Muere José Luis Ibáñez, guionista, director y gran maestro del teatro mexicano

José Luis Ibáñez, profesor universitario, director de teatro, guionista y director de cine que fue alumno de la primera generación de la carrera de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y colaboró con el grupo Poesía en voz alta (1956-1960) al que pertenecieron Octavio Paz, Carlos Fuentes, Juan José Arreola, Elena Garro, Juan Soriano, Leonora Carrington y Antonio Alatorre, murió hoy a los 87 años.

Ibáñez (Orizaba, Veracruz, 18 de febrero de 1933) fue sobre todo un hombre de teatro y maestro universitario, donde impartía diferentes asignaturas. Realizó su debut en 1955 en las últimas temporadas de Poesía en Voz alta. Entre sus montajes más significativos están: "Las mariposas son libres", "El divino Narciso", "La muerte se va a Granada" y "La vida es sueño".

50 años dedicados a la docencia

Fue profesor de carrera de tiempo completo del Colegio de Literatura Dramática y Teatro. Impartió más de un centenar de cursos y contribuyó en la formación de docentes para los distintos niveles de enseñanza y en diversas regiones del país. Además, recibió reconocimientos y galardones de la crítica especializada.

En 2001 fue distinguido con el Premio Universidad Nacional en el área de creación artística y extensión de la cultura. El año pasado cumplió 50 años de docencia en la Facultad de Filosofía y Letras.

Héctor Mendoza escribió un texto sobre Ibáñez en 1994, publicado por Filosofía y Letras, en el que destaca su comprensión de los textos y la personal proposición conceptual que lograba con su escenificación, los cuales, dijo, lo deslumbraron.

"José Luis Ibáñez parecía haber iniciado un proceso de maduración excesivamente temprano y eso daba miedo. Nos esforzamos por ver, pues, en La gatomaquia, sólo un espectáculo encantador en que, José Luis Ibáñez lograba de manera satisfactoria el tipo de brillantez que se esperaba tanto de él, como de todos los de su generación, y que él mismo se había propuesto lograr. Nos asustaba percatarnos de su madurez; no podíamos aceptarla viniendo de un joven tan joven como lo era José Luis Ibáñez en aquella época.

Su maduro talento, su sabiduría teatral, la vierte desde entonces en sus alumnos. Porque José Luis Ibáñez es, sin duda alguna, la gente que más sabe de teatro en México", escribió Mendoza".

En el libro electrónico "Cambios paradigmáticos del teatro mexicano Siglos XX y XXI", Martha Toriz cuenta que Poesía en Voz Alta había provocado ya desacuerdos entre la comunidad, cuando llegó a la dirección Ibáñez, las cosas cambiaron, pese que era conocido como el joven asistente de Mendoza.

"Ibáñez dirigió un espectáculo que, a decir de Miguel Sabido, era uno de los "más feroces y profundos en la historia del teatro mexicano": "Asesinato en la catedral" de T.S. Eliot, en los jardines de San Ángel Inn. Entonces se empezó a ver a Ibáñez con otros ojos. Y luego el siguiente programa: "Las criadas" de Jean Genet con Ofelia Guilmáin y Rita Macedo. Y empezaron a decirle a Ibáñez "maestro", cuenta Toriz.

Y añade: "Con sólo dos puestas en escena José Luis Ibáñez se convirtió en uno de los más respetados de la corriente en la que el director interpretaba al dramaturgo".

En una entrevista para El Universal, el maestro contó sobre sus primeros años: "Era un paraíso, no exagero. Entré en Filosofía y Letras, y mi vida, que no tenía rumbo propio, lo tuvo. Descubrí otro mundo y, para mi sorpresa, a los seis meses ya estaba experimentando con la escena. El maestro Enrique Ruelas nos envió a unos muy primitivos estudiantes de teatro a las preparatorias para impartir una materia obligatoria: Actividades Estéticas. Esa experiencia me dejó una marca y despertó mi vocación de profesor, que no conocía", dijo.

Ibáñez también incursionó en los foros de televisión y de cine, pero consideraba que no servía para hacer ni uno ni otro. "Si aún estoy en el teatro es porque soy el campeón de la terquedad, como me definió un día Tomás Segovia", dijo.

Una despedida en redes sociales

A través de redes sociales, diversas instituciones con las que colaboró como la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la Secretaría de Cultura federal, y la secretaría de Cultura de la Ciudad de México, a través del Sistema de Teatro, lamentaron la muerte del Ibáñez, quien fuera ayudante del director Alan Lewis en las obras "El gran dios Brown" y "Enterrar a los muertos" (1955).

Por su parte Teatros de la Ciudad de México, destacó en la misma red social que Ibáñez fue una figura representativa del teatro universitario mexicano.

En un segundo tuit, Teatros de la Ciudad de México dijo, "El Maestro Ibáñez fue un prolífico director de teatro, pedagogo, docente y miembro fundador de Poesía en voz alta, así como un erudito en el conocimiento del teatro novohispano. Realizó estudios en la UNAM. Hizo su debut en 1955 y forjó una amplia trayectoria".

Gente de teatro y cine como Morris Gilbert y Felipe Cazals también lamentaron el deceso, al igual que Enrique Olmos de Ita, Mario Ficachi, Rebeca Jiménez Calero y Enrique Saavedra.

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