Ha sido dama de honor más de 125 veces y esto es lo que recomienda para una boda
Como salida de un libreto de comedia romántica, Jen Glantz ha participado en más de 125 cortejos nupciales como dama de honor y con su experiencia ha logrado constituir una plataforma de comunicación dedicada al tema nupcial. Es escritora, empresaria y podcaster y en una columna reciente para Insider reveló lo que considera como los “no” absolutos para su propia boda.
Temporada de bodas
En Estados Unidos, el mes más popular para casarse es junio, según el portal ViveUsa, puesto que no es tan caluroso como los que le siguen durante verano, además de estar relacionado con la mitología romana que señala que este mes debe su nombre a la diosa Juno, protectora de las mujeres y el matrimonio.
En México, así como en muchos países de Latinoamérica, abril suele ser el mes predilecto para celebrar una boda. De forma que estés donde estés, si estás organizando la celebración de un casamiento estás a tiempo de ajustar detalles.
Música estridente
Jen Glantz inicia su listado de cosas que no recomendaría para una boda, y que ella no incluyó en la propia, con el tema de la música. “Una de mis mayores molestias en las bodas es la música alta que hace que sea difícil hablar con las personas que te rodean”, dice y definitivamente es incómodo.
Aunque la naturaleza del evento sea muy festivo, se puede hacer una selección musical estratégica que permita bailar y disfrutar a todo volumen, y conversar y cenar sin estruendo. Por su parte, la experta en bodas recomienda, prescindir de una agrupación musical y tener el control total del volumen poniendo música informalmente desde su teléfono.
Decoración que no se nota
Esta también debe ser una inversión más consciente que apasionada, puesto que muchas parejas gastan fortunas en decorados que probablemente la mayoría de los invitados no determinará.
"He visto hermosos centros de mesa con arreglos florales altísimos prácticamente ignorados, mesas de regalos para fiestas que no se tocan y servilletas con hermosos monogramas que se usan para limpiar el queso de las caras de los invitados", dice Glantz quien solo invirtió en flores y velas.
Escoger con inteligencia las flores y la decoración imprimirá a la boda la atmósfera ideal. Esto quiere decir escoger flores de temporada, e incluso apostar a lo local. Asimismo, Daniel Pérez, director de Between Flowers Design dice que la verdadera clave para escoger la decoración es el lugar donde se va a celebrar. Si es al aire libre, lo recomendable es el uso de flores pequeñas, porque el entorno suele ser más vistoso; y si es en un salón, se debe tratar que las flores sean parte de un concepto decorativo. Para el experto las flores más usadas para temas nupciales son las rosas, seguidas por las hortensias y las orquídeas.
Es importante más que la cantidad de elementos, es que sean significativos y que realmente complementen el momento como algo memorable. La tendencia actual señala conceptos naturales, que le dan prioridad al hecho de compartir de forma confortable la mesa.
Desperdicio
Por supuesto que estas son dos de las actividades primordiales para llevar a cabo en una celebración. Compartir y festejar van de la mano del disfrute gastronómico. Sin embargo exagerar no es una buena idea.
"…Tener un sinfín de opciones o una comida de varios platos por lo general conduce al desperdicio. En un esfuerzo por reducir los gastos y asegurarme de que no tenía montones de sobras, solo le pregunté a mis invitados qué les gustaría de antemano", dice Jen Glantz.
Esta puede ser una idea muy interesante para hacer sentir a los invitados que son partícipes activos de los preparativos del gran día. Se puede preparar una bonita comunicación con las opciones y en base a sus respuestas se organiza lo que se servirá ese día. Además, contar con la confirmación de los asistentes, será de gran ayuda.
Otra clave es conocer lo que se estipula en cuanto a tentempies, o pasapalos, y bebidas por persona en una boda, pero esto dependerá del tipo de celebración, el lugar y el horario. El clima y la duración del evento son determinantes.
El portal especializado Está de Boda recomienda que para un evento de siete horas, entre 20 y 30 pasapalos o canapés por persona si no hay otro servicio de comida fuerte; y si lo hay, entre 10 y 20.
Con respecto a las bebidas, el portal Bodas señala que es mejor que sobren a que falten y que estén en armonía con lo que se servirá para comer. Lo más frecuente es el vino, que se calcula entre tres y seis copas por persona. Bebidas sin alcohol también deben tenerse en cuenta en una relación de medio litro de agua por persona.
Cero drama
La experimentada escritora cierra sus recomendaciones con la que consideramos debería ser la primera: evitar los dramas y los conflictos en el gran día. “Una de las cosas más comunes que veo en las bodas es cierto nivel de drama, entre miembros de la familia, amigos o incluso la pareja misma”.
Para evitarlo el día de su boda, Glantz puso su teléfono en silencio desde la mañana para evitar llamadas estresantes, y acordó con su pareja dejar pasar cualquier situación que no saliera como esperaban. Un consejo lleno de sabiduría que podría aplicarse desde el momento en que empiezan a organizar el gran evento.