Evitar el contacto visual y otros posibles síntomas de autismo en los niños

Texto: Irina Kenigsberg

La imagen que tenemos del autismo no necesariamente coincide con la realidad. Esa condición no siempre se manifiesta de forma clara. Muchas veces, puede pasar desapercibida y no ser diagnosticada. Por eso, toma nota de cuáles son sus posibles síntomas.

Evitar el contacto visual y querer estar a solas podrían ser indicios de autismo infantil. – Foto: mrs/Getty Images
Evitar el contacto visual y querer estar a solas podrían ser indicios de autismo infantil. – Foto: mrs/Getty Images

Trastorno del espectro autista

Las Naciones Unidas declararon el 2 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. El trastorno del espectro autista (TEA, por sus siglas) es una condición neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez, según el sitio Medline Plus (perteneciente a la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU). Se lo llama “trastorno de espectro” porque las personas con esa condición pueden presentar una gran variedad de síntomas distintos.

Síntomas de autismo

Muchas veces, las personas con esa condición no lucen de forma distinta que los demás, se indica en el sitio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Por eso, es importante conocer cuáles son los posibles indicadores de que una persona podría sufrir de autismo. Estos son algunos, según el sitio mencionado:

No señalar los objetos para mostrar interés (por ejemplo, un avión que está pasando por el cielo).

– No mirar los objetos cuando otra persona los señala.

– Tener problemas para relacionarse con los demás o no tener ningún interés en las otras personas.

– Evitar el contacto visual y querer estar a solas.

– Tener dificultades para entender los sentimientos de otros o para hablar de sus propios sentimientos.

– Preferir no ser abrazado o tenido en brazos, o abrazar solo cuando tiene ganas.

Parecer no darse cuenta cuando las personas le hablan, pero responder a otros sonidos.

– Estar muy interesado en las personas, pero no saber cómo hablar, jugar o relacionarse con ellos.

– Repetir o hacer eco de palabras o frases que se le dijeron, o repetir palabras o frases en lugar de usar lenguaje normal.

– Tener problemas para expresar sus necesidades usando palabras o movimientos típicos.

– No jugar juegos de simulación o “como si”, por ejemplo hacer como que se da de comer a una muñeca.

– Repetir acciones una y otra vez.

– Tener dificultades para adaptarse cuando una rutina cambia.

– Tener reacciones inusuales a cómo huelen, saben, se ven, se sienten o suenan las cosas.

– Perder habilidades que tuvo en un momento (por ejemplo, dejar de decir palabras que usaba).

La importancia del diagnóstico

El diagnóstico de TEA puede ser difícil de realizar, ya que no hay un examen médico (por ejemplo, de sangre) que se pueda hacer, se indica en el sitio mencionado. En cambio, el médico observa el comportamiento y desarrollo del niño para hacer un diagnóstico.

A veces, el trastorno puede detectarse a los 18 meses de edad o inclusive antes. Para los dos años, el diagnóstico de un profesional puede considerarse muy confiable. Sin embargo, muchos niños no lo reciben hasta que son mucho más grandes. Esta demora podría significar que los niños con TEA no reciban la ayuda temprana que necesitan.

Por eso, ante cualquier síntoma que notes consulta a un profesional de la salud. Además, realiza siempre los chequeos de rutina que tu médico indique.

Y tú, ¿conoces otros posibles síntomas de TEA?

También te puede interesar:
Autismo: los síntomas en niños podrían reducirse con un… ¿transplante fecal?
Niños con autismo, así ven el mundo