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Jack Nicholson siente gratitud por el secreto mejor guardado de su existencia

Jack Nicholson arrives for the UK Premiere of The Bucket List at the Vue West End , London   (Photo by Joel Ryan - PA Images/PA Images via Getty Images)
Jack Nicholson llega para el estreno británico de Ahora o nunca en el Vue West End, Londres (Foto de Joel Ryan - PA Images/PA Images vía Getty Images)

Cuando Jack Nicholson supo en sus adentros que sería una estrella de cine, todavía no sabía que la información más fundamental de su existencia iba a cambiar de la noche a la mañana. Se encontraba en el Festival de Cannes en 1969 y a los 32 años estaba a punto de saltar al estrellato. Se presentaba por primera vez Easy Rider (Busco mi destino), el hito de la contracultura de la década de los 60s que sacudió a las majors con el auge del cine independiente más lucrativo. Y ese día, sentado en la butaca y a punto de comenzar la proyección de la legendaria road movie de Dennis Hopper, supo “que iba a ser una estrella de cine”. Como dijo a The Talks hace unos años, aquel fue el momento culminante de su vida. Hollywood lo bañó de elogios y desde ese momento todo cambió. Al año siguiente los críticos ya lo comparaban con Marlon Brando y James Dean. Sin embargo, mientras los focos iluminaban su camino profesional y se paseaba por todo Hollywood ganándose el título de mujeriego con fiestas locas y conquistas por doquier, un secreto lo acechaba. Un secreto que cambiaría la vida de cualquiera en su lugar.

Nicholson no se equivocaba. Ese día había nacido una estrella. Easy Rider (Busco mi destino) le valió su primera nominación al Óscar al año siguiente, seguida por otras cuatro en la misma década de los 70s (Mi vida es mi vida, El último deber, Barrio chino (Chinatown) y Atrapado sin salida). Recién lo ganó en 1976 por el inolvidable drama institucional de Milos Forman. Estuvo nominado en 12 ocasiones y a sus 85 años mantiene el honor de ser el actor masculino más nominado en la historia de la Academia. Se llevó la estatuilla dorada 3 veces. En otras palabras, su éxito profesional es indiscutible. Su rostro está grabado a fuego en la memoria de los cinéfilos del mundo, habiendo dejado huella con clásicos del séptimo arte, desde El resplandor a Barrio chino (Chinatown), La fuerza del cariño, Batman y tantos más. ¿O no tenemos todos una película suya en nuestra lista de películas favoritas?

Sin embargo, el reconocimiento trajo consigo una revelación que Jack Nicholson jamás hubiera imaginado. Porque cuando estaba promocionando el estreno de Chinatown en 1974, un periodista descubrió una verdad fundamental de su existencia. Y una que él desconocía: su madre biológica no era la persona que lo había criado.

22nd APRIL:  On this day in 1937 the American actor Jack Nicholson was born.  Jack Nicholson at the press reception for his latest film

John Joseph Nicholson (su nombre real) nació el 22 de abril de 1937 en Neptune, Nueva Jersey, y creció ante su familia, el colegio y el barrio como el hijo de Ethel May. Pero la verdad era que ella era su abuela y su hermana, June, era su madre.

June se quedó embarazada en 1936, supuestamente de su novio Don Furcillo-Rose, que estaba casado con otra mujer en aquel momento. Digo supuestamente porque existen teorías que señalan a otras posibles paternidades. Según el libro Jack’s Life de Patrick McGilligan, como June tenía 17 años, su madre amenazó a Don para que se alejara de su hija o lo denunciaba recurriendo al Mann Act, una ley que dictaba sentencia sobre el tráfico y prostitución de menores y que, por entonces, también criminalizaba actos consentidos. La amenaza surtió efecto y Don desapareció del mapa.

Los prejuicios podrían haber jugado un papel importante en la decisión al tratarse de una familia católica. Y así, tal vez para evitar que June viviera bajo la nube de los prejuicios sociales y siguiera sus sueños artísticos (ella también tenía aspiraciones de alcanzar el estrellato), acordaron que Ethel criaría a Jack como si fuera su hijo mientras June debía pretender ser su hermana. Solo ellas dos y Lorraine, la hermana de June y tía de Jack, sabrían la verdad hasta la tumba.

June se mudó a Miami para trabajar como bailarina cuando Jack tenía 4 años, y él hizo lo mismo al cumplir los 17, mudándose a California con ella con aspiraciones de ser actor. “Como mi único pariente en el mundo era June, que estaba allí, salí a mirar”, le dijo a Rolling Stone en 1986. Su primer trabajo fue como empleado de oficina en el departamento de dibujos animados de MGM Studios. Pero cuando le ofrecieron una oferta como animador novato, la rechazó, porque estaba decidido a ser actor. Y lo consiguió, tomó clases de arte dramático y fue, poco a poco, subiendo peldaños en teatro, televisión y, finalmente, cine.

Y así llegamos a 1974. Chinatown estaba a punto de estrenarse y la revista Time decidió dedicarle su portada con un titular que decía “La estrella con la sonrisa asesina”. Un poco exagerado pero atractivo. Sin embargo, poco antes de la publicación, uno de los investigadores de la revista lo contactó para intentar clarificar algunos datos curiosos que habían descubierto. Primero, que su padre estaba vivo. Y, segundo, que su madre Ethel May era, en realidad, su abuela y que su hermana June era su madre biológica. El shock habrá sido tremendo pero Jack consiguió emitir palabra pidiendo al periodista que no publicaran los datos en la revista. Evidentemente necesitaba tiempo y privacidad para consultar y digerir la información. Porque June y Ethel ya habían muerto. No podía preguntarles directamente. La primera hacía una década, en 1963, por culpa de un cáncer y la segunda en 1970. Solo había una persona que podía confirmarle la noticia, su supuesta tía Lorraine.

Primero habló con el marido de Lorraine, Shorty, que durante la vida de Jack actuó como una figura paterna sin saber que, en realidad, no era su tío, sino su cuñado. Shorty no sabía nada del secreto y al pasarle el teléfono a su esposa, descubrieron la verdad. Porque según escribió Patrick McGilligan en la biografía de Jack Nicholson, Lorraine confirmó que todo era cierto.

No obstante, si bien Jack Nicholson casi no ha hablado del asunto en público, en alguna ocasión dio a entender que la noticia no lo traumatizó gracias a que, por entonces, ya era un hombre maduro de casi 40 años. “Diría que fue un evento bastante dramático, pero no fue lo que yo llamaría traumatizante”, dijo Nicholson a Rolling Stone, vía Rare. Después de todo, cuando descubrí quién era mi madre, estaba bastante bien formado psicológicamente. De hecho, me aclaró bastantes cosas. En todo caso, me sentí agradecido”, compartió.

Tanto abuela como madre habían fallecido antes de que este grupo particular de hechos llamara mi atención”, añadió. “Al menos me impresionó mucho su capacidad para guardar el secreto. Hizo grandes cosas por mí”. Es decir que, en cierto modo, Jack se sintió agradecido por el esfuerzo que hicieron estas dos mujeres tan importantes en su vida para asegurarse que pudieran criarlo como mejor creyeron que podían. Mi única emoción es de gratitud, literalmente, por mi vida. “[Si June y Ethel hubieran tenido] menos carácter, nunca habría llegado a vivir. Estas mujeres me dieron el regalo de la vida dijo a Cnsnews.

Es más, la madurez que otorga la perspectiva del paso de los años, afianzó su comprensión y agradecimiento, siendo consciente del difícil secreto que guardó la que creía que era su hermana. “June y yo teníamos mucho en común. Los dos luchamos duro. No le hizo ningún favor no contármelo, pero no lo hizo porque nunca sabes cómo hubiera reaccionado cuando era más joven” añadió a Cnsnews.

La última vez que Jack vio a June fue en su lecho de muerte. Le había salido un trabajo en México, el primero con un gran estudio, y tenía que marcharse. Además, su esposa (y la única mujer con la que contrajo matrimonio), Sandra Knight, estaba embazada. El actor explicó a Cnsnews que su madre, a quien entonces veía como su hermana, le dijo “’¿Debería esperar?’ Es decir ¿Debería intentar y luchar?” Y él le contestó que no. Al llegar a México le avisaron que June había fallecido y pasarían 11 años hasta que descubriera el gran secreto que había guardado durante tanto tiempo.

Los Angeles, CA - October 19: Actor Jack Nicholson and his son Ray attend a game between the Golden State Warriors and the Los Angeles Lakers on October 19, 2021 at Staples Center in Los Angeles. (Allen J. Schaben / Los Angeles Times via Getty Images).
Los Ángeles, CA - 19 de octubre: El actor Jack Nicholson y su hijo Ray asisten a un juego entre los Golden State Warriors y los Lakers de Los Ángeles el 19 de octubre de 2021 en el Staples Center de Los Ángeles. (Allen J. Schaben / Los Angeles Times a través de Getty Images).

La última vez que vimos a Jack Nicholson en pantalla fue en 2010 con la comedia romántica ¿Cómo sabes si…? sirviendo como despedida inesperada de una carrera destacada. Desde entonces se ha hablado de retirada forzada, pérdida de memoria y aislamiento solitario en su mansión. Esa misma mansión que sirvió de escenario para fiestas infinitas donde siempre se rumoreó que desfilaban los excesos y las mujeres jóvenes y atractivas. La misma que tuvo a Brando y Warren Beatty de vecinos y donde Roman Polanski habría presuntamente violado a Samantha Geimer cuando tenía 13 años. Un lugar con mucha historia, aunque no precisamente de glamur y elegancia hollywoodense. Pero esa es otra historia.

Su última aparición pública la hizo en 2021 cuando asistió a un juego de baloncesto de su preciado equipo, los LA Lakers. Sin embargo, según dijo una fuente cercana a Radar online recientemente, el actor “no quiere enfrentar la realidad” y vive recluido en su mansión de Mulholland Drive mientras sus allegados temen que “muera solo como su amigo Marlon Brando”. De todos modos, resulta imposible saber cuánto hay de verdad en todo esto. Porque ni su familia, sus hijos o el propio Jack se pronunciaron todavía sobre su estado de salud.

La revista Closer publicó en 2015 que fuentes cercanas a Jack Nicholson aseguraban que temía morir solo, mientras él mismo aceptaba que su reputación de mujeriego le había pasado factura. "Ninguna mujer jamás ha reconocido lo que digo como legítimo [...] Piensan en mi reputación -Jack the Jumper- así que estoy condenado por lo que piensan las mujeres" (vía Telegraph). Una consecuencia, evidentemente, de una vida de placeres y relaciones amorosas que circularon por medios de todo el mundo. Placeres que hasta Pamela Anderson atestiguó en la mansión de Playboy, asegurando a Variety haberse encontrado con el actor y dos mujeres retozando en un baño mientras ella se retocaba el maquillaje.

"Me encantaría tener un último romance pero no soy muy realista con que eso pase. Lo que no puedo negar son mis ganas" sentenció hace 8 años. Sin embargo, según los rumores, parece que sus deseos no se habrían hecho realidad.

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