La película de supervivencia de Jake Gyllenhaal que acabó enfrentándose a una catástrofe real

En 2015, Jake Gyllenhaal se lanzó al cine de catástrofes y supervivencia con Everest, la cinta dirigida por Baltasar Kormákur y coprotagonizada por Josh Brolin, Jason Clarke, Keira Knightley, Elizabeth Debicki y Sam Worthington sobre una de las peores tragedias del alpinismo. En concreto, se inspiró en el destino trágico de dos expediciones al Himalaya ocurridas en 1996, cuando las inclemencias de una fuerte tormenta de nieve en la cima del mundo acabaron con la vida de ocho montañistas.

La película se ayudó de los efectos especiales para recrear el suceso, sin embargo, también optaron por adentrarse en las fauces del monte Everest para apoyarse en los escenarios reales. Como es obvio, la tarea de entrar en una zona remota con equipo y cámaras no estuvo exenta de riesgos, pero con lo que no contaban es que acabarían lidiando con otra catástrofe que fue incluso peor que la que retrataron en la película.

Ocurrió en abril de 2014. La fotografía principal de Everest, que se rodaba en los estudios Pinewood de Londres, estaba casi terminada, sin embargo, el equipo tras la segunda unidad, el encargado de grabar los recursos adicionales donde no es necesaria la presencia actores, aún tenía que grabar los planos más remotos en las inmediaciones de la montaña. Fue entonces cuando se chocaron con una tragedia inesperada.

Según medios como National Geographic, una avalancha a más de 5.000 metros de altitud, en la que un alud de 300 metros sorprendió a un grupo de sherpas en una zona llena de bloques helados denominada la cascada de hielo de Khumbu, acabó con la vida de 13 personas. Precisamente, la complejidad del terreno lleva a estos guías a intentar facilitar el trayecto lo máximo posible a quienes les contratan, conllevando a tener que pasar un periodo de tiempo considerable preparando un área donde, pese a su experiencia en la montaña, cualquier mínima inclemencia puede costarles la vida.

Como se destaca en la publicación, la cascada de Khumbu se trata de uno de los lugares más peligrosos del planeta. Las avalanchas son habituales durante el día, cuando el sol arremete contra los glaciares, y el cruce debe hacerse de noche con linterna frontal, entre las 2 y las 5 de la madrugada. No obstante, el riesgo de sufrir un percance sigue siendo alto, sobre todo para los sherpas que deben preparar los pasos a través del hielo antes de la llegada de los alpinistas.

¿Cómo afectó al rodaje de 'Everest'?

Tal y como señala Deadline, el equipo de rodaje de Everest estaba justo por la zona cuando aconteció la avalancha. Su intención era avanzar hasta el segundo campamento de la montaña para captar todo el material necesario, pero, debido a la necesidad de aclimatarse a la altitud para no sufrir un mal de altura, se encontraban descansando en el campamento de la base en el momento del suceso.

Para que se hagan una idea, la cascada de Khumbu se encuentra entre esta zona de descanso en la base y el primer campamento en la montaña, por lo que de haber reanudado su marcha en esa jornada podrían haberse topado con el alud. Afortunadamente, nadie del equipo resulto afectado, aunque eso sí, el devenir de los acontecimientos obligó a paralizar el rodaje.

Ya no solo por no poder transitar por la zona o el riesgo de más aludes, también por lo poco ético que hubiera sido seguir trabajando como si nada hubiera pasado. Además, los sherpas que la producción contrató se apresuraron a ayudar en el lugar del desastre y, por razones obvias de aumento de presupuesto, fue inviable mantener la producción del film en la montaña por más tiempo.

Como solución, optaron por reanudar sus planes en verano, aunque este acontecimiento planteó otro problema. Debido al alto número de muertos, que superó al de la tragedia de 1996 que este título protagonizado por Gyllenhaal adaptaba, fue calificado por muchos como la peor catástrofe ocurrida en el Everest, lo que hizo que la idea de venderla como el homenaje a las víctimas del peor suceso histórico en la cima del mundo se fuera a pique.

No obstante, poco importó cuando lo que proponía Everest era un intento noble de honrar el legado, esfuerzo y afán de superación de los que arriesgan su vida por aventuras tan extremas como escalar hasta el punto más alto de la Tierra. De hecho, la película, aunque no despertó demasiado ruido, recibió reacciones mayormente positivas. En Rotten Tomatoes obtuvo en 73% de aprobación por la prensa especializada y en taquilla recaudó más de 200 millones de dólares, lo que fue todo un éxito valorando su presupuesto reducido de solo 50.

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