Flora e hijo, una historia de amor y familia al ritmo de la mejor música protagonizada por Eve Hewson

Eve Hewson se luce en Flora e hijo, el nuevo film del irlandés John Carney
Eve Hewson se luce en Flora e hijo, el nuevo film del irlandés John Carney - Créditos: @David Cleary

Flora e hijo (Flora and Son, Estados Unidos, Irlanda/2023) Dirección: John Carney. Guion: John Carney. Fotografía: John Conroy. Edición: Stephen O’Connell. Música: John Carney y Gary Clark. Elenco: Eve Hewson, Joseph Gordon-Levitt , Orén Kinlan, Jack Reynor. Duración: 97 minutos. Disponible en: Apple TV+. Nuestra opinión: muy buena.

“Esta es una canción de amor”, dice Flora, el personaje central de la película Flora e hijo, disponible desde este viernes en Apple TV+. La frase bien podría afirmar que esta es una película de amor al modo en que suele hacerlas el director y guionista irlandés John Carney. Unas historias que buscan retratar lo que hay más allá de las fantasías románticas o de la supuesta armonía familiar aunque tiene mucho de ambas. Al igual que tres de los largometrajes anteriores del realizador, Once, ¿Puede una canción de amor salvar tu vida? y Sing Street, en este film el vínculo entre la música juega un papel fundamental en el relato ambientado en Dublín y protagonizado por Eve Hewson, una de sus hijas dilectas. El hecho de que Hewson haga un trabajo excepcional al encarnar a Flora, la otrora madre adolescente que ahora es madre de un adolescente, no es sorprendente dado sus notables interpretaciones en la película Puente de espías y en las series The Knick y, más recientemente, la fantástica Bad Sisters (también disponible en Apple TV+). Pero lo importante es que el espectador que se acerque a la película sabiendo que la actriz es la hija de Bono , tal vez uno de los más reconocibles músicos salidos de Irlanda en los últimos cuarenta años, se olvidará rápidamente de esa conexión gracias al encanto del guion de Carney y la labor de Hewson. Incluso cuando la trama la muestre descubriendo la música como una tabla de salvación para los rigores de su vida cotidiana.

Esa premisa que recorre toda la obra de Carney en esta ocasión se enfoca en la relación entre Flora y Max (Orén Kinlan), su hijo de 14 años al que tuvo cuando ella tenía 17, que gusta de robar aún cuando suele ser atrapado casi en el acto. Flora está harta de las cada vez más peligrosas travesuras del chico que le reclama atención de las peores maneras y sigue dolida por la separación del padre del chico, un músico frustrado que añora su pequeño momento de gloria: tocar en el mismo festival que la banda Snow Patrol. “Esta no puede ser mi historia”, dice en uno de los pocos momentos de calma que tiene entre una y otra batalla de gritos con su hijo, su ex marido y cualquier que se le cruce en el camino. Flora, mal hablada, sin filtro y permanentemente en estado de rabia decide que la mejor solución para su hijo es regalarle una guitarra para su cumpleaños. Que el presente llegue un día tarde y sacado de un volquete es apenas el primero de los obstáculos hacia su encuentro con la música. Ese que llegará cuando ella decida impulsivamente, como casi todo lo que hace, empezar a tomar clases de guitarra online con Jeff (Joseph Gordon-Levitt), un profesor y compositor sin suerte de Los Ángeles.

Una escena de Flora e hijo, de Apple TV+
Una escena de Flora e hijo, de Apple TV+

Como sucedía en Once y ¿Puede una canción de amor salvar tu vida? el vínculo entre Flora y Jeff se construirá a través de las canciones y las emociones adheridas a ellas. El delicado equilibrio entre la sensibilidad y el sentimentalismo que Carney suele transitar sin caer en excesos melosos acá vuelve a ponerse al servicio de unos momentos musicales que van desde la comedia al romance y el descubrimiento de un alma no gemela pero sí afín del otro lado del océano. Las secuencias en las que Flora imagina a Jeff sentado cerca suyo al compartir sus canciones o cuando hablan de esa “pausa en el tiempo de tres minutos y medio que solo una canción puede conjurar”, comienzan como un recurso cinematográfico ya visto sin embargo gracias al trabajo de Hewson y Levitt terminan retratando el elusivo momento del enamoramiento como pocas películas consiguen mostrar.

El estilo de actuación del norteamericano Leavitt se combina perfectamente con la falta de sentimentalismo que Hewson-y Carney-, destilan con naturalidad. Entre los aciertos de tono del film está el humor que atraviesa casi todas las interacciones de los personajes, ya sea la defensa que hace Flora de James Blunt y su hit “You’re Beautiful” frente al rechazo algo snob de su profesor de música o la escena en la que madre e hijo graban un videoclip para promocionar los primeros pasos del chico como compositor de música electrónica. Además, la mirada sobre la crianza compartida entre la mujer y su exmarido Ian- Jack Reynor-, es retratada despojada de fantasías aunque plena de esperanza, lo mismo que el resto de los vínculos que establece Flora con quiénes la rodean. Entre las bellas canciones que Carney compuso para el film y que Hewson, Levitt y Kinlan interpretan con emoción y la siempre acertada elección de incluir la música de Joni Mitchell, esta vez a través de una imagen de archivo de la cantautora canadiense cantando su tema “Both Sides, Now”, Flora e hijo resulta un disfrutable nuevo capítulo de la obra de Carney.