Isabel II planeaba fugarse en vez de casarse según el diario de su mejor amiga

Princess Elizabeth in a riding habit and riding hat, Royal Lodge, Windsor, UK, April 1940.  (Photo by Lisa Sheridan/Hulton Archive/Getty Images)
Conocemos más a Isabel II durante su adolescencia gracias al diario de Alathea (Photo by Lisa Sheridan/Hulton Archive/Getty Images)

En un diario personal quedan plasmados los pensamientos más reales e íntimos de la persona que lo escribe. Así lo hizo durante años la princesa Alathea Fitzalan Howard, mejor amiga de la reina Isabel II.

Alathea falleció en el año 2001 pero ahora vuelve a ser noticia porque el tabloide británico DailyMail está publicando por entregar los jugosos extractos de su diario personal. Estas publicaciones son de dudoso gusto dado que exponen la más estricta intimidad de Alethea Fitzalan pero, a la vez, su valor informativo es muy elevado.

Alathea era la confidente y amiga de Isabel II desde mucho antes de que ella asumiera el trono y se convirtiera en reina. Así, su diario, explora la juventud, los enamoramientos y las conversaciones de amigas que ambas mantenían.

Lo más llamativo hasta el momento de estos extractos manuscritos de Fitzalan Howard hacen referencia a Isabel y su postura ante el matrimonio. Según relata su amiga, Isabel decía que si algún día debía ser reina y tenía que casarse, no querría una boda de Estado sino que se fugaría en el último momento junto a su enamorado.

En palabras escritas por Alathea en junio de 1941: “Dijo que se preguntaba si alguna vez se casaría, y yo le aseguré que lo haría, y ella dijo que si realmente quería casarse con alguien, huiría”.

Acto seguido, la confidente de Isabel II, apuntillaba: “Pero sé que realmente no lo haría, su sentido del deber es demasiado fuerte, aunque se adaptará a una vida más sencilla”.

De hecho la vida de Isabel, “Lilibet”, como su amiga la llamaba, se limitaba a estar con sus padres y a prepararse para su futuro dentro de la institución monárquica cosa que preocupaba a Alathea puesto que, al fin y al cabo, Isabel tenía solo 15 años por aquel entonces.

“A menudo me pregunto cómo se contenta Lilibet saliendo siempre con sus padres. ¿Nunca quiere hablar o caminar sola con un amigo? Por mucho que amo a Margaret, desearía que L no tuviera una hermana menor, ya que entonces buscaría más la compañía de personas de su edad. No sabe lo que es un verdadero amigo, ya que nunca habla confidencialmente con uno y es la persona más desenfadada que conozco. Plácida y sin emociones, nunca desea lo que no se le presenta; siempre feliz en su propia familia, nunca necesita la compañía de extraños; ella nunca sufre, por lo tanto, nunca desea con fuerza”.

Princess Elizabeth (now Queen Elizabeth II, left) and her younger sister Princess Margaret Rose (1930 - 2002) in a carriage in the grounds of the Royal Lodge in Windsor Great Park, 4th July 1940. (Photo by PNA/Hulton Archive/Getty Images)
Isabel y Margarita siempre estaban junto a sus padres. (Photo by PNA/Hulton Archive/Getty Images)

Tras esta monarca que hoy vemos de hierro, impasible y con carácter autoritario, se esconde quizá aquella adolescente que nunca tuvo un amigo con el que sincerarse a solas y que tuvo que resignarse sin rechistes a la vida que le había tocado vivir.

Estos extractos del diario de Alathea son muy interesantes porque dibujan un perfil muy distinto al que mediáticamente conocemos de la reina y es que, durante la Segunda Guerra Mundial, la improvisada escritora vivió en Windsor junto a Isabel y su hermana Margarita con las que compartía clases de danza o dibujo así como amoríos.

De hecho, Alathea explica anecdóticamente en su diario que tanto ella como Isabel se enamoraron del mismo oficial de la Guardia real aunque, por lo visto, solo fue un flechazo adolescente y quien acabó conquistando a Isabel fue, como es bien sabido, el Duque de Edimburgo, Felipe, su actual marido con el que inició un relación por carta también durante su adolescencia.

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