Jake Gyllenhaal entierra sus palabras del pasado con músculos de acero

US actor Jake Gyllenhaal attends the Ultimate Fighting Championship (UFC) 285 mixed martial arts event at T-Mobile Arena, in Las Vegas, Nevada, on March 4, 2023. (Photo by Patrick T. Fallon / AFP) (Photo by PATRICK T. FALLON/AFP via Getty Images)
US actor Jake Gyllenhaal attends the Ultimate Fighting Championship (UFC) 285 mixed martial arts event at T-Mobile Arena, in Las Vegas, Nevada, on March 4, 2023. (Photo by Patrick T. Fallon / AFP) (Photo by PATRICK T. FALLON/AFP via Getty Images)

"Creo que a veces llevo las cosas demasiado lejos" dijo Jake Gyllenhaal hace unos años a la revista Esquire como reconocimiento público de su costumbre cinematográfica. Se refería al compromiso físico y mental que entrega a cada personaje aumentando músculos, bajando de peso o privándose de horas de sueño si hace falta. Sin embargo, llegó a decir que se había dado cuenta de que llevar sus trabajos al extremo no era divertido, hablando del poder de usar la imaginación a cambio, haciéndonos pensar que había llegado el fin de la etapa más física de su carrera. Sin embargo, cualquiera diría que la revelación no le duró mucho tiempo y ha vuelto a su costumbre de siempre.

Esta conclusión parte de su más reciente aparición en el rodaje de su nueva película con fotos y vídeos que están dando la vuelta al mundo. Y es que Jake Gyllenhaal hizo acto de presencia, y por sorpresa, en una pelea de artes marciales mixtas en Las Vegas. No solo se subió al ring adelante de todos los presentes, sino que peleó contra su contrincante, exponiendo sus esfuerzos en el gimnasio a pecho desnudo. Y todo para una escena de su nueva película: el remake de Road House -o El duro en Hispanoamérica-, la película de acción que Patrick Swayze protagonizó en 1989 sobre un guardia de seguridad que protege a un pueblo de Missouri de un hombre de negocios corrupto.

En esta nueva versión, Gyllenhaal interpreta a un ex luchador de UFC -Ultimate Fighting Championship- y en la noche del pasado viernes se enfrentó a un exluchador llamado Jay Hieron que interpreta a su oponente en la película. Ambos se midieron en el ring ante la atenta mirada de los asistentes, viendo cómo el actor daba una bofetada a Hieron como parte del guion. No solo eso, el actor lo entregó todo en lo que parece ser una escena de una sola toma, provocando a su oponente riéndose de la situación, insultándolo e incitando al público antes de la pelea de ficción.

Además, según las fotografías que circulan desde aquella noche, Jake Gyllenhall se entregó al máximo en la pelea ante las cámaras, con patadas, puñetazos y arrinconando a Jay Hieron en las esquinas del cuadrilátero como parte de la película que rueda el director Doug Liman (Sr. y Sra. Smith, Al filo del mañana).

Los músculos del actor de 42 años enseguida generaron conversación en redes sociales e infinidad de titulares, no obstante, creo que la verdadera reflexión que sacamos de todo esto es que, evidentemente, ha vuelto a las andadas. Que después de reconocer que los extremos a los que llegó en el pasado ya no le divertían, no puede evitar su alto nivel de compromiso volviendo a recurrir a otra transformación física como parte de su faceta artística.

"Creo que a veces llevé las cosas demasiado lejos, y me di cuenta de que realmente no obtuve el resultado que quería porque no siempre era divertido, ¿sabes?", dijo a Esquire en 2017. "Crecí pensando en alguna parte que si realmente estás haciendo algo grandioso, tiene que ser un castigo de alguna manera". Y castigarse, se castigó varias veces: subiendo y bajando de peso, sometiéndose a dietas, mala alimentación y otras tácticas. No obstante, en la misma entrevista decía que se había alejado de todo eso, explicando: "Después de algunos años de realmente empujar en diferentes áreas, empujando mi cuerpo físicamente, empujando mi mente, yendo un poco demasiado lejos, me di cuenta de que la alegría es una gran parte de ello". Además, sentenciaba que cuando otros actores le pedían consejo a la hora de preparar sus personajes, solo les decía que usen su imaginación como mensaje definitivo de que él, por su parte, había aprendido la lección tras tantos años llevando su cuerpo al extremo.

Algo similar dijo en su monólogo de Saturday Night Live en 2022, explicando que después de intentar bajar extremadamente de peso para Primicia mortal (Nightcrawler) en 2013, se dio cuenta de que se había olvidado de divertirse. Que empezó el proyecto prometiendo al director que bajaría 21 kilos y ganaría el Óscar, para luego comprometerse a una bajada de 16 kilos y un premio de menor prestigio como el Globo de Oro. “La verdad es que solo estaba haciendo ese método porque pensé que era lo que tenías que hacer para ser un actor serio y olvidé divertirme” explicaba.

“Fue entonces cuando me di cuenta de algo que debería haberme dado cuenta hace mucho tiempo: actuar es un trabajo realmente estúpido. Es fingir y es divertido y debe estar lleno de alegría". Sin embargo, viendo su nueva transformación, me pregunto si ha vuelto al mismo extremismo de antes o si descubrió cómo unificar su compromiso físico con la diversión de una vez por todas.

Porque en 2013 bajó 13 kilos para interpretar al camarógrafo obsesivo y miserable de Nightcrawler, comiendo nada más que ensaladas de col y chicle mientras corría 24 kilómetros todos los días y se privaba de horas de sueño para conseguir el aspecto demacrado que luce en el thriller. Pero al año siguiente no solo recuperaba su peso, sino que aumentaba otros 7 de masa muscular para la película de boxeo Revancha (Southpaw), entrenando como boxeador durante cinco meses. De un extremo al otro, literalmente.

Para el drama dirigido por Antoine Fuqua, el actor entrenaba en el gimnasio dos veces al día, empezando a las 4:30 de la mañana, además de seguir una dieta que lo obligaba a comer alrededor de seis o siete veces al día. Entrenó con el experimentado entrenador de boxeo Terry Claybon, del LB4LB Boxing Gym de Los Ángeles, que no solo era entrenador del director, sino que también había entrenado a Muhammad Ali. Según explica FitnessVolt, seguía una rutina de fuerza que requería unos 1.000 abdominales, 12 kilómetros de carrera, entre una y dos horas de boxeo y combate, horas de cardio, de levantamiento de pesas, etc.

A pesar de su reconocimiento en el pasado, parece que Jake Gyllenhaal sigue igual de dispuesto a comprometerse al máximo, preparando su cuerpo con una entrega física digna de un deportista de élite. Solo esperemos que, esta vez, haya aprendido a divertirse entre tanto esfuerzo.

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