Esta práctica podría optimizar el funcionamiento inmunizador de las vacunas. Lo dice la ciencia

Un estudio ha arrojado que nosotros mismos podemos mejorar la función de las vacunas, especialmente contra la gripe y contra el Covid-19. (Getty Creative)
Un estudio ha arrojado que nosotros mismos podemos mejorar la función de las vacunas, especialmente contra la gripe y contra el Covid-19. (Getty Creative)

Es indudable el papel determinante que jugó la invención de las vacunas en la historia de los cuidados de salud y prevención de las enfermedades. Y es que cuando Louis Pasteur sentó las bases para la vacunación moderna no imaginó el alcance que tendrían sus investigaciones para la humanidad, ni mucho menos que 125 años después de su fallecimiento aparecería una pandemia que pondría bajo la lupa el funcionamiento de las vacunas y sus efectos secundarios.

Ha corrido mucha agua debajo del puente e independientemente de la propagación de enfermedades infecciosas y su control, las vacunas siguen siendo un recurso fundamental para prevenir el contagio y aparición de cientos de enfermedades. Pero ¿hay algo que podamos hacer para optimizar su funcionamiento? Sí. Totalmente.

En general, la recomendación es que después de recibir un a vacuna nos quedemos unos 15 minutos quietos y alerta en el lugar donde recibimos la dosis, para verificar que estamos bien y que no tenemos ninguna reacción inmediata, aunque esto sea poco frecuente.

También, según de explica en Unicef, es recomendable estar atentos y preparados a posibles efectos secundarios -que desaparecerán un pocos días- como dolor en el brazo, fiebre, o dolor de cabeza, entre otros. Pero también hay que estar seguros de que las vacunas están diseñadas para brindarnos inmunidad sin exponernos al peligro de contraer determinada enfermedad.

Para maximizar la protección que estás brindan también se recomienda mantener el esquema de vacunación actualizado y estar atentos a las pautas recomendadas para cada una, en cuando refuerzos y otras dosis necesarias.

Para maximizar la protección que brindan las vacunas se recomienda mantener el esquema de vacunación actualizado. (Getty Creative)
Para maximizar la protección que brindan las vacunas se recomienda mantener el esquema de vacunación actualizado. (Getty Creative)

Asimismo, y como siempre recomendamos, un estilo de vida saludable y una alimentación equilibrada contribuirán a nuestro bienestar, pero además, se ha descubierto recientemente que una práctica sencilla podría optimizar aún más su funcionamiento, en especial si hablamos de las vacunas contra gripe y Covid-19.

Aunque lo lógico sería, o por lo menos lo que seguramente nos provoca a todos, es descansar y quedarnos atentos a cualquier mínimo malestar que puede aparecer después de pinchazo, es precisamente lo contrario lo que se ha demostrado que funciona para mejorar considerablemente los efectos de la vacuna.

Y es que un estudio publicado en Brain, Behavior, and Immunity ha concluido que el ejercicio después de la vacuna contra la influenza o COVID-19 aumenta los anticuerpos séricos, con lo cual optimiza su efectividad, sin aumentar los efectos secundarios. ¡Esto es genial!

El estudio comparó individuos que realizaron 90 minutos de ejercicio entre ligero a moderado -como montar bicicleta o caminar- después de ser vacunados contra Covid-19 o influenza, con otros que se sentaron o simplemente continuaron con sus actividades rutinarias del día. En los primeros encontraron respuestas de anticuerpos significativamente mayores durante cuatro semanas, mientras que en los segundos no observaron ningún cambio.

Hacer ejercicio de intensidad leve a moderada es más beneficioso de lo que imaginamos. Tanto que influye en el funcionamiento de las vacunas. (Getty Creative)
Hacer ejercicio de intensidad leve a moderada es más beneficioso de lo que imaginamos. Tanto que influye en el funcionamiento de las vacunas. (Getty Creative)

En un comunicado de Iowa State University, la autora del estudio, Marian Kohut, señaló que los resultados de esta investigación son los primeros en especificar que una cantidad de tiempo específica puede optimizar la respuesta de los anticuerpos a una vacuna contra covid-19 y dos contra influenza.

Lo que ocurre es que cuando hacemos ejercicios, ocurren una gran cantidad de cambios en el organismo, se activan el flujo sanguíneo así como el sistema linfático, con lo cual mejora la circulación de las células inmunitarias. Sin embargo, sí se especifica que el tiempo con el que dieron con resultados importantes fue de 90 minutos de actividad, pues con 45 minutos no se observaron mayores diferencias.

Se acerca la temporada de gripe y resfriados, con lo cual no está demás proponerse a establecer una rutina de ejercicios que, en principio, parece prometedora para incentivar la salud del cuerpo.

También es importante que ante cualquier inquietud o preocupación que tengamos con relación a las vacunas, su funcionamiento y cantidad de dosis necesarias, consultemos con el especialista, quien nos dará las pautas adecuadas para nuestro bienestar. Recordemos que la efectividad de las vacunas puede variar según su tipo y según la enfermedad que intentan prevenir.

Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.

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