El último escape: los colosales Glenda Jackson y Michael Caine llevan su perdurable talento a la pantalla por última vez

Michael Caine se despide de la pantalla con El último escape, estreno del jueves 13
Michael Caine se despide de la pantalla con El último escape, estreno del jueves 13

El último escape (The Great Escaper, Reino Unido-Francia-Suecia/2023). Dirección: Oliver Parker. Guión: William Ivory. Fotografía: Christopher Ross. Música: Craig Armstrong. Edición: Paul Tothill. Elenco: Michael Caine, Glenda Jackson, John Standing, Danielle Vitalis. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 96 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: buena.

“A nuestra edad tenemos que aferrarnos a cada segundo”, se escucha en El gran escape cuando la suerte de los protagonistas está echada y solo queda para ellos enfrentar las consecuencias de un acto temerario. En rigor, cualquier decisión que se tome en el caso de los protagonistas entraña cierto riesgo, sencillamente porque estamos frente a dos nonagenarios impulsados a actuar al tomar conciencia plena de que la vida les ofrece una última oportunidad para tomar decisiones importantes y hacerse cargo de ellas.

Lo más atrayente de este agridulce relato, narrado desde una inevitable pátina emotiva, pero ajeno a cualquier sentimentalismo, es el tono elegido para recrear una historia real ocurrida al cumplirse los 70 años del desembarco de las tropas aliadas en las costas de Normandía, en 2014. Todo transcurre con el ritmo, el movimiento, la mirada y la actitud frente al mundo y a la vida de dos personas que se encaminan hacia el momento final de sus vidas.

Con achaques que no resultan simulados, porque los actores encargados de interpretar a esos personajes los llevan en sus propios cuerpos. Y con el dominio pleno de su conducta, porque mantienen todavía la lucidez mental completa, suficiente entre otras cosas para hacer que la prepotente arrogancia de un grupo de jóvenes ciclistas no quede impune.

El gran escape es la película póstuma de Glenda Jackson, que tenía 86 años en el momento del rodaje, en septiembre de 2022, y moriría, con 87 años, el 15 de junio de 2023. Su fragilidad corporal no es impedimento para que pueda desplegar aquí por última vez su reconocido talento para construir frases y réplicas llenas de chispa y espíritu irónico, y manejar a través de ellas cualquier situación.

La deliciosa Jackson es René, que se enamoró para siempre del marinero Bernard Jordan en la Segunda Guerra Mundial y ahora vive junto a él en una casa de retiro con todas las comodidades en Hove, un tranquilo enclave costero del sur de Inglaterra, muy próximo a Brighton. A su lado, Jordan conserva la apostura que Michael Caine siempre supo darle a sus mejores personajes.

Caine cumplió 91 años en marzo y tenía dos años menos al filmar esta película, con la que decidió retirarse de la actividad. Se mueve con paso lento y vacilante, pero en su palabra y su mirada todavía quedan huellas de la picardía y la actitud resolutiva que siempre lo caracterizaron en el cine. Solo de esta manera el veterano de la Segunda Guerra Mundial que encarna en esta historia puede llevar adelante una última misión que tenía pendiente desde aquel cruento Día D.

El último escape es la crónica del viaje postrero que Jordan hace del geriátrico a las playas francesas sin avisar, mientras su esposa respalda esa decisión sin moverse de su cuarto, con algunos grandes momentos en el que no hace falta ninguna palabra, unos pocos flashbacks de los tiempos de guerra no siempre efectivos y dos figuras colosales capaces de sostener también desde la fragilidad de la vejez la fortaleza de un talento artístico imperecedero. Ya no hay películas así.