on Feb. 7, 1983 at the Newsweek Gala in New York City. (AP Photo/Carlos Rene Perez)
Liza Minnelli y Halston en 1983. (AP Photo/Carlos Rene Perez)

Aunque Krysta Rodríguez (interpretando a la inmortal Liza Minnelli, que era íntima del diseñador), Rebecca Dayan (interpretando a la diseñadora de joyas Elsa Peretti) y David Pittu (interpretando al célebre ilustrador Joe Eula) están estupendos como lo está McGregor, ninguno puede evitar que la serie se quede corta en narrativa.

Halston se presenta como poco más que un pedante que, a pesar de su abundante talento, no pudo esforzarse lo suficiente para controlar y conservar su imperio de la moda, como sí lo hicieron Givenchy o su némesis, Calvin Klein, pero no hay más si se escarba en la caracterización.

Lo triste es que, aparte de su valor de producción profundamente investigado en términos de vestuario y decorados (fácilmente los aspectos más destacados de toda la serie), 'Halston' no logra capturar la década de 1970 como definitoria de la moda y la cultura estadounidenses; el director Daniel Minahan tuvo cinco episodios completos para hacer eso. Hay películas que duran apenas 90 minutos han capturado eras enteras, pero él no pudo; se quedó corto y eso hace que la serie sea entretenida, pero a la postre, y esto es una lástima, irrelevante.

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