La eterna Charlotte Rampling sigue rompiendo tabúes: "Nunca pensé en actuar para siempre"

Valladolid (España), 28 oct (EFE).- Actriz de culto, icono de la moda y trabajadora incansable, Charlotte Rampling ha conocido el cine en todas sus facetas incluidas producciones grandiosas como "Dune" (2021) y "Juniper" que este sábado se estrena en España durante la clausura la 68ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Antes de la proyección, Charlotte Rampling (Essex, Inglaterra, 1946) recogerá la Espiga de Honor del festival por toda una carrera, un galardón importante porque "la narración y las películas son un poco como volver a la infancia y que te den un premio por ello es realmente dulce", explica en una entrevista con EFE.

Su primera aparición en el cine fue en 1964, con la película protagonizada por los Beatles "A Hard Days' Night", a las que siguieron otras menores hasta recalar primero en la dirección de Luchino Visconti con "La caduta degli dei" ("La caída de los dioses") (1969), y más tarde en manos de Liliana Cavani en "Il Portiere di notte" ("Portero de noche") (1974).

Esta última narraba una relación sadomasoquista entre una mujer, exprisionera de un campo de concentración, y su carcelero nazi, reconvertido en portero de noche de un hotel en la Viena de posguerra, un largometraje polémico que probablemente hoy fuera "cancelado" por su contenido, apunta la actriz.

"En los 60 y 70 rompimos un montón de tabúes porque era una generación de gente joven después de la guerra y todas las cosas necesitaban ser cambiadas, se pensaba que se podía y había que mover las cosas", reflexiona Rampling antes de añadir cómo la apertura de la sociedad "va por ciclos" y ahora "la cosa empieza a cerrarse".

Curva de aprendizaje

Más allá de la controversia, la actriz británica ha trabajado con otros grandes directores como Woody Allen ("Stardust Memories"/1980) o Lars von Trier ("Melancholia"/2011), en alternancia con otras cintas más comerciales como "The Killer Whale" (1977), de Michael Anderson, y "Spy Game" (2001), de Tony Scott.

La suya ha sido toda una vida dedicada a la interpretación que ni siquiera se planteaba cuando dio sus primeros pasos haciendo publicidad.

Han sido casi seis décadas de cine en Europa y Estados Unidos, durante las que ha evolucionado hasta convertirse en "una persona más interesante" para sí misma y que, a través de la experiencia, ha crecido para tener "más compasión y más generosidad".

Sin embargo, la protagonista de "Juniper", el debut en la dirección de Matthew J. Saville, abandonó la actuación en los 90 por una depresión de la que se atrevió a hablar en su autobiografía ("Who I am"), un libro donde habla poco de su carrera profesional pero en el que trata sin tapujos su depresión y el suicidio de su hermana.

Icono de la moda (otra vez)

Rampling también es desde esta semana la imagen de la campaña 'True Minds' de Massimo Dutti, una propuesta que se suma a la de otras firmas como Loewe o Inditex con modelos septuagenarias que rompe con los roles asociados con las mujeres, especialmente las mayores, lo que le produce "un sensación muy agradable" .

En su opinión, los roles para las mujeres "están cambiando": "No somos rechazadas y desplazadas a la sección de antigüedades".

Criterio propio

En "Juniper", Rampling da vida a una mujer mayor que no ignora su enfermedad terminal, exreportera de guerra, alcohólica y arrogante que se ve obligada a relacionarse con su nieto Sam, un joven confuso interpretado por George Ferrier.

"Me gustan las pequeñas películas porque son más amigables, tratan más sobre contar la historia juntos y se puede tener una relación más cercana con toda la gente involucrada", reconoce, aunque incide en que ella elige los papeles porque se "siente bien" y cuando una película "tenga sentido", sin importar el presupuesto.

Asegura que tiene planes y, aunque prefiera no dar detalles por la situación actual del sector con "producciones frágiles", la reciente huelga de guionistas y las dificultades que pasan algunos de los profesionales, asevera: "Estaré trabajando".

Fernando Sanz

(c) Agencia EFE