Fey, la mexicana que se le adelantó casi 30 años a Shakira

Fey. (Photo by Carlos Tischler/Getty Images)
Fey. (Photo by Carlos Tischler/Getty Images)

Shakira presumió el lanzamiento simultáneo del disco Las mujeres ya no lloran con cuatro portadas diferentes para el material físico en vinilo. Y el anuncio evocó lo que hizo Fey en 1998 con El color de los sueños.

Para el público identificado con la música en inglés es familiar este concepto de mercadotecnia. En 1999 la banda Korn lanzó el disco Issues con cuatro diseños distintos para el CD. Previamente, en 1994, Mötley Crüe sacó un álbum de estudio con el mismo nombre de la agrupación vendiéndose como edición especial con tres colores diversos en su tipografía: rojo, anaranjado y amarillo.

Entre Korn y Mötley Crüe, Fey catapultó su proyección artística en el público hispano y latino con la promoción de El color de los sueños mediante la fusión de dos ideas creativas: variedad de portadas y diversos colores en su diseño. A eso se sumaron dos conceptos más: tercera dimensión manipulable y caja multi-image (fotos no repetidas en portada).

El resultado final fue el de un CD en cuatro versiones con diferentes imágenes de la cantante como atractivo principal. En las fotos se puede ver a Fey bailando a la distancia, bailando de frente, con medio cuerpo en pose de movimiento y su rostro. Los colores elegidos fueron verde, rojo, amarillo y azul.

La elección de los colores fue minuciosa a partir de un análisis. Se estudiaron las letras de las canciones para conectarlas con la experiencia de vida que la cantante había tenido en esos momentos luego de conocer lugares del mundo en aras de fortalecer su paz interior. Se recurrió a la psicología del color para hacer coincidir el sentimiento de los versos con la transformación espiritual que atravesaba Fey.

El amarillo significaba un mensaje para erradicar los prejuicios y dejar de juzgar a los demás. El azul era la energía que vibraba en ella al cantar, lo que tradujo en una fusión del cielo con la tierra. El verde era la búsqueda de paz y felicidad. El rojo era una clara llamada a la importancia del equilibrio en la vida.

Fue un disco ambicioso que se compuso de 14 canciones: Cielo líquido; La madrugada, tú y la radio; Ni tú ni nadie; La espuma de los días; Díselo con flores; Canela; Vuelve; Él; Almíbar; No tengo novio; El color de los sueños; De corazón a corazón; Flor de un día; lye.

A nivel audiovisual, se produjeron y se realizaron videoclips para promover los sencillos Ni tú ni nadie, Díselo con flores, Cielo líquido y Canela. Fue en el video de Díselo con flores donde se representa el simbolismo completo del disco; Fey aparece con los cuatro colores.

La línea comercial de merchandising contempló los formatos CD, LP y cassette. En el caso del vinilo, la portada no era tridimensional debido al material de la envoltura. Para la venta del cassette fuera de México, se añadió como bonus track Ni tú ni nadie en balada.

Actualmente CD, LP y cassette de El color de los sueños se ofertan en sitios enfocados a la venta de materiales físicos en México, Estados Unidos, Chile, Argentina y Colombia. En Europa, Alemania y Austria se ha vendido el cassette con un precio de 338 pesos. El vinilo ronda en los 1,000 pesos.

Vendió tres millones de copias de El color de los sueños. Obtuvo 20 discos de oro y cinco de platino por el récord de ventas.

El disco fue una transformación total

El lanzamiento de cuatro portadas con cuatro colores vino acompañado de una renovación en la imagen de Fey. La cantante no quería continuar con el look de adolescente que la caracterizó previo a 1998. Consideró que era tiempo de ir un paso más adelante y madurar a la par de su música.

Dejó atrás el uso de prendas de mezclilla, chamarras y tenis para vestirse con atuendos ajustados, más adultos y plataformas altas en su calzado. El trabajo espiritual que experimentó en esa época también la llevó a tomar una decisión que en aquellos años le pesaba, decir la verdad sobre su edad.

Desde su proyección artística en 1995 hasta el éxito de El color de los sueños, Fey y su disquera habían manejado la información de que inició con 17 años en la música, pero la realidad es que tenía 21. Por cuestiones comerciales y de mercadotecnia le sugirieron mentir.

"En Sony fue mi primera entrevista y me presentan a alguien y empieza: ‘Bueno Fey, a tu corta edad, 17 años’, y mi cara es de: ‘¿Cómo que 17? Yo tengo 21", le contó a Yordi Rosado en 2021 respecto al tema. Tiempo atrás, cuando estuvo con Adal Ramones en Otro rollo durante 1999, comentó que tenía 25 años, pero no se le prestó atención a ese detalle.

Hacia el interior de su equipo de trabajo lo sabían. Precisamente la edad influyó para que ella frenara después de El color de los sueños. Su propósito era descansar, pensar y planear los siguientes movimientos en su carrera.

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