Geraldine Bazán, Gabriel Soto e Irina Baeva: un triángulo escandaloso que superó la ficción

“No debes tener dos amores… Es muy complicado besar en dos bocas”, cantaba Manuel Ascanio hace varias décadas. ¿Será tan complicado? Geraldine Bazán cree que no. O al menos de eso ha acusado a su ex esposo, el también actor Gabriel Soto.

La actriz Geraldine Bazán ha levantado la voz en contra de su ex esposo y ha dado a conocer su versión de lo sucedido, un lío que comenzó con Marjorie de Souza y Julián Gil y ahora sigue con Irina Baeva.

Pero todo este escándalo no es algo que haya ocurrido recientemente. Todo comenzó a inicios de 2016. Si bien para entonces Geraldine y Gabriel ya se habían consolidado como pareja (de hecho, tienen dos hijas), las especulaciones sobre inestabilidad en su relación eran constantes en los medios.

Quizá para acallar los rumores, el 14 de febrero de ese año la pareja tuvo lo que la revista ¡Hola! calificó como “su boda soñada”. Sin duda, fue un enlace matrimonial lujoso pero, sobre todo, mediático.

El primer giro

La boda dio para hablar del tema en todos los medios. Pero había pasado apenas un mes del enlace cuando se dieron a conocer las siguientes imágenes:

Gabriel Soto y la actriz Marjorie de Sousa trabajaban juntos en la obra ‘Por qué los hombres aman a las cab…’. La puesta en escena estuvo de gira por el Caribe mexicano y, en un descanso, varios miembros del elenco aprovecharon para divertirse en las playas de Cancún.

El segundo giro

Las fotos se compartieron en todos los medios y generaron un daño colateral en los compañeros sentimentales de ambos actores: Geraldine Bazán y Julián Gil.

Para entonces, la relación entre Marjorie y Julián pasaba su peor momento. Y tras el nacimiento de su hijo, en abril de 2017 la pareja anunció su rompimiento, lo cual le dio otro giro a la historia.

El tercer giro

Matías, el bebé de Gil y De Sousa, nació con el cabello rubio y los ojos azules… como los de Gabriel Soto. Lo anterior, aunado a las fotos de su convivencia en la playa, llevó a pensar que él podría ser el padre del niño.

Soto no paró de aclarar el tema en cuanto medio pudo, además de solicitar a Marjorie y a Julián no involucrarlo en sus asuntos personales.

Para ese momento, comenzaba a tomar forma uno de los grandes escándalos que siguen dando de qué hablar: el pleito entre Julián Gil y Marjorie de Souza, una batalla frontal que ha involucrado reconocimiento de paternidad, asistencia a centros de convivencia y petición de pensión alimenticia.

Si bien la separación entre ambos actores había comenzado en relativa tranquilidad, el enfrentamiento fue tomando más y más fuerza con declaraciones de ida y vuelta. Julián Gil se quejaba de que Marjorie solicitaba una cantidad exhorbitante de pensión alimenticia y pedía una prueba de paternidad, y Marjorie aseguraba que él era un mal padre.

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El escándalo siguió ante los ojos de los medios. El caso llegó a los juzgados y en noviembre de 2018 la Corte falló en favor de la venezolana, que recibirá el 20% de los ingresos del argentino. En respuesta, Julián prometió dejar de asistir a las convivencias semanales con su hijo, tras una pensión de casi 7 mil dólares.

Para entonces, la situación entre Geraldine y Soto no resistió más y, a finales de 2018, la pareja anunció su divorcio luego de 10 años de relación. Y ante los medios, el actor dijo abiertamente cuál era la causa de su separación.

“Mi relación con Geraldine fue de muchos altibajos y lo que me llevó a mi divorcio, y lo digo categóricamente, fue toda la difamación, toda esta situación en la que me había encontrado, todas estas especulaciones”.

Y agregó: “Cuando llega un momento en que en una relación no hay confianza, no hay paz, no hay felicidad, donde después de meses estar intentando, rogando, diciendo que por favor me crean, que por favor esté a mi lado en una situación delicada, donde llegas a tu casa y todo el tiempo es estar discutiendo, peleando, donde no hay paz ni felicidad, es evidente que va a tener que llegar un divorcio, una separación. Eso fue lo que pasó en mi caso. No hubo tercera personas, aquí los únicos involucrados en el divorcio fuimos Geraldine y yo”.

El cuarto giro

Para entonces, la discusión entre Geraldine y Gabriel ya no era por Marjorie de Souza, sino por otra mujer que también ha entrado a esta historia: la actriz rusa Irina Baeva. Tras la publicación de unas imágenes juntos, se especulaba que Soto había iniciado una relación con ella, cosa que ambos negaron.

Ya divorciados, Bazán sorprendió con esta publicación en Twitter:

Gabriel defendió a Baeva de la publicación de su ex esposa. “Yo soy el papá de las niñas y también tengo el derecho de decir con quién conviven y con quién no. Irina es una chava estudiada, que habla tres idiomas, que tiene una carrera y la logrado muchísimas cosas”.

El quinto giro

Solo era cuestión de tiempo para develar lo que muchos ya se esperaban: que Gabriel Soto e Irina Baeva ya eran pareja sentimental. Lo que no se sabía era exactamente cuándo inició esa relación.

De eso se encargó Geraldine Bazán:

A esto hay que agregar a otra persona a la historia: Rosalba Ortiz Cabrera. ¿Otra mujer en discordia? No precisamente. Es la madre de Geraldine Bazán, quien también ha hablando ante los medios, calificando a Gabriel como un hombre “cruel” y a Irina como una “mala persona”.

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Por supuesto, esto no dejó indiferente a Gabriel ni a Irinia, quienes respondieron así:

¿Qué sigue?

Por lo visto, lo que comenzó con unas fotos en la playa terminó afectando a terceras, cuartas y quintas personas. Y las declaraciones pareciera que no tienen para cuándo detenerse.

En medio, menores de edad, otra pareja divorciada y una ex suegra incómoda que repite un triste modelo misógino: culpar únicamente a la mujer, de lo que ella llama ‘hacer daño a una familia’.

La batalla de declaraciones continúa: ¿quién será el siguiente señalado de este daño colateral?

@braham_MV