Jason Statham perdió una oportunidad de oro que habría hecho historia en Hollywood
Su saga 'El transportador' pudo haber roto barreras en el cine de acción de los 2000
Antes de que Jason Statham irrumpiera en la familia de Rápidos y furiosos, en el reparto estelar de Los indestructibles o destacara en numerosos filmes de acción como Megalodón, El especialista o Beekeeper: Sentencia de muerte, ya sobresalió por todo lo alto en El transportador, su propia saga de acción en la que dio vida a un exmiembro de las fuerzas especiales que prestaba servicios de conducción para misiones secretas.
Bajo la dirección de Louis Leterrier, el responsable de Hulk: El hombre increíble o Los ilusionistas que también dirigió a Statham en Rápidos y furiosos 8; y un guion firmado Luc Besson, a quien debemos clásicos como El quinto elemento o El perfecto asesino; esta franquicia conquistó al público a los 2000 y se expandió con hasta dos secuelas que potenciaron el carisma de su estrella protagonista. Sin duda, todo un éxito comercial que grabó el nombre de Statham en el cine de acción, pero El transportador también contaba con otro hito que pudo llevar a la saga a ser más reivindicable. Tristemente, se trató de un detalle que nadie del equipo acabó asumiendo y que terminó en saco roto.
Según contó el director Louis Leterrier a Los Ángeles Times, la idea inicial para El transportador era que el personaje de Jason Statham fuera homosexual. Al considerar que el género de acción tiende hacia la masculinidad tóxica y que muchos de sus fans se abrazan a la homofobia, creyó que añadir un subtexto gay al protagonista, a aquel conductor llamado Frank Martin, le ayudaría a marcar la diferencia y a evitar a hacer “una película a lo Steven Seagal”.
"Si ves la película y sabes que es gay se vuelve mucho más divertido. Es genial: ¡el primer héroe gay de una película de acción!", contaba Leterrier, que dirigió las dos primeras entregas de El transportador. “Los fans de la acción en general son bastante homófobos. Ves a estos tipos duros que dicen: 'El transportador ¡es una gran película!’. Si supieran que realmente están animando a un nuevo tipo de héroe de acción…”.
Cuando el film comenzó a rodarse, la idea de mostrar abiertamente la sexualidad del protagonista estaba completamente descartada, no obstante, el cineasta resaltó que dejaron detalles donde se podía entrever y que incluso en la secuela planteó secuencias donde lo tuvo muy en cuenta. En concreto, mencionó un instante de El transportador 2 donde el personaje de la esposa de un zar, a quien daba vida la actriz Amber Valletta, hace una propuesta romántica hacia el conductor, lo que este rechaza afirmando: “es por quien soy”.
El transportador terminó generando el efecto contrario
Desde luego, es una representación muy difusa que en ningún momento llevaría a nadie pensar que el personaje era homosexual, más bien que no quería adentrarse en romances por la responsabilidad y el peligro de su trabajo. De hecho, el no mostrar abiertamente la sexualidad de un personaje y el reivindicarla sin pruebas claras es una de las razones por las que directores y actores son criticados hoy en día. Básicamente, porque se siente que se usa al colectivo LGTBIQ+ como estrategia comercial sin darle nada tangible a cambio.
Por ejemplo, ha pasado en varias ocasiones con Marvel, con intérpretes como Tessa Thompson o Ryan Reynolds afirmando que Valkyria o Deadpool eran bisexuales sin que en las películas se diera representación alguna de ello. Sin embargo, cuando hablamos de un título de principios de los 2000 y de un género que siempre ha sido tan contrario a tener protagonistas homosexuales, que el equipo de El transportador se hubiera empeñado en resaltar que su protagonista es gay pese a no clarificarlo en pantalla no hubiera estado fuera de lugar. Incluso podría haber roto barreras y hacer que Hollywood se abriera de mente mucho más rápido, pero lo cierto es que no condujo a nada, porque los responsables de la saga renegaron de las afirmaciones de Leterrier, incluido el propio Jason Statham.
Con el transcurso de las películas, se mostró incluso al conductor de El transportador adentrándose en un romance heterosexual, por lo que este supuesto subtexto desapareció por completo. Según Statham, no era más que una broma del director, puesto que él no interpretó a Frank Martin como si fuera gay. “Es simplemente Lou-Lou tratando de ser gracioso”, señaló el actor usando el apodo personal que tiene para Leterrier. “Aunque sí dijo: ‘En la parte 2 te convertirás en un icono gay”, matizaba.
Debido a estos cambios, que ocurrieron cuando El transportador 3 pasó a estar dirigida por Olivier Megaton (Colombiana, Venganza 3…), desde Los Ángeles Times, el medio que recogió todas estas declaraciones de Leterrier y Statham, volvieron a contactar con el director original de la franquicia para preguntar su opinión al respecto. No obstante, lejos de lamentarse por la decisión, acabó por quitar peso a su intención inicial de que el protagonista de la saga fuera homosexual.
“No he visto El transportador 3, pero tengo muchas ganas”, comenzaba afirmando. "Estuve enfermo durante el fin de semana y me puse mis dos películas, así que las miré y, de hecho, no son películas muy gay. Pero es una leyenda del cine divertida". Al final, lo que era una intención noble que pudo llevar a El transportador a marcar historia en el cine de acción en la representación de identidades, terminó incluso siendo una broma despectiva que hizo más mal que bien.
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