Isabela Figueiredo o la importancia de escribir sobre "lo pequeño, común y cotidiano"

Madrid, 11 jun (EFE).- La escritora portuguesa Isabela Figueiredo escribe autoficción, pero también se aleja de sí misma para contar historias, una labor para la que necesitaría más tiempo, dice, y desde donde defiende a quien narra sobre "lo pequeño, común y cotidiano".

En una entrevista con EFE en Madrid con motivo de su participación en el seminario 'Leer Iberoamérica Lee 2024' en la Casa de América, Figueiredo asegura que ese concepto de que "los hombres solo escriben sobre las grandes ideas" del mundo y que las mujeres solo lo hacen "sobre lo común", como si esto fuera "menos importante", es "muy antifeminista y antihumano".

"No creo que la literatura en primera persona sea secundaria, menos importante, hay este estigma en la literatura y pienso que es una idea muy patriarcal porque tenemos la idea de que hombres hacen literatura de las ideas y las mujeres de las cosas pequeñas, cotidianas, comunes, como si esas no perteneciesen a la literatura", explica.

"Mi literatura es aquello que quiero hacer en el momento, no me interesa si es sobre una idea o sobre un perro", señala.

Escribir sobre un padre colono "racista"

Figueiredo se refiere al libro que la encumbró antes de 'La gorda', 'Cuaderno de memorias coloniales', en el que cuenta su infancia como hija de colonos portugueses en Mozambique, así como su regreso a Portugal después de la Revolución de los Claveles, en 1975.

En las páginas de la novela describe a su padre y lo describe, desde su punto de vista, como "un racista y un fascista".

En los "diálogos íntimos" que aún tiene con su padre, fallecido antes de publicar el libro, "muchas veces" le dice: "perdóname si te hice daño, pero creía que necesitaba decir esas cosas".

Por el contrario, su madre apenas aparece en el libro porque estaba aún viva y "tenía que protegerla", pero "también hay otro factor", según cuenta, y es que a ella "nunca" la culpó "de racismo".

"Mi madre es secundaria, no es un agente activo, es pasivo de racismo, de alguna forma tan pasivo como yo, no era necesaria en el Cuaderno", señala.

"El colonialismo sigue siendo una ideología muy actual y muy presente"

La portuguesa subraya que el "colonialismo sigue siendo una ideología muy actual y muy presente en el mundo" y asegura que libros como el suyo y "otros que vinieron después" pusieron esta cuestión en el debate público portugués.

"Pienso en estos libros abriendo una ventana para discutir en Portugal los problemas coloniales. Estamos ahora hablamos de cómo pagar la deuda moral que tenemos" hacia los países colonizados, que "entraron en fallo total después de la salida de los portugueses y siguen siendo muy subdesarrollados".

Tampoco para ella fue fácil ser "una retornada" en 1975: "yo y todos los otros hijos de colonos fuimos maltratados, fue muy traumático para nosotros, porque veníamos de las colonias muy acosados por la violencia y las venganzas que habíamos sufrido, porque los pueblos negros, cuando tuvieron la independencia, comenzaron a vengarse".

Así, cuando volvió a Portugal, pudieron "llegar a un espacio pacífico, de asilo", pero así eran "unos indeseados".

"Nadie nos quería, nos querían mandar de vuelta para nuestra tierra, fue necesario tiempo para la adaptación, para que las voces se callasen, y comenzar una nueva vida en una nueva tierra, eso pasó, algunos años después ya no se oía hablar de retornados, pudimos recomenzar la vida en Portugal", recuerda.

Macarena Soto

(c) Agencia EFE