Gwyneth Paltrow, el Oscar y la broma que le sale cara

Usa el Oscar como tope de puerta e incendia las redes con otra polémica

Gwyneth Paltrow muestra que usa el Oscar que ganó en 1999 como tope de puerta
Gwyneth Paltrow en los Premios Oscar cuando ganó la estatuilla a Mejor Actriz por 'Shakespeare apasionado' en 1999. (Foto de Bob Riha, Jr./Getty Images)

Gwyneth Paltrow quiso hacer una broma, pero no causó nada de gracia. Más bien lo contrario. La actriz y empresaria que desata polémicas virales cada dos por tres no tuvo mejor idea que jugar con la picardía durante un video de ‘73 preguntas’ para la revista Vogue, revelando que utilizaba su premio Oscar como tope de puerta. El que ganó a los 26 años por Shakespeare apasionado. No solo lo dijo, también lo mostró, brillando en el suelo en una esquina del jardín sosteniendo una de las entradas de su mansión en los Hamptons, mientras reía y aseguraba que “funciona perfectamente” como artefacto casero.

Era una broma pero el mundo se la creyó. Las críticas no tardaron en rellenar las redes sociales, sobre todo entre usuarios a quienes les parecía “insultante” y “una falta de respeto” que utilizara el prestigioso galardón como tope de puerta. Es más, su nombre y premio generaron búsquedas en Google en un santiamén como reflejo viral de la curiosidad que generó la noticia. Después de todo, ganar el Oscar se considera la cumbre de una carrera artística en cuanto a reconocimientos profesionales se refiere. Es la aceptación definitiva dentro de la industria, siendo elegido por los propios colegas de profesión como la mejor actuación de un año en particular.

Pero, ¿cómo sabemos que era una broma? Porque Gwyneth Paltrow tuvo que salir a aclarar el chiste a raíz de la hecatombe mediática. Lo hizo a través de un representante, asegurando a Variety que “por supuesto, era una broma” mientras se remitían a otra reciente entrevista concedida a New York Times donde la actriz revelaba que guardaba el premio en su casa de Amagansett, en Nueva York.

Que el mundo reaccionara tan radicalmente en contra de Gwyneth Paltrow, se tomara en serio la revelación y no considerara la posibilidad de que se trataba de una broma, nos deja una reflexión muy clara. Y es que su imagen como figura polarizante ya no tiene límites. ¿O acaso alguien reaccionó cuando Kate Winslet dijo que tenía el Oscar que ganó por Una pasión secreta en el baño (al igual que Jodie Foster y Emma Thompson? (Lo guarda ahí para que sus invitados puedan pretender que dan un discurso frente al espejo) ¿O que Russell Crowe tiene su premio de Gladiador en el gallinero de su rancho en Australia? ¿O que Jared Leto lo guarda en la cocina al lado de la manteca vegana o que Anna Paquin lo puso en el fondo de su armario al lado de las botas? No, nadie levantó la voz mediática. Al contrario, creo que en la mayoría de los casos nos causó gracia.

Pero no pasó lo mismo con Gwyneth Paltrow. A priori podríamos pensar que las reacciones en contra del uso del Oscar como tope de puerta estarían relacionadas con lo visual. Me explico. En el video de Vogue, la actriz lo muestra en el suelo y en un pasillo exterior, como si no tuviera valor ninguno. A diferencia del resto de estrellas que simplemente contaron dónde guardan los premios, la actriz de Iron Man lo enseñó en una posición que visualmente transmite desprecio. Y no voy a negarlo. Hay algo chocante en ver una estatuilla tan prestigiosa, con tanta historia detrás donde se codean el éxito, el glamur y la historia del cine, en el suelo, entre plantas y piedras.

Gwyneth Paltrow con el Oscar que ganó a los 26 años (Foto de Bob Riha, Jr./Getty Images)
Gwyneth Paltrow con la preciada estatuilla a Mejor Actriz que ganó a los 26 años (Foto de Bob Riha, Jr./Getty Images)

No obstante, creo que hay algo más en la reacción global donde ni siquiera se consideró la opción de que fuera una broma. Y tiene que ver con la relación incendiaria que Gwyneth Paltrow mantiene con parte del mundo desde hace varios años. Y desde varios ángulos.

Por un lado, tenemos las controversias que rodean a Goop, su empresa de estilo y bienestar que en ocasiones promovió productos y tratamientos que no estaban respaldados científicamente, derivando en críticas que acusaban a la empresa y actriz de motivar la pseudociencia. Sucedió, por ejemplo, cuando recomendó un huevo de jade y barras vaginales. Goop aseguró que podían balancear hormonas, regular el ciclo menstrual y aumentar el control de la vejiga, sin respaldo científico. En 2018 fue demandada por defender los productos y tuvo que reembolsar a quienes los compraron (Page Six).

Tampoco podemos olvidar la famosa vela conocida como ‘Esto huelo a mi vagina’, que Paltrow lanzó en 2020 entre bromas y polémica. O cuando en marzo de 2023 reveló la estricta dieta que seguía, que incluía ayuno intermitente, un almuerzo con caldo de huesos y una cena rica en verduras. Las críticas no tardaron en llegar y tuvo que explicarse, aclarando a través de Instagram que no intentaba aconsejar a nadie, sino que su dieta estaba relacionada con su lucha crónica contra las secuelas de COVID, y que también consume “comidas completas”, como "papas fritas" (vía Daily Mail).

A esto se suma la percepción de personaje privilegiado, desconectado de la realidad del resto de mortales, que muchos tienen de ella. Por ejemplo, por haberse defendido de las acusaciones de nepotismo, diciendo que debe “trabajar el doble de duro” que otros actores que no tienen padres dentro de la industria (ella es hija de la actriz Blythe Danner y del fallecido director y productor Bruce Paltrow). O cuando dijo en 2014 que era más difícil ser madre siendo actriz famosa que para aquellas mujeres que tienen “un trabajo normal”.

Gwyneth Paltrow en los premios anuales Fashion Los Angeles del Daily Front Row en el Hotel Beverly Hills el 23 de abril de 2023 en Beverly Hills, California. (Foto de Monica Schipper/Getty Images para Daily Front Row)
Gwyneth Paltrow en los premios anuales Fashion Los Angeles del Daily Front Row en el Hotel Beverly Hills el 23 de abril de 2023 en Beverly Hills, California. (Foto de Monica Schipper/Getty Images para Daily Front Row)

En resumen, podemos concluir que mientras otros actores pueden hacer con sus premios lo que les de la gana, sin que al mundo se le mueva un pelo, Gwyneth Paltrow se mueve dentro de las restricciones de las reacciones mediáticas. Como si fuera una consecuencia directa de las polémicas pasadas y la imagen que muchos tienen de ella como personaje privilegiado desconectado de la realidad global.

Tal vez pensó que la gente recordaría que hace unos meses dijo que la victoria de los Oscar la llevó a vivir una crisis de identidad, y que el mundo ataría cabos y entendería la broma. Fue difícil la cantidad de atención que recibes en una noche como esa y las semanas siguientes, es muy desorientadora. Y, francamente, realmente poco saludable”, dijo en el podcast Call her daddy (vía Variety). “Pensé: 'Esto es una locura'. No sé qué hacer, no sé hacia dónde está arriba. Fue mucho. No es que lo devolvería ni nada por el estilo, fue una experiencia increíble, pero en cierto modo me puso en duda muchas cosas”. Pero no fue el caso. Nadie ató ningún cabo, ni pensó que podría ser un chiste a raíz de su pasado con el premio.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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