Garífunas de Honduras, orgullosos porque la Unesco declaró el casabe Patrimonio Inmaterial
Trujillo (Honduras), 19 ene (EFE).- Aunque la producción de casabe, alimento a base de yuca, se está reduciendo en algunas comunidades garífunas (afrodescendientes) de Honduras, sus nativos se sienten orgullosos de que la Unesco lo haya declarado en 2024 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La declaración de la Organización de las Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) fue anunciada el 4 de diciembre de 2024 en Paraguay, tras una candidatura conjunta promovida por Cuba, Haití, Honduras, República Dominicana y Venezuela.
"Estamos orgullosos. El año pasado me di cuenta, miro las noticias y ahí supe que la Unesco declaró el casabe patrimonio nacional del garífuna a nivel internacional y mundialmente", dijo a EFE en su casa, en la ciudad caribeña de Trujillo, el afrodescendiente Rubén Álvarez.
Agregó que la distinción de la Unesco también le "alegra" porque ahora "podremos exportar a otros países".
Álvarez y su esposa venden casabe en la comunidad de Cristales, Trujillo, departamento de Colón, al este hondureño, que le compran a garífunas que lo producen en la vecina Iriona.
Otros compran el casabe, para vender o consumo familiar, en la comunidad garífuna de Santa Fe, a unos pocos kilómetros de Trujillo, donde no todos los días lo elaboran.
El día que Álvarez habló con EFE estaba acompañado solamente de dos nietas pequeñas, y ante ellas, mostró una herencia familiar, los utensilios artesanales con los que se hace el casabe -un trabajo de mujeres-, que en las comunidades afrodescendientes lo consumen como sustituto de la tortilla de maíz o el pan.
El hombre garífuna se dedica a la pesca, y su ayuda para hacer el casabe se centra en la siembra y cultivo de la yuca, que se cosecha a los tres meses.
Según Álvarez, en su familia consumen casabe dos veces por semana, "cuando hay un pescado especial", aunque también lo degustan con sopa de pescado o mariscos, y tostado con mantequilla y ajo.
La producción de casa se está reduciendo
Álvarez mostró las herramientas de trabajo para hacer el casabe: el rayador de la yuca, una tabla de madera con pequeñas piedras incrustadas; el exprimidor, un objeto alargado que se semeja a una serpiente; el colador, un disco grande tejido con tiras de un bejuco; una escobilla hecha con hojas de una palmera de corozo, una especie de cocotero, para estar limpiando la torta cuando se está cocinando en un fogón, y un disco de hierro.
Álvarez y otras fuentes consultadas por EFE en Trujillo coincidieron en que la producción de casabe se está reduciendo y que la mayoría de las nuevas generaciones de mujeres garífunas, o no saben, o no les gusta hacerlo.
Otro factor que según Álvarez está mermando la producción de casabe en las comunidades garífunas, son los extraños que les invaden sus tierras ancestrales.
La gastronomía de los afrodescendientes es base de pescado, mariscos, coco, yuca y plátano.
Con yuca también elaboran otros productos como el marote, una torta más gruesa que el casabe, y pan.
Además hacen pan de coco, de banano, camote y calabaza; empanadas de carne, de piña y de coco, y tabletas de coco, entre otros postres.
"Necesitamos conservar nuestra cultura, el casabe no puede desaparecer. Las autoridades deben garantizarnos las tierras que nos pertenecen a los garífunas para cultivar yuca y plátano", dijo a EFE Eugenia Dolmo, natural de la aldea de Guadalupe, Colón.
Agregó que en "momentos especiales con familiares y amigos" les prepara "una potente sopa de mariscos, acompañada con casabe" o "machuca", una especie de puré de plátano verde cocido, elaborado en un mortero.
El casabe y otros productos de la gastronomía garífuna serán protagonistas todo este año con ocasión de las múltiples actividades que se desarrollarán en Trujillo, excapital de Honduras, por el quinto centenario de fundación de la ciudad.
Trujillo fue fundada por los españoles hacia el 18 de mayo de 1525 y para recordar sus 500 años el pasado día 10 se constituyó un comité organizador con autoridades de España y funcionarios del Gobierno de Honduras.
Según apuntes históricos, los primeros garífunas llegaron a Honduras, como esclavos, el 12 de abril de 1797, procedentes de la isla de San Vicente.
Germán Reyes
(c) Agencia EFE