Hablamos con Régine Mahaux, la mujer que guarda los secretos de Melania Trump

La fotógrafa de Melania Trump, Régine Magahux
(@reginemahaux)

Régine Mahaux, fotógrafa y directora de cine belga de renombre mundial, sabe que la discreción es una herramienta tan eficaz para su trabajo como su cámara. Ante su objetivo han posado familias reales, súper modelos, estrellas de cine y de la música, deportistas de élite, políticos… Sus fotografías son puro arte, con un estilo grandioso, sin límites... y en ellas capta la personalidad de sus personajes.

Régine Mahaux
La fotógrafa y directora de cine belga en una imagen compartida en sus redes sociales

Como el pintor de la corte de un monarca del siglo XVII, Mahaux se ha convertido en la retratista de cabecera de los Trump. Ella prefiere evitar el término “oficial” para referirse a su relación profesional con el presidente electo y la Primera Dama de los Estados Unidos; pero lo cierto es que Melania y su marido sólo confían en esta fotógrafa afincada en París desde que conectó con ellos cuando empezó a retratar a Ivana, la primera esposa del magnate, hace casi dos décadas.

Después se convirtió en la fotógrafa privada de la familia, a la que nos ha mostrado a través de reportajes suntuosos en el interior de su apartamento de la Trump Tower o de su mansión de Palm Beach, Mar-a-Lago; les ha acompañado durante la campaña, es autora de los retratos más icónicos de Melania... Estableció una relación artística con los Trump que se mantiene en la actualidad. Podría decirse que es la persona que mejor los conoce, que sigue sus pasos y guarda sus secretos...

Un primer plano de Melania Trump
Retrato a Melania para la portada de la revista París Match

—Régine es usted la fotógrafa oficial de los Trump desde hace años. ¿Cómo ha evolucionado su relación con la familia a lo largo de estos años?

—Llevo fotografiándoles desde 2008, pero no es una función “oficial”. En aquel momento, la Agencia Getty me encargó fotografiarles. Seleccionaron mi trabajo entre varios portfolios que les presentaron. El encargo consistía en hacer un retrato familiar en interiores, una foto “en casa”. Me abrieron las puertas de su casa de par en par y se mostraron entusiasmados y dispuestos a hacer el retrato. Creo que desde entonces confían en mí, porque tengo con ellos un deber permanente de confidencialidad, desde el punto de vista personal. Desde el punto de vista profesional, creo que aprecian mi toque europeo. Conocen bien Europa. Respetan mi formación artística y mi espíritu creativo. Para un artista, eso es una gran ventaja y un placer compartido, porque consigues hacer imágenes más fuertes y originales.

—Para poder realizar su arte, ¿es fundamental tener una relación profunda, cercana con las personas que va a fotografiar?

—Tengo la suerte de fotografiar sólo a personas que me permiten expresar mi inspiración, lo que hace que las propuestas sean más interesantes. Siempre soy libre de exponer todas mis ideas y de mis ideas ellos eligen algo que nos una y que les guste.

Régine Mahaux
Régine Mahaux

—¿Cómo es Donald cuando posa para su objetivo? ¿Es una persona fácil a la hora de trabajar con él en una sesión de fotos? 

—Es un hombre muy ocupado, como puedes imaginar, pero cuando te dedica su tiempo, es un tiempo de gran calidad. Es rápido, pero está muy presente y es fácil trabajar con él.

—¿Ha visto en él ese magnetismo que le atribuyen y que parece ser gran parte de su éxito como político?

—Nuestras reuniones son muy estructuradas. Conoce nuestra ética y nuestro respeto es total. Cuando acepta hacerse fotos, lo hace con mucho gusto, está totalmente comprometido.

Melania con su marido, Donald Trump, y su hijo Barron
Melania y Donald Trump celebrando su victoria electoral el pasado 5 de noviembre

—Usted es una de las personas que mejor conoce a Melania en la intimidad. ¿Cómo es en las distancias cortas? 

—Es una mujer sensata, con los pies en la tierra, estable, equilibrada, muy trabajadora y extremadamente disponible. Es muy atenta y amable con todo el mundo, y con todo el equipo. Tiene un gran sentido del humor, lo que siempre facilita las cosas cuando se trabaja.

—El hecho de que Melania se haya dedicado profesionalmente a la moda, ¿se lo pone más fácil cuando la fotografía? ¿Cómo es trabajar con ella?

—Melania participa activamente en el proyecto. En primer lugar, yo propongo todas mis ideas, y luego, en la sesión, todo está preparado. Sabemos lo que vamos a hacer, todo está validado de antemano. Ella es una gran profesional de la imagen y de la moda, por lo que su gusto es todo suyo, y está acostumbrada a hacer rodajes. En el plató, crea un clima de paz a su alrededor. Da sabios consejos y sabe lo que le gusta y lo que quiere. Tiene buen ojo para los detalles y sigue el proceso de principio a fin. Le gusta implicarse creativamente, es un esfuerzo conjunto. Nuestra última reunión se basó en la promoción de su libro, Melania, en el que cuenta su verdad y su historia, es su primera autobiografía, es muy interesante de leer.

—¿Qué es lo que más le ha sorprendido gratamente de su trato con Melania?

—Antes hacíamos fotos “en casa”, que son fotos posadas. Ahora nos dedicamos más al fotoperiodismo. Es una mujer que siempre está en movimiento. De hecho, ese es el nuevo tema de su página web On the move (melaniatrump.com). Para un fotógrafo, es estupendo trabajar con alguien a quien sigues desde hace mucho tiempo.

Melania Trump posando delante de un avión
Melania Trump posando delante de un avión

—¿La considera una amiga?

...

—Al ser usted una de las pocas personas que sigue los pasos de Melania, que conoce sus secretos desde hace años… ¿Cómo se toma ella los comentarios negativos de la prensa, las críticas?

—No puedo responder por ella, no hablamos de eso.

—¿Cree que con sus retratos ayuda a Donald y Melania a mejorar su imagen pública?

—Mi trabajo es crear imágenes icónicas. Me veo a mí misma como un sociólogo: muestro lo que veo de ellos, con fines de archivo. Me gustaría que estas imágenes pasaran a la historia como un reflejo de su transición. Estoy aquí para dar testimonio de un fenómeno histórico, no estoy aquí para juzgar su imagen, sólo soy testigo de una época. Y de la evolución de una familia, en este caso.

"Estoy aquí para dar testimonio de un fenómeno histórico, no estoy aquí para juzgar su imagen, sólo soy testigo de una época"

—¿Considera que a través de sus retratos se puede ver el alma de los personajes?

—Quiero que las personas que fotografío sean siempre ellas mismas, pero también quiero que sean una persona diferente, vista a través de mis ojos. “Nunca igual, nunca diferente”, como solía decir.

—Ha fotografiado a numerosos artistas, ¿podría compartir alguna anécdota que le haya marcado con alguno de ellos? 

—No fue con un artista, sino con un hombre de negocios, durante una serie sobre este tema. Siempre pido a mis modelos que traigan una o dos prendas de su armario para que se sientan cómodos con la ropa, sobre todo cuando son personas que no están acostumbradas a hacer de modelos. Así, uno de mis modelos —el jefe de un grupo numeroso— llegó por la mañana con su selección, y me contó que su mujer se quedó muy sorprendida cuando le vio hacer la maleta: ¡pensó que la abandonaba cuando sólo estaba eligiendo dos pantalones para la sesión!

Régine, durante una sesión fotográfica
Régine, durante una sesión fotográfica

—¿Y alguna anécdota de la familia Trump?

—La clave de nuestra relación a largo plazo es la discreción...

—¿A quién le gustaría fotografíar en el futuro?

—Me gustaría fotografiar a la realeza, porque durante años (los años de Norman Parkinson) las fotos se hacían con gran cuidado, atención y talento creativo. Hoy en día, al tratar de dar a la realeza esta imagen de “cercana al pueblo”, hemos perdido el carácter excepcional de estas personas extraordinarias, y me gustaría volver a tomas más glamurosas, que estén a la altura de su papel.

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